Al banquillo
En esa car¨ªsima televisi¨®n que pagamos obligatoriamente, dedican su atenci¨®n a Rajoy, pero no para preguntarle sobre la decisi¨®n del p¨¦rfido juez Ruz sobre G¨¹rtel
Durante la ma?ana del viernes leo en la prensa algo que adem¨¢s de necesario tambi¨¦n es venturoso. Informan del procesamiento de 40 miembros de la pol¨ªtica y el empresariado, profesiones l¨®gicamente fraternales, por la repugnante movida de G¨¹rtel. Deben de existir muchas como esa que la plebe jam¨¢s conoceremos, pero nos conformamos con un poquito de justicia, sin exageraciones, la m¨ªnima, para frenar la alarma social y seguir creyendo algo tan c¨®mico como que los buenos van al cielo y los malos al trullo. Las televisiones hablan de ello. El informativo de laSexta (aviesa promotora de los monstruos de Podemos, con los que todo dios que tiene algo suculento y ancestral que perder se ha puesto de acuerdo en que se comer¨¢n a los ni?os, quemar¨¢n las iglesias, montar¨¢n otro Gulag, invocar¨¢n al diablo en aquelarres bajo la luz de la luna y cosas peores) comienza hablando del tema, intentando en vano que el mudo Rajoy d¨¦ su opini¨®n sobre el procesamiento de tantos y entra?ables compa?eros de partido, un negocio en el que hasta el m¨¢s tonto pillaba algo sabroso, incluidos los sobrecillos mensuales para afrontar la dura vida.
A las tres de la tarde conecto con el telediario de La 1, a ver qu¨¦ cuentan. Escucho los titulares y descubro que entre las toneladas de informaci¨®n trascendente que acumulan, han tenido un olvido mental que presagia alguna enfermedad neuronal o el alarmante comienzo del alzh¨¦imer.
En esa car¨ªsima televisi¨®n que pagamos obligatoriamente sin tener claro para qu¨¦ sirve, dedican inicialmente su atenci¨®n a Rajoy, pero no para preguntarle qu¨¦ opina sobre la decisi¨®n del p¨¦rfido juez Ruz sobre G¨¹rtel, sino para informarnos de que el gran timonel se encuentra en Zaragoza, preocupad¨ªsimo por las inundaciones del Ebro. Un r¨®tulo nos asegura que el Gobierno se volcar¨¢ en sus ayudas para paliar el desastre. Y apago la tele estatal. A lo mejor, han reservado lo de G¨¹rtel para el final.
La desverg¨¹enza excesiva me produce estupor. Cualquier espectador con dos dedos de frente enrojec¨ªa ante Telemadrid, esa finca de la zarzuelera e incorruptible Aguirre. Han llegado a TVE con el m¨¦todo sabido. No necesitan improvisar. Y trato de imaginar el tratamiento de Canal Sur sobre los ERE o el de TV3 sobre el pujolismo. Mejor no.
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