Del ADN al DNI
Los nuevos poetas que publicaron en 2014 no tienen m¨¢s de 30 a?os. Estas son sus se?as de identidad.
1.?Conectados.??ngel Gonz¨¢lez nos ense?¨® que en la p¨¢gina estaba permitido fijar carteles, y Jorge Riechmann identific¨® la escritura con un muro con inscripciones. A ese mural colectivo contribuye Martha Asunci¨®n Alonso con Skinny cap (Libros de la Herida), a la vez un recorrido por la periferia de la infancia y un homenaje a los esl¨®ganes desesperados del grafiti: "No cre¨¢is al maestro cuando os hable de muros?/?prisioneros del hombre que los hizo". Si a veces las nuevas intervenciones po¨¦ticas se asoman a las ventanas indiscretas de Internet, otras veces son los muros de las redes sociales los que irrumpen en los versos para "medir la vida en estados de Facebook", como certifica V¨ªctor Pe?a Dacosta en su sorprendente debut: La huida hacia delante(La Isla de Siltol¨¢).
2.?Fr¨¢giles. El dolor y la memoria del dolor. Entre esos dos estadios transita Amar la herida (La Bella Varsovia), de Carmen Juan. Bajo la sombra tutelar de Alejandra Pizarnik y de Elena Medel, pero con una modulaci¨®n propia, la autora nos recuerda que "las heridas j¨®venes?/?son siempre las m¨¢s rojas", y que cada cicatriz encierra su propia mitolog¨ªa. De cicatrices tambi¨¦n sabe lo suyo Paula Bozalongo, como demuestra en Diciembre y nos besamos (Hiperi¨®n): "Has sido cicatriz tantas batallas?/?que incluso siente envidia la piel de tu dolor". Palabras como cuchillas. Versos en carne viva.
3.?Feroces. ?Es tan fiero el poeta como lo pintan? A juzgar por algunos t¨ªtulos recientes, dir¨ªamos que s¨ª. En La Fiera (Sloper), Ben Clark da rienda suelta a un animal fieramente humano con conciencia ecol¨®gica: "Si por la Fiera fuera todo habr¨ªa?/?terminado?/?en un tiempo de nidos y no de papeleras". Por su parte, en El silencio de las bestias (La Bella Varsovia), Unai Velasco reivindica el valor lit¨²rgico de la palabra y la imaginer¨ªa irracionalista. He aqu¨ª un libro que empieza con un tornado y va in crescendo en su constataci¨®n de la intemperie existencial: "Yo quiero cantar temblando".
4.?N¨®madas. Un n¨®mada es un ciudadano convertido en ciudadano del mundo. En Las se?ales que hacemos en los mapas (Libros de la Herida), Laura Casielles ofrece un retrato del alma de Marruecos que tambi¨¦n tiene algo de autorretrato. Esta es la cr¨®nica de un viaje real con extensiones en el espacio virtual, un cuaderno de bit¨¢cora escrito desde un lugar que no viene en los atlas: "A la orilla del mar o del desierto,?/?ah¨ª donde ya no nos sirven los mapas". De otro nomadismo nos habla Autobiograf¨ªa de mi generaci¨®n (Fundaci¨®n Marco), una instalaci¨®n literaria en la que Pablo Fidalgo Lareo indaga en un pasado con las ra¨ªces al descubierto.
5.?Recreadores. Culturalistas o confesionales. Ir¨®nicos o graves. Tradicionales o posmodernos. Esos dilemas no parecen quitarles el sue?o a Rodrigo Olay y a Xaime Mart¨ªnez. El primero traza en La v¨ªspera (La Isla de Siltol¨¢) una autobiograf¨ªa intelectual repleta de hallazgos, como su conturbador r¨¦quiem por el ajedrecista Alex¨¢nder Aliojin. A su vez, en Fuego cruzado (Hiperi¨®n), Xaime Mart¨ªnez enciende una vela al pante¨®n del Barroco y otra a Batman, y se atreve a elaborar gozosas (per)versiones, como su 'Ep¨ªstola moral a Bruce'. ?Qui¨¦n dijo que los superh¨¦roes ten¨ªan los d¨ªas contados?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.