La venta de m¨²sica grabada crece por primera vez en 12 a?os

Hace semanas que se hablaba en voz baja del informe anual de Promusicae, la patronal de los productores de m¨²sica que abarca al 90% del sector en Espa?a. Sin conocerse el dato concreto, el rumor de que en 2014 hab¨ªa aumentado el consumo de m¨²sica grabada tras 12 a?os consecutivos de ca¨ªda inmisericorde se esperaba en los ambientes musicales espa?oles con la ansiedad del condenado a muerte que aguarda un indulto. O al menos un aplazamiento de la ejecuci¨®n.

Hay que tener en cuenta que 2013 fue el peor ejercicio de todos los tiempos para la industria musical espa?ola. Apenas se gastaron 123 millones de euros. En 2014 fueron 149,9. Eso lo coloca al nivel de 2011. Pero muy lejos de los 626 de 2001, el ¨²ltimo a?o de subidas. En lo que llevamos de milenio el mercado de m¨²sica espa?ola se ha desplomado un 80%.

La venta de m¨²sica grabada subi¨® un 21,2% en Espa?a durante 2014. Porcentualmente impresiona, pero los porcentajes enga?an. Por ejemplo, si nos qued¨¢ramos en ellos habr¨ªa que hacer sonar las campanas por el espectacular aumento del 85,7% en la venta de discos de vinilo en 2014. Pero esa cifra brutal traducida a n¨²meros significa apenas 120.000 unidades (de 140.000 a 260.000).

Y s¨ª, vuelve a subir la venta en formato digital: un 22%. Sobre todo gracias al streaming, la escucha sin descarga de m¨²sica que ofrecen, en modalidades gratuitas o de suscripci¨®n, plataformas como Spotify, YouTube o Deezer. De hecho el dato econ¨®mico m¨¢s positivo del informe es el gran crecimiento, en torno al 30%, del n¨²mero de suscriptores a estas p¨¢ginas. En total el consumo digital ha supuesto unos ingresos de 47,2 millones, (un 36,3% m¨¢s que los 34,6 millones obtenidos en 2013). Ha cambiado la forma de consumo, descienden las descargas de p¨¢ginas tipo iTunes y los tonos y productos para m¨®viles se convierten en residuales y apenas generan 1,4 millones.

En total, las descargas o escuchas on line significan el 42% del mercado y los soportes como el compacto o el vinilo se llevan el 58%. Por eso la aut¨¦ntica diferencia de 2014 respecto a los a?os anteriores no es tanto que el consumo digital de m¨²sica siga creciendo, algo que ocurre desde que se empez¨® a medir el dato en 2006, como que el desplome de la venta de compactos se haya revertido por primera vez desde 2001.

Y eso se debe a un hecho muy concreto: en 2014 publicaron ¨¢lbum cuatro pesos pesados de la industria musical espa?ola. Pablo Albor¨¢n vendi¨® 157.000 copias de su nuevo disco; David Bisbal, 125.000; El Barrio, 120.000 y Fito y Los Fitipaldis, casi 100.000.

Que cuatro t¨ªtulos, de los varios miles que se publican cada a?o, vendan casi medio mill¨®n de copias f¨ªsicas de 12.487.000, ¡ªalrededor de un 4% del total¡ª, deja ver la dependencia de la industria espa?ola de sus estrellas.

Eso convierte este aumento anual en poco m¨¢s que una curiosidad. Sobre todo porque los tiempos en los que los m¨²sicos lanzaban un disco al a?o han quedado olvidados. Hijos del levante es el primer trabajo del gaditano El Barrio en tres a?os. Hay que remontarse a 2009 para encontrar el ¨²ltimo ¨¢lbum de Fito Cabrales con canciones nuevas. La continuidad de esta tendencia depende de la capacidad de las estrellas de publicar sin parar. Y eso es como mirar al cielo y confiar en que llueva para que haya una buena cosecha. No siempre sucede.