Peque?a magnitud

Las corridas de toros son cultura. A m¨ª lo ¨²nico que me sorprende y me preocupa es que los libros no tengan cuernos.

Debo al pesimismo algunos de los instantes m¨¢s dichosos de mi vida.

?Qu¨¦ listo es el olvido! Deber¨ªamos encargarle la confecci¨®n de nuestros trajes. No s¨¦ c¨®mo se las arregla, pero a todo el mundo le encuentra su medida.

Comprendo que equipares la existencia con la n¨¢usea; pero, por favor, si vas a vomitar hazte a un lado.

?De qu¨¦ te sirve negar el tiempo si al mismo tiempo no descuelgas el espejo de la pared?

Es el inconveniente de ser libre, que est¨¢ uno todo el santo d¨ªa condenado a tomar decisiones.

En pol¨ªtica, como en todo, lo contrario de un golpe con el pu?o derecho no es un golpe con el pu?o izquierdo, sino un abrazo.

Juzgo improbable que los peces sean capaces de concebir un dios seco.

Como S¨®crates, s¨®lo s¨¦ que no s¨¦ nada, si bien con el agravante de que, conforme transcurren los a?os, tambi¨¦n se me est¨¢ olvidando lo que nunca he sabido.

Me puedo imaginar el asco invencible que se apodera de las ara?as cada vez que encuentran una sopa en la mosca.

D¨¦jate de deporte, verduritas y mandangas. De la vejez s¨®lo te librar¨¢ una muerte prematura.

No tengo nada en contra de que me dirijan cr¨ªticas negativas. Pues eso faltaba, privar a la gente de su leg¨ªtimo derecho a equivocarse.

A medida que me educo voy perdiendo pujanza revolucionaria.

Un libro no es s¨®lo lo que hay en ¨¦l, tambi¨¦n lo que a uno se le ocurre mientras lo lee. Por eso hay libros ostensiblemente ligeros o triviales que, sin embargo, pueden dejarnos una huella m¨¢s honda que otros de mayor densidad intelectual o literaria.

He buscado afanosamente, entre las diversas manifestaciones patri¨®ticas, la m¨¢s elevada, al mismo tiempo la m¨¢s sincera y genuina; una manifestaci¨®n de tal pureza que ni siquiera un consumado actor la podr¨ªa fingir. Tras larga b¨²squeda he dado finalmente con ella. Ahora s¨¦ que el acto supremo de patriotismo consiste en el pago honrado de los impuestos.

A poco que uno se pare a pensar, descubrir¨¢ que la experiencia de morir dista mucho de aprovechar a la persona que muere. Se mire por donde se mire, la muerte es una p¨¦rdida de tiempo.

Quien mucho se queja, en mucho se tiene.

Me fui a vivir lejos de casa para no tener que viajar.

?No ser¨¢, ahora que sabemos a ciencia cierta que la posteridad no es nada, cuando se hace de veras apasionante tratar de perpetuarse en ella?

Por tu bien, amigo, no confundas el sosiego con la mansedumbre si no quieres que se te suban a la espalda y te claven las espuelas.

No descarto la posibilidad de que alg¨²n d¨ªa se me recuerde como el hombre de quien todo el mundo se olvid¨®.

?Necesitas urgentemente un motivo de risa? Muy f¨¢cil. Haz una lista de los actos heroicos que llevaste a cabo en la vida. No falla.