La reelecci¨®n de Acosta mantiene abierta la guerra dentro de la SGAE

Mismo presidente. E id¨¦nticos problemas. La primera reuni¨®n de la nueva junta directiva de la SGAE, salida de las elecciones del pasado 26 de febrero, ha dejado un escenario inmutado. El organismo ha reconfirmado a Jos¨¦ Luis Acosta al frente con 24 votos a favor y 14 en contra, seg¨²n fuentes de la entidad -hay 39 miembros, faltaba la cineasta In¨¦s Par¨ªs-. Y la nueva legislatura arrastra todos los obst¨¢culos y los enfrentamientos que paralizaron la anterior, terminada con la convocatoria de elecciones anticipadas. ¡°Va a ser muy complicado¡±, se?ala un socio af¨ªn a Acosta.

El nuevo, viejo presidente ha anunciado, en una rueda de prensa tras su nombramiento, que tras la Semana Santa, habr¨¢ una bater¨ªa de propuestas con el objeto de que la SGAE vuelva a su origen de entidad de gesti¨®n, de tal forma que el socio "se sienta orgulloso de pertenecer a ella", seg¨²n Efe. Acosta ha reconocido lo dif¨ªcil que es el consenso dentro de la entidad, pero se ha mostrado confiado en el "sentido com¨²n": "Nos jugamos mucho en estos a?os". Tambi¨¦n ha agregado que "obviamente" se bajar¨¢ el sueldo, que actualmente roza los 200.000 euros, tal y como prometi¨® en una entrevista con este diario.

El guionista y director (?beda, 1961) asumi¨® el liderazgo de la entidad en verano de 2013, despu¨¦s de que la junta cesara a Anton Reixa. Tan solo un a?o despu¨¦s, su gesti¨®n fue castigada en una Asamblea que rechaz¨® las cuentas y le oblig¨® a convocar elecciones. Esos comicios acabaron con la victoria de sus candidatos en dos de los cuatro colegios, Gran Derecho (artes esc¨¦nicas) y Audiovisual, adem¨¢s de los Editores que tambi¨¦n le apoyan. Sin embargo, el grupo de Peque?o Derecho (los m¨²sicos) vot¨® masivamente a favor del principal opositor, Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n, y lamenta que, pese a ser el 82% de los socios y suponer un 70% de la recaudaci¨®n, su opini¨®n quede en segunda fila. Entre otras cosas, subrayan que su colegio suma m¨¢s votos que los otros tres juntos, as¨ª como que su candidato recibi¨® el doble de consensos que Acosta. Sastr¨®n, por cierto, tendr¨¢ que conformarse una vez m¨¢s con la vicepresidencia.

El bando del presidente pinta otra realidad, con la reedici¨®n de la gran guerra que incendia a la entidad: como en la SGAE los votos son proporcionales a la recaudaci¨®n, aseguran, tanto apoyo a Sastr¨®n procede de la llamada Rueda, aquellos socios que se enriquecen gracias a la m¨²sica emitida en programas televisivos de madrugada y que quieren perpetuar el statu quo. Entre dos versiones, hay una certeza: solo vot¨® el 11,85% del censo electoral, es decir, 2.582 miembros de los 21.778 con derecho a participar.

¡°Hay que hacer que la casa sea ingobernable¡±, amenaza un socio cr¨ªtico con Acosta. Otro, tambi¨¦n contrario al presidente, se muestra m¨¢s moderado: ¡°O impera la cordura o esto se rompe¡±. Sea como fuere, todos los consultados auguran cierta par¨¢lisis, a menos que por una vez gane la sensatez. Una de las esperanzas, eso s¨ª, se halla en que 26 de los 39 miembros de la junta directiva son caras nuevas, que acceden por primera vez al gobierno de la entidad.

Ante ellos, el reto may¨²sculo de resolver los problemas que hunden a la SGAE desde que, en verano de 2011, la Guardia Civil entr¨® en la sede madrile?a de la entidad y detuvo a su presidente, Eduardo Teddy Bautista, acusado de apropiaci¨®n indebida. Primero, todav¨ªa quedan por aprobar las cuentas de 2013. El documento financiero, con p¨¦rdidas por cinco millones y una ca¨ªda de los ingresos del 3,2%, ser¨¢ presentando otra vez en verano ante la Asamblea, junto con las cuentas para 2014.

La SGAE ha de resolver unas cuantas operaciones m¨¢s de matem¨¢ticas. Acosta en su programa electoral se comprometi¨® a mantener los ingresos de los socios y conf¨ªa en mejorar el sistema de recaudaci¨®n para lograrlo. En contra de su plan, hay multas pendientes por 50 millones entre Hacienda y la Comisi¨®n Nacional de Competencia, que la entidad recurri¨® pero podr¨ªa acabar pagando. Tambi¨¦n est¨¢n los millones que la SGAE gasta en dietas e indemnizaciones, a los que hay que sumar los casi 200.000 euros que cobra hasta la fecha el propio Acosta.

Hay, tambi¨¦n, una venta casi cerrada de los teatros de la SGAE en la Gran V¨ªa madrile?a, Lope de Vega y Coliseum, que solo necesita el ¨²ltimo visto bueno. Y Acosta asegura que la entidad tambi¨¦n est¨¢ cerca de alquilar sus edificios en Sevilla y Buenos Aires, herencia de las inversiones de la era de Bautista. Y por ¨²ltimo, o quiz¨¢s primero, la SGAE tiene que cumplir con lo impuesto por la nueva Ley de Propiedad Intelectual, que establece un plazo de seis meses para la creaci¨®n entre todas las entidades de gesti¨®n de una ventanilla ¨²nica para los usuarios.

De todos modos, cuesta imaginar qu¨¦ habr¨¢ sido de la SGAE tras ese horizonte temporal. Porque un socio del bando de Sastr¨®n se lanzaba ayer a una previsi¨®n inquietante: "No se aprobar¨¢n las cuentas otra vez. En menos de un a?o, elecciones o escisi¨®n".