Carlos Saura, el disfrute del trabajo
Con esta entrevista con el autor de ¡®La caza¡¯ y ¡®El Dorado¡¯ se inicia una nueva serie en la que el periodista cinematogr¨¢fico Diego Gal¨¢n retrata a veteranos maestros del cine nacional
Lleva siempre consigo una c¨¢mara de fotos y una libreta en la que toma notas y dibuja. Fotograf¨ªa todo lo que ve o lo pinta, o pinta sobre sus propias fotograf¨ªas, como ha hecho ya para alg¨²n libro y varias exposiciones. El caso es plasmar la realidad y recrearla. Ahora mismo est¨¢ trabajando sobre otro libro de fotos, que se va a editar muy pronto en Alemania, con aquellas instant¨¢neas que fue tomando durante los a?os cincuenta y sesenta del siglo pasado dando testimonio de una Espa?a anclada todav¨ªa en una ¨¦poca medieval: fotos del horror. ¡°A veces les recuerdo a mis hijos que no deben protestar tanto, porque vienen de aquella Espa?a, de un pa¨ªs medieval. Y no ha pasado tanto tiempo¡¡±.
He hecho siempre la pel¨ªcula que quer¨ªa hacer. En ese sentido, soy un privilegiado¡±
Carlos Saura (Huesca, 1932) se aficion¨® a la fotograf¨ªa desde muy cr¨ªo. Con una c¨¢mara de su padre se dedicaba a retratar a la ni?a de la que estaba enamorado ¡ª¡°yo era muy enamoradizo¡±, recuerda; pero tambi¨¦n retrataba al mismo tiempo todo lo que llamaba su atenci¨®n¡ª, y as¨ª, cuando se propuso dedicarse al cine pose¨ªa una formaci¨®n m¨¢s visual que literaria, nacida de la evidencia. Se dice que es el cineasta de su generaci¨®n con mayor sensibilidad ante el contenido de una imagen. Y ante la m¨²sica: su madre tocaba el piano a diario para no perder el h¨¢bito de la profesi¨®n que hab¨ªa abandonado al casarse, y ¨¦l la escuchaba ensimismado. Es frecuente que en las pel¨ªculas de Saura se vea a ni?os extasiados escuchando a su madre interpretar al piano melod¨ªas, casi siempre nost¨¢lgicas. Y desde luego se han o¨ªdo en sus pel¨ªculas fondos musicales de corte experimental, como cuando en Marat¨®n acompa?aba los juegos ol¨ªmpicos con m¨²sica de ¨®peras. Desde que en 1981 descubri¨® el cine musical con Bodas de sangre, ha buscado y rebuscado en el g¨¦nero, alcanzando en ocasiones cotas extraordinarias. Le entusiasma la danza. De joven era buen bailar¨ªn y de mayor lo que le gusta es ver bailar. Reconoce con algo de pudor que a veces en los rodajes ha repetido tomas solo por el placer de volver a disfrutar de la coreograf¨ªa. ¡°He hecho siempre la pel¨ªcula que quer¨ªa hacer, en ning¨²n caso alguna que no me gustara. En ese sentido soy un privilegiado. Unas han sido buenas, otras malas, otras regulares pero siempre como he querido¡ Cada una forma parte de una etapa de mi vida. Desde luego, no me reprocho nada¡±.
Ahora acaba de terminar otra pel¨ªcula musical, Zonda, sobre el folclore argentino, y est¨¢ preparando una coproducci¨®n sobre la fusi¨®n de la m¨²sica india con el flamenco tomando como justificaci¨®n un viaje que hicieron juntos Vicente Escudero y Ravi Shankar en los a?os treinta. Por otro lado, presentar¨¢ en septiembre en Valladolid un espect¨¢culo en el que tambi¨¦n se va a mezclar la m¨²sica india con el flamenco. Y tiene igualmente entre manos una pel¨ªcula sobre la m¨²sica aragonesa, mientras sigue esperando el comienzo del deseado proyecto 33 d¨ªas, sobre el proceso de creaci¨®n del Guernica, de Picasso. Formar¨ªa parte este proyecto de lo que ¨¦l llama ¡°ensayos sobre personajes¡±, es decir, las pel¨ªculas que ha hecho tomando como referencia a Jos¨¦ Mar¨ªa El Tempranillo (Llanto por un bandido), Borges (El sur), San Juan de la Cruz (La noche eterna), Lope de Aguirre (El Dorado), Goya (Goya en Burdeos), Bu?uel (Bu?uel y la mesa del rey Salom¨®n) o Mozart (Io, don Giovanni). ¡°No s¨¦ si 33 d¨ªas ser¨¢ mi ¨²ltima pel¨ªcula, y acabar¨¦ mi carrera con una sobre Picasso...¡±.
Es decir, Carlos Saura no se est¨¢ quieto. Ha cumplido 83 a?os, tiene siete hijos y unas 40 pel¨ªculas. ¡°He cumplido¡±, dice con iron¨ªa, pero se queda mano sobre mano. Por si fuera poco est¨¢ pensando en escribir una obra de teatro¡ ¡°Si veo que no puedo hacer otra cosa cojo una c¨¢mara por mi cuenta y hago una pel¨ªcula. Lo que me importa es el trabajo y disfrutar con ello¡±. Confiesa que no puede dedicarse a todo lo que le apetece, ni siquiera a ver las pel¨ªculas que le gustar¨ªa: ¡°Es que entonces no podr¨ªa escribir, pintar, dibujar, leer, hacer fotos¡¡±. Pero tiene en su casa una salita de proyecci¨®n en la que ve pel¨ªculas a solas, como le gusta a ¨¦l, sin bullicio.
En Espa?a no siempre ha ca¨ªdo bien su trabajo. Su ¨¦xito naci¨® en los festivales de Cannes y Berl¨ªn, mientras que la cr¨ªtica local despreciaba su cine, o poco menos. ?l mismo reconoce que sufri¨® un ensa?amiento (¡°Aqu¨ª siempre se ha enfrentado a dos figuras, eras de uno o del otro, de Joselito o de Belmonte, de Bardem o de Berlanga¡¡±), y que ahora le est¨¢ yendo mejor: ¡°Me atacan mucho menos, debe de ser por la edad¡±. Y lo que son las cosas, este a?o hasta los informadores cinematogr¨¢ficos espa?oles le han dado su premio de honor. ¡°?La de vueltas que da el mundo!¡±, dice medio ri¨¦ndose, pero cortando enseguida: ¡°No me gusta hablar del pasado¡±. En su opini¨®n, a veces ocurre que hay pel¨ªculas que no coinciden con su momento, ¡°o que si tienes un ¨¦xito, a la siguiente que haces te ponen verde, son cosas de nuestro pa¨ªs¡±.
¡°El cine no tiene por qu¨¦ no ser complejo¡±, dijo en una ocasi¨®n y se le echaron encima por usar met¨¢foras o s¨ªmbolos, es decir, por huir del costumbrismo y de las historias lineales, hacer lo que ¨¦l llama cine experimental. ¡°Es una palabra que est¨¢ muy mal vista, como la del ensayo, echan para atr¨¢s. Hay que entenderlo en un sentido mucho m¨¢s amplio, en el de que uno tiene que comprometerse con b¨²squedas personales de cosas que te interesan profundamente¡±.
¡°El cine est¨¢ especialmente preparado para manejar met¨¢foras, jugar con el tiempo, mezclar los espacios y los tiempos, los sue?os, las alucinaciones, otra realidad¡¡± Y as¨ª hizo pel¨ªculas en las que se hablaba a su manera de la guerra civil (La caza), la familia (Pajarico), los marginados (Deprisa, deprisa), la represi¨®n (Ana y los lobos), la iglesia (La prima Ang¨¦lica), la memoria (El jard¨ªn de las delicias)...
¡°Me acusaban de mon¨®tono o repetitivo, y ahora de disperso; yo creo que todo puede deberse a una curiosidad infinita¡±. Cuando el proyecto no cuaja lo transforma, como hizo con el guion de Esa luz, que iba a ser su testimonio sobre la Guerra Civil, que finalmente fue editado en forma de novela. Trabaja los proyectos con una ilusi¨®n casi adolescente, armado siempre con la c¨¢mara y esas libretas en las que va dibujando cada pel¨ªcula ¡°sobre todo cuando viajo en tren o en autob¨²s¡±. Pero no dibuja los planos que va a rodar sino ideas m¨¢s vagas. No es una gu¨ªa para el trabajo sino una nueva fuente de placer.
Antes hab¨ªa recordado una frase de Julio Cort¨¢zar que le gusta mucho, hasta el punto de hacerla suya: ¡°Insiste en tus errores porque esa es tu verdadera personalidad, y de ello saca partido¡¡±.
Babelia
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