Media hora de buena radio

Esta ma?ana ha vuelto a la radio Fernando Fern¨¢n-G¨®mez. El gran actor regresa a las librer¨ªas con El tiempo amarillo (Capit¨¢n Swing), su libro de memorias, y a Javier del Pino y a Jos¨¦ Mart¨ª G¨®mez se les ocurri¨® que podr¨ªan hacerlo regresar de la memoria donde se halla el maestro para escucharlo otra vez en la radio. Y durante media hora de radio inolvidable pudimos escuchar en A vivir que son dos d¨ªas un testimonio muy emocionante en el que no falt¨® el maestro y donde abund¨® el genio de los personajes que se sentaron a hablar de ¨¦l en medio del tintineo de las cucharas de una cafeter¨ªa de Madrid. Radio al completo.

Del Pino y Mart¨ª se sirvieron para esa reconstrucci¨®n del modo de ser de Fern¨¢n-G¨®mez de una conversaci¨®n (que la Ser da ahora completa) entre el actor, y disc¨ªpulo de Fernando, Jos¨¦ Sacrist¨¢n, y el director Fernando Trueba. Ha sido media hora de radio de primera calidad, que une al testimonio (sobre Fernando, pero tambi¨¦n el testimonio de los dos conversadores) la emoci¨®n de ver reconstruida la voz y la manera de ser de uno de los m¨¢s importantes protagonistas de la escena (y de la literatura) del ¨²ltimo siglo en Espa?a.

La virtud del programa a?ade un componente que se debe a la sensibilidad de la tambi¨¦n actriz Emma Cohen, la compa?era de Fern¨¢n G¨®mez, que eligi¨® la m¨²sica para subrayar la memoria musical de su marido; en su selecci¨®n no falt¨® ese Caminito que apasionaba al actor y que interpretaron, para el cine, como un homenaje a Fern¨¢n-G¨®mez, Enrique Morente y Bebo Vald¨¦s. La cr¨®nica del momento en que a Fern¨¢n-G¨®mez se le llenaron los ojos de l¨¢grimas cuando escuch¨®, en la pantalla, esa versi¨®n de su canci¨®n m¨¢s querida fue un momento especialmente bello de lo que Trueba cont¨® de su experiencia con ¨¦l.

La conversaci¨®n entre Sacrist¨¢n y Trueba, grabada en una cafeter¨ªa del hermano de este ¨²ltimo, fue genuina y sabrosa, desmont¨® todos los t¨®picos sobre el actor e incluy¨® an¨¦cdotas de ambos que son la salsa y la pimienta de lo que se recuerda de uno de los gru?ones m¨¢s inteligentes de la escena espa?ola. En el programa figur¨® tambi¨¦n, en primer plano, la voz de Fernando, explicando entre otras cosas por qu¨¦ gru?¨ªa a los pesados: para que no le dieran la lata.

La radio es un medio caliente, se basa en la improvisaci¨®n, o en la apariencia de la improvisaci¨®n, y genera en el oyente, cuando se hace bien, la sensaci¨®n de que eso que escucha es lo que tendr¨ªa que estar escuchando siempre; transmite emoci¨®n y alegr¨ªa, alegr¨ªa de escuchar, aunque lo que se cuente sea dram¨¢tico o intenso; la radio tiene, adem¨¢s, la virtud de reconstruir el pasado y, sirvi¨¦ndose de la voz o de la m¨²sica, poniendo en valor lo que ocurri¨® como si estuviera pasando ahora.

Lo grandioso de esta media de hora de radio que acabamos de escuchar es que esa radio es la que so?amos la primera vez que escuchamos la radio. Los protagonistas de la reconstrucci¨®n de este personaje central en la vida literaria, teatral y cinematogr¨¢fica de la Espa?a del ¨²ltimo siglo merecen no s¨®lo el reconocimiento de los que acabamos de escuchar esta media hora sino de los que reparten los premios a los que hacen la buena radio.