Harper Collins y Edicions 62 editar¨¢n la secuela de ¡®Matar a un ruise?or¡¯
La novela in¨¦dita de Harper Lee, 'Go Set a Watchman' se publicar¨¢ en espa?ol y catal¨¢n este oto?o
La editorial estadounidense Harper Collins editar¨¢ en Espa?a la novela in¨¦dita de Harper Lee: Go Set a Watchman (Ve aposta a un centinela). Se trata del embri¨®n y a la vez la secuela del cl¨¢sico estadounidense de Harper Lee, Matar a un ruise?or,? su ¨²nica novela conocida y publicada en 1960.Harper Collins, que acaba de desembarcar en Espa?a, tiene tambi¨¦n los derechos de la autora para EE?UU y ahora los poseer¨¢ para todo el mundo castellanohablante en cualquier soporte. Todo queda en casa.
La versi¨®n en catal¨¢n ha sido adjudicada a Edicions 62, del Grupo Planeta, que publicar¨¢ el libro en todos los formatos en esa lengua (tapa dura, bolsillo y libro electr¨®nico). Se sospecha que la subasta por hacerse con estos derechos editoriales alcanz¨® las siete cifras.
Se trata del acontecimiento literario de los ¨²ltimos a?os que los lectores en espa?ol podr¨¢n disfrutar en oto?o. La edici¨®n en el mundo anglosaj¨®n es el 14 de julio.Pilar Beltr¨¢n, de Edicions 62, espera ponerse de acuerdo con Harper Collins para tratar de hacer coincidir la publicaci¨®n. La editora dice que ¡°se ha hecho justicia¡± porque su editorial sac¨® en 2006 la primera edici¨®n en catal¨¢n de Matar a un ruise?or, que se relanzar¨¢. Los derechos de esta novela en tapa dura en castellano estaban libres y tambi¨¦n se ha quedado con ellos Harper Collins. Esta editorial, con sede en Madrid, aprovecha la estructura de Harlequin, l¨ªder en novela rom¨¢ntica, y se convirti¨® en el 16? grupo editorial del mundo al haber adquiri¨® en mayo el sello a la multinacional canadiense Torstar (42)?.
La adjudicaci¨®n de los derechos de Go Set a Watchman la ha hecho la agencia literaria brit¨¢nica Andrew Nurnberg Asociados, que tiene los derechos de Harper Lee. Desde la aparici¨®n del in¨¦dito, el 3 de febrero pasado, la agencia empez¨® una subasta con las editoriales que quer¨ªan quedarse con la novela. ¡°Todos han entendido¡±, afirma Beltr¨¢n, ¡°que en Edicions 62 hab¨ªamos hecho un buen trabajo. Han confiado en el equipo hist¨®rico¡±.
Hermetismo, especulaci¨®n y misterio han rodeado el manuscrito y la negociaci¨®n realizada en la sede de la agencia londinense. Hasta all¨ª, durante tres semanas, peregrinaron los principales editores del mundo para leer el libro y participar en la subasta. Antes de eso debieron firmar un contrato de confidencialidad que impide revelar detalles de la novea y de la negociaci¨®n.
Pese a ello, se supo del ritual surgido en esos 20 d¨ªas alrededor de la subasta. Los editores debieron acercarse a la agencia con cita previa. En horas distintas para evitar que se cruzaran. Firmaron la confidencialidad. Les retiraron los m¨®viles y bol¨ªgrafos o cualquier cosa con la que pudieran tomar notas. Los hicieron pasar a uno de los salones y solos, con el el manuscrito de hojas sueltas, leyeron la novela.
Harper Lee, con 88 a?os, vive en Monroeville (Alabama), su ciudad natal, en una residencia de ancianos, la misma localidad donde en los a?os cincuenta escribi¨® Go Set a Watchman. Solo que sus hojas se extraviaron despu¨¦s de que ella siguiera el consejo de su editor, Tay Hohoff. Le sugiri¨® que recondujera esa historia contada por una joven veintea?era sobre la igualdad, los derechos civiles y la amistad desde el punto de vista de cuando esa mujer era ni?a y la llamaban Scout. As¨ª naci¨® Matar a un ruise?or.
El ¨¦xito acompa?¨® a la novela casi desde el mismo 11 de julio de 1960, cuando lleg¨® a las librer¨ªas. Y ese ¨¦xito arroj¨® olvido sobre el embri¨®n original. Hasta que el verano pasado aquellas p¨¢ginas aparecieron debajo del manuscrito del cl¨¢sico estadounidense. En esos folios, Scout, vive en Nueva York, y un d¨ªa viaja a ver a su padre, Atticus Finch, al poblado de Maycomb.
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