De 'Oz' a 'Growing up Fisher': J.K. Simmons, una bestia televisiva
Se?oras y se?ores, el ganador del Oscar J.K. Simmons. Tras arrasar con todos los premios que se han cruzado en su camino, si hab¨ªa un galard¨®n cantado en la gala del domingo ese era el de este gran secundario. Whiplash ha concedido un merecido reconocimiento a este actor, representaci¨®n de los mejores actores de reparto de Hollywood. De esos a los que conoces, pero no sabes de d¨®nde. Esos que salen cinco minutos y de los que no puedes apartar la vista. Esos que hacen cualquier pel¨ªcula mejor.
Para muchos, Simmons nunca podr¨¢ escapar de la sombra de J.Jonah Jameson, el malhumorado jefe de Peter Parker en la trilog¨ªa de Spiderman de Sam Raimi (su voz se oye en la plana mayor¨ªa de las series animadas de Marvel, desde Los Vengadores a Hulk: Agentes de SMASHy Ultimate Spiderman), pero es adem¨¢s uno de los fetiche de directores como Jason Reitman o los hermanos Coen. Calvo, con bigote o con peluqu¨ªn. En Quemar despu¨¦s de leer era el director de la CIA; en Up in the Air, uno de los m¨¢s dram¨¢ticos empleados despedidos; en Juno, el padre comprensivo; en Ladykillers, uno de los torpes ladrones a las ¨®rdenes de Tom Hanks y en Gracias por fumar, el jefe tabacalero. Eso s¨ª, Simmons es una bestia televisiva. Una que se ha asomado por todas las series habidas y por haber. Un trabajador nato que viv¨ªa y com¨ªa gracias a roles secundarios e invitados. Ha sido polic¨ªa, presidiario nazi, militar cabreado y padre de sitcom. Ahora, con un Oscar bajo el brazo, la temporada de pilotos puede regalarle magn¨ªficos personajes protagonistas. Hasta entonces, echemos la mirada al pasado.
Polic¨ªas, militares y psic¨®logos
Si tu carrera interpretativa se desarrolla en Nueva York y te gusta la televisi¨®n, no eres nadie si no has sido un cad¨¢ver, un juez o un polic¨ªa en la franquicia Ley y Orden. En el caso de un actor con el talento de Jonathan Kimble Simmons, puedes permitirte el lujo de contar incluso con varios personajes en el universo criminal de Dick Wolf. Fue el psiquiatra Emil Skoda el que le hizo famoso, aunque ya se hab¨ªa asomado por las cortes con un secundario durante la cuarta temporada de la serie central o con un coronel (y criminal) en Homicidio, la rompedora y olvidada serie basada en un libro de David Simon y situada en Baltimore que cruzaba su camino habitualmente con la mucho m¨¢s cl¨¢sica sede neoyorquina.
Su reservado Emil Skoda fue durante mucho tiempo el testigo experto en psiquiatr¨ªa al que llamar cada vez que el equipo legal de Ley y Orden necesitaba a un testigo experto, o cada vez que los polic¨ªas ten¨ªan que hacer un perfil psicol¨®gico de un criminal. Simmons interpret¨® al personaje en m¨¢s de 40 episodios de la serie madre, en seis episodios del spin-off (todav¨ªa en antena) Ley y Orden: Unidad de V¨ªctimas Especiales e incluso en la ef¨ªmeraLaw & Order: Criminal Intent. En total, 15 a?os interpretando este papel recurrente.
La comedia que no llega
¡°Este a?o ha sido incre¨ªble. He protagonizado una pel¨ªcula llamada Whiplash e interpret¨¦ a un abogado ciego en Growing Up Fisher, una serie que fue¡ cancelada. Y tambi¨¦n soy la voz del M&M amarillo¡± (en EE UU es reconocible por ser carne de anuncio). As¨ª se present¨® JK Simmons cuando el pasado enero hizo de anfitri¨®n de Saturday Night Live. Cualquier actor tiene una espinita clavada. La de Simmons tiene forma de sitcom.
Su ¨²ltima comedia pas¨® casi inadvertida por la parrilla de NBC, que decidi¨® relegarla a la midseasonpese a tener a Jenna Elfman, una de las antiguas reinas de la comedia, como protagonista. Simmons era el epicentro de una comedia familiar autobiogr¨¢fica con un peque?o giro. Su personaje era ciego. El humor de Mr. Magoo nunca pas¨® de moda.
Growing Up Fisher no era su primer intent¨® de explotar la profundidad de su voz y su car¨¢cter irascible para hacer re¨ªr. Un a?o antes ya tuvo un papel paternal en Family Tools, una sitcom familiar de lo m¨¢s cl¨¢sica que lo pon¨ªa en la piel de un viejo manitas que, tras sufrir un infarto, se ve¨ªa obligado a ceder las llaves de su negocido a su hijo fracasado. La serie de ABC no pas¨® de los diez episodios. Entre tanto, Simmons prob¨® suerte, adem¨¢s, con un papel recurrente en la comedia de perfil bajo Men at Work, en TBS, que acaba de ser cancelada tras tres temporadas.
Mientras le dejan volver a protagonizar una nueva telecomedia, el actor ha tenido la oportunidad de probar suerte con invitados en Arrested Development, Party Down, Raising Hope o Parks & Recreation. La f¨®rmula siempre es similar: un rol de autoridad (un general, un alcalde¡) y gritar mucho.
El presidiario nazi
Duro, sin coraz¨®n, ni remordimientos. Su personaje en Whiplash es uno de esos antagonistas terror¨ªficos a los que solo nos gusta odiar en la ficci¨®n. Su interpretaci¨®n sorprendi¨® a muchos. A todos los que no hubieran disfrutado antes con su interpretaci¨®n deOz, la descarnada serie presidiaria de HBO a cuyo lado Orange is the New Black es Dos hombres y medio.
Con unos m¨²sculos marcados bajo su pegada camiseta, VernonSchillinger aterrorizaba al espectador ya en los primeros minutos de la serie. El abogado Tobias Beecher (otro secundario habitual de la peque?a pantalla, Lee Tergesen), un preso que parec¨ªa cabal y formal, hab¨ªa atropellado a una ni?a tras una noche de borrachera. Ahora se enfrentaba a una de las prisiones m¨¢s duras de EE UU. El primer compa?ero que se prest¨® a ayudarle era Schillinger, el m¨¢ximo l¨ªder de la hermandad aria. Un hombre que promet¨ªa protegerle, a cambio de que se convirtiera en su compa?ero sexual. As¨ª comenzaba una guerra de golpes y venganza que llevar¨ªa a ambos a convertirse en verdaderos monstruos.
Hay que tener el est¨®mago preparado para ver Oz (1997-2003), guionizada por Tom Fontana (showrunner precisamente de Homicidio). Muchos no podr¨¢n aguantar el constante maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico de Schillinger o la ca¨ªda en los infiernos de Beecher (que llega a cagarse en la cara de su enemigo), pero si lo hacen descubrir¨¢n algunas de las interpretaciones m¨¢s intr¨¦pidas y algunas de las tramas m¨¢s sorprendentes de la televisi¨®n. Historias de odio, venganza, amor, redenci¨®n, drogas y maldad que nadie se atrevi¨® a tratar antes o despu¨¦s. Una profunda cr¨ªtica al mal end¨¦mico del sistema presidiario estadounidense. El primer grito rompedor de una HBO en ciernes, previo aLos Soprano o Sexo en Nueva York. All¨ª dieron rienda suelta a su talento actores como Ernie Hudson (el cazafantasma negro), Dean Winters, Terry Kinney, Rita Moreno (oscarizada porWest Side Story), Harold Perrineau, Eamonn Walker, Lauren V¨¦lez, Kirk Acevedo, BD Wong, Edie Falco, Christopher Meloni, Zeljko Ivanek, David Zayas, Seth Gilliam, Luis Guzm¨¢n, J.D. Williams, Lance Reddick, Reg E. Cathey, Patti LuPone, Joe Grey (el maestro de ceremonias de Cabaret) y Adewale Akinnuoye-Agbaje, incluso Luke Perry, de Sensaci¨®n de vivir. Todos nombres a los que tener en cuenta a la ¨¦poca dorada de la televisi¨®n que estaba por venir.
Con el tiempo descubrimos el lado m¨¢s humano del s¨¢dico Schillinger, que antepon¨ªa el bienestar de sus hijos (delincuentes menores) al suyo. En el cruel mundo de prisi¨®n, a veces esto significaba quitarlos de en medio.Oz pod¨ªa ser en ocasiones tan extra?a que la pareja de enemigos acab¨® cantando un singular d¨²o musical. Sus complicados personajes se atrevieron hasta a compartir planos con Seinfeld en Saturday Night Live.
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