Las cr¨ªticas de los lectores

Con motivo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, EL PA?S y Babelia organizaron un concurso de cr¨ªtica de libros. Se trataba de rese?ar en un m¨¢ximo de 500 caracteres una obra de cualquier g¨¦nero: novela, poes¨ªa, ensayo...

Estos son los 20 ganadores. Cada uno de ellos recibir¨¢ como premio una suscripci¨®n de un a?o a EL PA?S en Kiosko y M¨¢s.

El cura de Monle¨®n, de P¨ªo Baroja

Por Enrique Goicolea

M¨¢s all¨¢ de Las inquietudes de Shanti And¨ªa y de El ¨¢rbol de la ciencia, hay mucho Baroja. Aventurarse por la prol¨ªfica producci¨®n del escritor vasco depara sorpresas como esta. Baroja se enfrenta aqu¨ª a una de sus bestias negras: la iglesia. Describe la trayectoria de un joven sacerdote: el seminario, su trabajo en un pueblo industrial vasco y su retirada a una aldea de la monta?a sumido en una profunda crisis espiritual. All¨ª llevar¨¢ a cabo la demolici¨®n del montaje teol¨®gico-espiritual de dos mil a?os de cristianismo. Para no perd¨¦rselo.

La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo

Por Renzo Ostolaza

Homosexual, anticat¨®lico, ateo y rabiosamente cr¨ªtico de Colombia, el escritor Fernando Vallejo deslumbra en su novela corta La virgen de los sicarios, donde todos sus demonios internos arriba mencionados afloran a una velocidad trepidante. Con una claridad salvaje, el lector se ve inmerso en el descenso a un infierno que parece imposible de corregir, quedando exhausto¡­ y con ganas de leer m¨¢s. Una obra imprescindible ¨²nicamente para lectores de mente abierta. Recomiendo con fervor esta obra.

Canciones de amor a quemarropa, de Nickolas Butler

Por Cristina Dur¨¢n L¨¢zaro

?Qu¨¦ es Canciones de amor a quemarropa? Un libro dif¨ªcil de olvidar.

?Por qu¨¦?

Porque es una historia sencilla narrada desde la sencillez.

Porque est¨¢ llena de vida.

Porque est¨¢ repleta de sentimientos como: decepci¨®n, envidia, ira, perd¨®n y el amor.

Porque es una historia donde la amistad y la a?oranza son claves.

Porque es aut¨¦ntica.

Porque est¨¢ escrita de manera impecable e intensa.

El autor nos narra la historia del reencuentro de cinco amigos en su madurez. Cinco voces y una sola historia.

Luces de bohemia, de Ram¨®n del Valle-Incl¨¢n

Por Fernando Parra

Pocas lecturas dejan en el esp¨ªritu un poso tal de amargura y desaz¨®n como Luces de bohemia. Es la obra de Valle-Incl¨¢n una luctuosa procesi¨®n de despojos, la agon¨ªa cruel de un tiempo vencido, el de la bohemia literaria, que desfilan anacr¨®nicos y absurdos por una Espa?a podrida, de fanales rotos y luz mortecina que no sabe so?ar. Hasta el humor de la obra esboza una sonrisa que no puede ser m¨¢s que una mueca al enfrentarla a los espejos del callej¨®n del Gato.

Espa?a, de Manuel Vilas

Por Jos¨¦ Luis Lafuente

Espa?a: contundente y c¨¦lebre sustantivo que titula una obra dif¨ªcil de adjetivar. Tampoco es que dicho sustantivo pueda ajustarse plenamente al trabajo del autor, porque m¨¢s que un pa¨ªs, lo que Manuel Vilas nos muestra es su particular universo, fant¨¢stico y genial, en el que las historias inveros¨ªmiles se alternan con nombres o hechos cotidianos, capaces de componer un libro surrealista, salvaje y rebosante del ingenio de un escritor imprevisible.

El pudor del porn¨®grafo, de Alan Pauls

Por V¨ªctor Minu¨¦

Este especie de documento clandestino que es la primera novela de Alan Pauls reeditada 30 a?os despu¨¦s, nos puede parecer una foto-sepia avergonzada por el paso del tiempo, un pu?ado de consignas de juventud, ara?azos desesperados a las vanguardias de ¨¦poca, gadgets narrativos subversivos; todo dispuesto como un ensamblaje indisciplinado pero legible para acceder a la cartograf¨ªa ocultista de los instintos del narrador en estado salvaje.

Nostalgia, de Mircea Cartarescu

Por Fernando Herrera

Soberbia colecci¨®n de narraciones que sorprenden por la riqueza expresiva de sus im¨¢genes y el desbordante uso del lenguaje. Quien aprecie una buena labor de ¡°artesan¨ªa¡± verbal, encontrar¨¢ en este libro una joya.

Los relatos presentan leves similitudes por la recurrencia de personajes y motivos: infancia, adolescencia, enso?aciones on¨ªricas¡­

Evidentes evocaciones borgianas y cortazarianas. La lectura exige cierta perseverancia: solo al final cobra sentido el texto.

Hiroshima, de John Hersey

Por Marina Pall¨¢s

Hiroshima, de John Hersey, es explosiva y de larga duraci¨®n, de esas lecturas que dejan secuelas. Una bomba que estalla dentro del lector: la historia de seis supervivientes de la bomba at¨®mica de 1945. Una novela reportaje en la que Hersey no se conforma con ver la epidermis de la herida si no que desciende al infierno y se adentra sin miedo para llegar al epicentro. El periodista logr¨® despertar la consciencia del horror con una explosi¨®n de humanidad, que se convirti¨® en el arma m¨¢s poderosa.

El monstruo, de Antonio de Hoyos y Vinent

Por Augusto Prieto

Todos los ingredientes para ser una mala novela y no lo es. Un relato sometido a la adjetivaci¨®n exagerada, muestra m¨¢s a un autor atrapado en un movimiento literario -el decadentismo- que escaso de ingenio, t¨¦cnica, o talento. Cierto que el lenguaje est¨¢ exagerado hasta lo grotesco, que tiene una trama d¨¦bil con consecuencias previsibles, y tratamiento de melodrama que culmina en una redenci¨®n que ni el escritor parece creerse. Pero las drogas, el lujo, los excesos, y la presencia de la muerte, encienden faroles atrevidos en la selva de una escritura artificiosa.

Lionel Asbo, de Martin Amis

Por Augusto Prieto

Lionel Asbo se convierte en el paradigma de los sue?os oscuros de una sociedad sometida a los tabloides, a los reallity, a la fama dudosa de algunos personajes, a la tolerancia con la marginalidad y la admiraci¨®n por el desclasamiento. A pesar de cierta confusi¨®n en los explicativos, el escritor brit¨¢nico construye una novela coherente en sus intenciones, pero que va perdiendo pulso una vez trazado el retrato del ambiente. Se alarga innecesariamente en rodeos, jugando con el lector, para dejarnos al final con el regusto de algo que no ha sido solucionado con demasiada brillantez.

La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes

Por Antonio Javier Gonz¨¢lez

La muerte de Artemio Cruz es una lectura llena de vida. Desde el propio lecho, cuando el cuerpo ya no obedece al cerebro y los humores buscan salida, las s¨¢banas se manchan y los gases dejan un tufo a escamas secas, Carlos Fuentes escribe la historia de las oportunidades de un pa¨ªs joven, an¨¢rquico: sus catedrales barrocas, sus minas de oro y plata, sus palacios de tezontle y piedra labrada, su clero negociante, su perpetuo carnaval pol¨ªtico y su gobierno en deuda permanente, sus f¨¢ciles concesiones aduanales para el extranjero de habla insinuante.

El impostor, de Javier Cercas

Por Alejandro Ruiz Criado

Despu¨¦s de Anatom¨ªa de un instante, leer El impostor produce una sensaci¨®n de ejercicio de estilo sin ninguna ambici¨®n ni fuerza. Las expectativas son demasiado grandes pero no se cumplen ni por asomo. La historia en si no dura m¨¢s de 50 p¨¢ginas, pero Cercas se empe?a en estirarla con el recurso de contar exactamente lo mismo una y otra y otra vez. Hay destellos de calidad en los di¨¢logos, uno inventado y otro transcrito, que no permean al resto del texto por tanta repetici¨®n.

El impostor, de Javier Cercas

Por Pedro Blanco

Imagine que Ud. se dedica a contar mentiras y decide escribir sobre la verdad y desenmascarar a un mentiroso compulsivo y narcisista. Imagine que para ello el mentiroso ha de decir la verdad y Ud., muchas mentiras. Imagine que la verdad duele pero que la mentira mata. ?O es al rev¨¦s? Imagine una lucha de poder entre dos grandes mentirosos que pretenden decir la verdad. Javier Cercas miente para decirnos la verdad y escribe una obra literaria extraordinaria (El impostor). Cr¨¦ame, no le enga?o.

Canad¨¢, de Richard Ford

Por Edurne Zabaleta

Un estadounidense narra la historia de los acontecimientos adversos que se produjeron en su vida durante su adolescencia en los a?os 60. La intriga no reside en cu¨¢les fueron estos acontecimientos, se revelan en la primera l¨ªnea de la novela, sino en c¨®mo condicionaron su vida. A trav¨¦s de una prosa introspectiva el lector va descubriendo que lo predecible no tiene lugar y que la vida del protagonista toma un rumbo no pronosticado por lo que le rodea. Canad¨¢ es una historia sobre la resiliencia en la que se muestra c¨®mo es posible ¡°labrarse una vida que vivir¡±.

Catalanes todos, de Javier P¨¦rez And¨²jar

Por Maye Uriostegui

Inspirado en los retazos de memoria que dejan los archivos de la Barcelona franquista, el autor teje una ficci¨®n en la que ¡°saca de la fosa com¨²n de la ignorancia¡± a una galer¨ªa de personajes inveros¨ªmiles por demasiado reales. Pueblo llano, alta sociedad y hasta el General¨ªsimo dan testimonio de una ¨¦poca que se antoja prehist¨®rica. Un retrato coloreado con escatolog¨ªa, humor y el recordatorio de que franquismo y catalanidad no siempre fueron incompatibles.

Dos puntos de vista, de Uwe Johnson

Por Fernando Montes

Dos puntos de vista es probablemente la novela m¨¢s interesante sobre el muro de Berl¨ªn. Un hombre, una mujer, una historia de amor, y de repente un muro que surge y se interpone entre ambos. Una historia que solo podr¨ªa escribir alguien como Uwe Johnson que vivi¨® a los dos lados del muro. La originalidad de alternar el punto de vista de los dos personajes en los sucesivos cap¨ªtulos, la sobriedad de su prosa y la profundidad psicol¨®gica de los personajes la convierten en una obra maestra.

Yahya Hassan, de Yahya Hassan

Por Roc¨ªo Huerta

Yahya Hassan pone en negro sobre blanco, en may¨²sculas y sin signos de puntuaci¨®n, la infancia y juventud de este poeta dan¨¦s de padres palestinos que, a sus 20 a?os, ha revolucionado al mundo occidental con sus versos como latigazos. Hassan escupe, 150 poemas en crudo, los robos en primera persona, sexo, una madre repudiada, drogas, un padre maltratador y maltratado por la falta de cultura y la exclusi¨®n. Es el poeta de la nueva generaci¨®n de Europa, un rapero de realidad.

Las vidas de Dubin, de Bernard Malamud

Por Manuel de las Heras

Dubin es un escritor de biograf¨ªas, est¨¢ casado con una viuda, y ve como su vida da un vuelco cuando se cruza con ¨¦l, Fanny, una joven alocada e inmadura. Malamud nos acerca el mundo del escritor, y al amor tard¨ªo, a los celos, a la consciencia de que la muerte se acerca, a la infidelidad. Para Malamud la escritura no tiene l¨ªmites, su estilo se basa en la libertad absoluta. Sus personajes dudan constantemente pero nos permiten esbozar peque?as sonrisas.

Obl¨®mov, de Goncharov

Por Carmen Pando

¡°?Y la vida para cu¨¢ndo?¡± se pregunta Obl¨®mov en la novela hom¨®nima de Ivan Goncharov. Este joven, cultivado y sensible, es incapaz de hacer nada pr¨¢ctico. Permanece tumbado todo el d¨ªa en el div¨¢n de una habitaci¨®n llena de polvo y vestido con un viejo bat¨ªn oriental. La obra plantea interrogantes que sorprenden por su actualidad, como las servidumbres de la vida social o el trabajo. Obl¨®mov es una bell¨ªsima reflexi¨®n acerca del sentido de la vida y del paso del tiempo.

El viaje a pie de Johann Sebastian, de Carlos Pardo

Por Alejandro Gil

Una buena novela son dos cosas: trama y temblor. Bien lo sabe Carlos Pardo, cuya propuesta de deconstrucci¨®n de la familia como ex¨¦gesis del individuo configura su segunda apuesta en prosa, El viaje a pie de Johann Sebastian. De impronta autobiogr¨¢fica, el narrador detalla la desmembraci¨®n de su familia a partir de la enfermedad del padre. La novela se deja leer entonces como met¨¢fora de un pa¨ªs venido a menos tendente a la autocomplacencia. Una instant¨¢nea perfecta del momento actual.