Miguel Poveda: vocaci¨®n art¨ªstica ilimitada
Con todo lo que hace, el artista beneficia al flamenco
Cuando Miguel Poveda, con veinte a?os, viaja al Concurso del Festival de La Uni¨®n, el guitarrista Juan Ram¨®n Caro le tiene que ense?ar la cartagenera, que era obligatoria, en el tren que los llevaba. Una vez all¨ª, el legendario cantaor de la tierra, Pencho Cros, que era jurado, cree en ¨¦l y, salt¨¢ndose las normas, le orienta en la interpretaci¨®n de la minera. Al final, el cantaor se lleva la preciada L¨¢mpara, algo que ocurre solo de tarde en tarde.
Sirva esta historia, muy de los inicios del artista, para ilustrar su tremenda capacidad para asimilar e interiorizar los cantes y hacerlos despu¨¦s con una singular fuerza expresiva y completo respeto a los c¨¢nones. En ello hay cualidades innatas, s¨ª, pero tambi¨¦n una gran afici¨®n, algo que en el flamenco, como dec¨ªa Morente, es ¡°un concepto m¨¢s profundo¡±. Es deseo de conocer, pasi¨®n, algo inherente a Poveda, que se acerc¨® a las tierras cantaoras de una manera tan humilde como activa para empaparse de los aires de C¨¢diz o del comp¨¢s de Jerez, donde he presenciado c¨®mo gitanos de la tierra han cantado delante de ¨¦l (con un punto retador, pero sano) y ¨¦l, con un nombre ya, ha sabido responder y ser uno m¨¢s en la fiesta.
La realizaci¨®n profesional m¨¢xima de esa afici¨®n puede que la tuviese con el espect¨¢culo Historias de viva voz, que inaugur¨® la Bienal de Sevilla de 2010. Un recorrido casi ¨¦pico por la historia y la geograf¨ªa del cante a trav¨¦s de las voces que la han llenado. Ya era Miguel un artista reconocido y famoso, y no solo gracias a su exitosa grabaci¨®n de la copla. Y antes de ello, hab¨ªa dado muestras de su inquietud y versatilidad colaborando con Enric Palomar en Los poemas del exilio de Rafael Alberti y por medio del disco Desgla? (2005), tan querido por ¨¦l. Una emocionante obra en la que interpreta en lengua catalana poemas de autores de esa tierra.
Pero hay m¨¢s: est¨¢ su querencia por el tango argentino o el fado y su generosa disponibilidad para participar en cuantos proyectos lo requieran, ya sea en discos (m¨¢s de 60 colaboraciones) o en directos. Una obra que trasciende del flamenco y que, en ¨¦l, no es tenida como una transgresi¨®n y s¨ª como una proyecci¨®n de su vocaci¨®n art¨ªstica, que es ilimitada e innegociable. Con todo lo que hace beneficia al flamenco, porque, entre otras cosas, en todo cuanto emprende deja, de alguna forma, su impronta y condici¨®n flamenca, algo a lo que no piensa renunciar, que se sepa.
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