El sue?o enfermo de Hollywood
Escritor, guionista, ocasional director y disc¨ªpulo de Carlos Castaneda, Bruce Wagner ha mantenido una relaci¨®n siempre conflictiva con Beverly Hills que ha cristalizado en una obra mordaz, pero condenada, hasta ahora, a ser insidiosa nota a pie de p¨¢gina en esa tradici¨®n de pesadillas sobre Hollywood en la que conviven Billy Wilder (El crep¨²sculo de los dioses), Robert Aldrich (La leyenda de Lylah Clare), David Lynch (Mulholland Dr.), Ray Bradbury (Cementerio para lun¨¢ticos) y el historietista Kim Deitch (Hollywoodland). Como ch¨®fer de limusinas, Wagner asisti¨® a la conversi¨®n de Juliette Lewis a la Cienciolog¨ªa, experiencia que le inspirar¨ªa la novela gr¨¢fica, dibujada por Julian Allen, Wild Palms, que Oliver Stone convertir¨ªa en miniserie en 1993, a la sombra del fen¨®meno de Twin Peaks.
Maps to the Stars, la pel¨ªcula que ha realizado David Cronenberg a partir de un guion que Wagner ha ido puliendo a lo largo de diez a?os, es la depuraci¨®n de todas las iluminaciones integradas en Wild Palms y, al mismo tiempo, el refinamiento de ese exc¨¦ntrico sentido del humor del que tuvimos primera noticia cuando el guionista trasplant¨® el esp¨ªritu de La regla del juego (1939) al chirriante universo del glamur patol¨®gico en Escenas de la lucha de sexos en Beverly Hills (1989) de Paul Bartel.
Wagner ha encontrado en Cronenberg al perfecto lector de su universo disfuncional: la mirada cl¨ªnica del canadiense sublima en g¨¦lida armon¨ªa de hilo musical e iguala en monocorde y obsesivo zumbido de aparato de aire acondicionado los dispares tonos de este cuento de fantasmas, que es, tambi¨¦n, s¨¢tira inclemente, melodrama retorcido y relato tr¨¢gico. Una extra?a toxina (Mia Wasikowska) se infiltra en los intersticios de dos universos endog¨¢micos ¡ªel de una estrella madura (Julianne Moore) con trauma materno a cuestas y el de un ni?o prodigio (Evan Bird) con padre terapeuta y pasado polit¨®xico¡ª para desvelar la enfermedad que los define y cerrar un c¨ªrculo fatal.
Explorando el v¨ªnculo entre inconsciente, tragedia ¡ªentendida, seg¨²n Piglia, como ¡°forma que establece una tensi¨®n entre el h¨¦roe y la palabra de los muertos¡±¡ª y follet¨ªn (a lo Manuel Puig), Cronenberg parece divertirse como nunca lo hab¨ªa hecho en esta, su precisa, clara y consecuente etapa de madurez.
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