El retorno de Sleater-Kinney
'No Cities to Love' arroja diez luminosas razones para, si no ver la luz al final del t¨²nel, esperarla sin desfallecer
Un decenio ha transcurrido desde que el tr¨ªo de Olympia, Washington, se despidiera con The Woods, colof¨®n de una trayectoria iniciada en el movimiento riot grrrl, aquel vivaz sarpullido que en los 90 us¨® las armas del punk para definir una nueva femineidad. La premisa era que ellas, excluidas del poder y la igualdad, albergan m¨¢s razones pol¨ªticas para dedicarse a la m¨²sica rock. En estos a?os, el capitalismo que denunciaban se ha resquebrajado o endurecido, seg¨²n se mire, por lo que la escucha de su retorno suscitaba expectativas.Las musicales parecen garantizadas en el calambre mel¨®dico que conjuran Corin Tucker, Carrie Brownstein y Janet Weiss, regocijante contrapunto entre rabia y ternura de rampante actualidad.
En cuanto al mundo que dibujan, estas canciones ¡ªcontagiosas, enojadas¡ª exponen el castigo que sufrimos por no haber advertido el precio a pagar y la urgencia por implicarnos en establecer nuevas reglas. No Cities to Love arroja diez luminosas razones para, si no ver la luz al final del t¨²nel, esperarla sin desfallecer.
Sleater-Kinney. No Cities to Love. SubPop-Popstock!
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