Malick intenta atrapar otra vez la vida y la espiritualidad en ¡®Knight of cups¡¯
Natalie Portman y Christian Bale defienden un drama recibido con divisi¨®n de opiniones
Antonio Banderas contaba d¨ªas antes de su Goya de Honor que sab¨ªa que sal¨ªa en Knight of cups porque desde la productora le hab¨ªan pedido poner su nombre en el quinto lugar de los t¨ªtulos de cr¨¦dito, pero no por mucho m¨¢s. ¡°T¨² vas, ruedas, improvisas o te pasan p¨¢ginas de un mon¨®logo y las recitas. Terrence es muy amable, encantador. Yo film¨¦ varios d¨ªas. Una secuencia en una gran fiesta donde acababa en una piscina, otra en la que jugaba al baloncesto rodeado de modelos esculturales y le soltaba toda una charla a Christian Bale¡ Al final pregunt¨¦ al equipo si iba a salir en la pel¨ªcula y la gente se re¨ªa. Porque con Malick nunca se sabe¡±. Algo parecido recordaba hace un tiempo Javier Bardem sobre su colaboraci¨®n con Malick en To the wonder. Al final ambos aparec¨ªan, y con la afici¨®n que tiene el director estadounidense por las voces en off, hasta a ambos se les escucha en el metraje recitar sus textos. Eso s¨ª, en el caso de Banderas, su participaci¨®n ha quedado reducida a la bacanal y la piscina. De baloncesto, ni rastro.
Este mediod¨ªa Natalie Portman y Bale han defendido en rueda de prensa ¡ªya se sabe lo reacio que es el cineasta a aparecer en p¨²blico¡ª su participaci¨®n Knight of cups (Caballo de copas), el nuevo trabajo de Malick, que sigue a la deriva, perdido en la belleza ¡ªinnegable¡ª de las im¨¢genes que rueda, pero que a fuerza de no tener guion acaban siendo unas iguales que las otras. Al final de la sesi¨®n de prensa, un cr¨ªtico de cine espa?ol ha gritado ¡°?Golfo!¡±, y la prensa pareci¨® entender el castellano: eso s¨ª, hubo divisi¨®n de opiniones.
Portman ha incidido, como todos actores que han trabajado antes con Malick, en su b¨²squeda inusual. ¡°?l quiere atrapar el instante. Filma y filma buscando ese momento¡±. A su lado Bale habla de c¨®mo Malick retrata la b¨²squeda del ser humano de una espiritualidad que ans¨ªa, de ¡°la soledad que nos acompa?a a todos en la vida¡±. El director le fue dando ¡°l¨ªneas, ideas sobre las que trabajar¡±. El actor no supo responder a la pregunta de qu¨¦ iba la pel¨ªcula, pero s¨ª ten¨ªa claro algo de su trabajo: ¡°No me gusta compararme con los personajes que interpreto¡±. Portman record¨® que fue la primera pel¨ªcula que rod¨® tras ser madre, y que el director le ense?¨® ¡°que los rituales habituales que seguimos para hacer una pel¨ªcula no son necesarios¡±. ¡°Yo le admiraba como artista, y despu¨¦s de trabajar con ¨¦l tambi¨¦n como ser humano¡±, confes¨® la ganadora del Oscar por Cisne negro. Eso s¨ª, tambi¨¦n cont¨®: ¡°Creo que estado m¨¢s d¨ªas grabando la voz en off que rodando delante de la c¨¢mara¡±.
El espectador s¨ª intuye que el protagonista es una estrella de Hollywood, con problemas emocionales con su hermano peque?o (Wes Bentley) y su padre (Brian Dennehy), que no se relaciona bien con las mujeres ¡ªImogen Poots, Cate Blanchett y Portman¡ª. Acercamientos a la faceta de la mujer como creadora de vida, a la soledad que emanan los enormes rascacielos de fachadas de vidrio, y una curiosa pulsi¨®n porque aparezcan canastas de baloncesto. S¨ª, hay una cr¨ªtica al hedonismo (aqu¨ª es donde aparece Antonio Banderas, en un momento que podr¨ªa asemejarse a La gran belleza), de la vida en Los ?ngeles, aunque hay metraje rodado en Austin (Texas), hogar de adopci¨®n de Malick, cuya s¨¦ptima pel¨ªcula hab¨ªa provocado esta ma?ana grandes colas para acceder al pase de prensa en la Berlinale. Otra cosa es si merec¨ªa la pena.
El maestro Guzm¨¢n fascina
En un curioso juego de opuestos, el chileno Patricio Guzm¨¢n concursaba con un documental en las ant¨ªpodas del drama de Malick. El fascinante El bot¨®n de n¨¢car habla del agua, de la vida, de los primeros habitantes de la Patagonia chilena, indios diezmados por las enfermedades de los hombres cauc¨¢sicos. Tras Nostalgia de la luz, Guzm¨¢n parece cerrar un d¨ªptico sobre los extremos geogr¨¢ficos de su pa¨ªs: "En Chile solo vive la gente en el medio; el norte y el sur est¨¢n desiertos. Nostalgia...mostraba el norte porque all¨ª solo hay pasado: meteoritos, familias buscando cad¨¢veres de los asesinados por Pinochet, dinosaurios... Ahora he ido tras el agua, que lleg¨® a la Tierra en alg¨²n cometa, elemento indispensable para la vida. Y eso est¨¢ en el sur". El agua acaba tambi¨¦n siendo el cementerio de los prisioneros de la dictadura. Guzm¨¢n apuesta por el g¨¦nero: "Un pa¨ªs sin documental es como una familia sin ¨¢lbum de fotos. Un documental se compone de ¨¢tomos dram¨¢ticos. Son como letras; con ellas formamos palabras y con estas, frases".
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