El Prado exhibe el fulgor de ¡®La Lechuga¡¯ y sus 1.485 esmeraldas
La pieza de orfebrer¨ªa del siglo XVIII sale por primera vez de Colombia
Narra la leyenda que un sacerdote jesuita la lleg¨® a ocultar bajo su cama. El caso es que durante mucho tiempo se dio por perdida la custodia de la Iglesia de San Ignacio de Bogot¨¢, una extraordinaria pieza de orfebrer¨ªa del siglo XVIII conocida popularmente como La Lechuga por el color verde de sus 1.485 esmeraldas, de alt¨ªsima pureza. Su autor fue el espa?ol Jos¨¦ Galaz, quien tard¨® siete a?os en realizar una de las joyas religiosas m¨¢s valiosas y emblem¨¢ticas de Latinoam¨¦rica, elaborada con cinco kilos de oro y un total de 1.700 piedras preciosas, entre diamantes, perlas, amatistas, rub¨ªes, un zafiro y un topacio, adem¨¢s de las esmeraldas, de las que Colombia es el mayor productor del mundo.
La Lechuga se exhibe desde ayer en el Museo del Prado con motivo de los actos paralelos organizados por Colombia, pa¨ªs invitado en la reciente feria Arco, y en coincidencia con la visita de Estado a Espa?a del presidente colombiano, Juan Manuel Santos. Es la primera vez que esta destacada pieza del culto cat¨®lico en la que se expone la hostia consagrada sale del pa¨ªs americano.
¡°Se empez¨® a hacer en 1700 por encargo de los jesuitas, que fueron expulsados tres veces de la antigua Nueva Granada [el nombre colonial de Colombia]. Por eso se perdi¨® su rastro durante un tiempo. A mediados de los a?os ochenta, los jesuitas nos ofrecieron la pieza que fue adquirida por 2,5 millones de d¨®lares [2,2 millones de euros]¡±, explic¨® Efra¨ªn Tria?o, director de la Unidad de Arte y otras Colecciones del Banco de la Rep¨²blica, que custodia la joya. La pieza est¨¢ tasada en la actualidad entre los tres y los cuatro millones de d¨®lares, seg¨²n los seguros.
El director del Prado, Miguel Zugaza, recalc¨® que es ¡°un sue?o¡± poder contar con una obra excepcional ¡°que permite viajar a ese Dorado que fue Am¨¦rica¡±, informa Efe. Record¨® que en el a?o 2019, Colombia celebrar¨¢ el segundo centenario de su independencia, y el Prado el de su apertura al p¨²blico, lo que proporcionar¨¢ ¡°la oportunidad de colaborar¡± otra vez.
Sol, vid y ¨¢ngeles
La Lechuga se muestra hasta el 31 de mayo en la sala 18 A del edificio de Villanueva, en una urna rodeada de obras de Claudio Coello, Herrera El Mozo y Antol¨ªnez, autores de pinturas ¡°din¨¢micas, coloristas y arrebatadas¡±, con las que la joya comparte riqueza, cromatismo y esplendor, en opini¨®n de Javier Port¨²s, conservador del Prado. Comisario cient¨ªfico de la exposici¨®n, integrada en el programa La obra invitada, patrocinado por la Fundaci¨®n Amigos de la pinacoteca, Port¨²s destac¨® el valor econ¨®mico y simb¨®lico de esta ¡°obra maestra de la historia del arte colombiano y la ¨²nica que se conoce de su autor¡±.
La custodia, que representa el sol, la vid y los ¨¢ngeles, fue protegida por los sacerdotes jesuitas y logr¨® sobrevivir ¨ªntegra durante tres siglos a pesar de las expulsiones de los miembros de la orden fundada por Ignacio de Loyola ordenadas en Colombia por Carlos III en 1767 y los presidentes Jos¨¦ Hilario L¨®pez en 1850 y Tom¨¢s Cipriano de Mosquera en 1861. Solo hasta fines del siglo XIX, cuando los bienes confiscados le fueron devueltos a la orden, la custodia volvi¨® a exponerse en la iglesia de San Ignacio de Bogot¨¢.
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