"Espa?a no es una tragicomedia. Es un sainete"

El camerino n¨²mero uno del Teatro Espa?ol lo ocupa estos d¨ªas un actor de gruesa figura y andares acelerados que, desde ayer y hasta el pr¨®ximo 19 de abril, interpreta al Rey Fernando VII en una ¨¢cida comedia titulada Tr¨¢gala, Tr¨¢gala. Se llama Fernando Albizu (Vitoria, 1963) y, poco antes de comenzar un ensayo de seis horas de duraci¨®n, se seca el sudor de la frente, se quita la camiseta, se enfunda en el uniforme de Capit¨¢n General de su Cat¨®lica Majestad y posa con cara de pillo para el fot¨®grafo.

¡°La situaci¨®n de aquella ¨¦poca es muy parecida a la de hoy. Puede haber sutiles diferencias, pero la base es la misma: crisis econ¨®mica, corrupci¨®n, revoluci¨®n social, monarqu¨ªa tambaleante, ate¨ªsmo creciente¡­ La historia se repite¡±, explica Alvizu en tono serio.

Este es el primer papel estelar de Albizu, tras varios a?os como secundario en series de televisi¨®n, pel¨ªculas y obras de teatro. ¡°Porque no soy guapo, est¨¢ claro. En la tele y en el cine, para contentar al vulgo, que cuando se divierte no conspira, como dijo Fernando VII, gran frase de este se?or, le dan gente guapa¡±, dice con media sonrisa. El libreto de Tr¨¢gala, Tr¨¢gala lleg¨® a sus manos el a?o pasado. ¡°Lo primero que pens¨¦ fue que era una obra que no se pod¨ªa hacer. Porque ten¨ªa ciento y tantas p¨¢ginas. Era como para una funci¨®n de siete horas. Luego se retoc¨®. Se iba a estrenar en octubre y se fue aplazando, lo t¨ªpico en estos tiempos. Y la empezamos a montar hace un mes.¡±

El nombre de esta puesta en escena proviene de una canci¨®n que los liberales del siglo XIX le cantaban a Fernando VII ¡ªEl Deseado, El Fel¨®n¡ª por negarse a cumplir la Constituci¨®n de C¨¢diz (¡°Y al que le pese / que roa el hueso, / que el liberal / le dir¨¢ eso. / Tr¨¢gala, tr¨¢gala, tr¨¢gala / Tr¨¢gala perro¡±). ¡°La situaci¨®n de aquella ¨¦poca es muy parecida a la de hoy. Puede haber sutiles diferencias, pero la base es la misma: crisis econ¨®mica, corrupci¨®n, revoluci¨®n social, monarqu¨ªa tambaleante, ate¨ªsmo creciente¡­ La historia se repite¡±, explica Albizu en tono serio. ¡°Pero, bueno, seguramente los historiadores que vengan a vernos nos pondr¨¢n verdes porque nos faltaran cosas, obviamente, de ese periodo. ?Porque no se puede contar todo!¡±

En el escenario, el Rey que convert¨ªa a sus primas y sobrinas en esposas, que fue padre de Isabel II y que leg¨® frases populares como ¡°v¨ªsteme despacio que tengo prisa¡±, se topa con Napole¨®n, Carlos IV, la Reina Mar¨ªa Cristina, el pintor Francisco de Goya y hasta con el Pablo Iglesias de Podemos. Escrita por ??igo Ram¨ªrez de Haro y dirigida por Juan Ramos Toro, esta farsa hist¨®rico-contempor¨¢nea, llena de humor negro, se presenta a lo largo de casi dos horas (sin descanso) acompa?ada por la m¨²sica del grupo Ron Lal¨¢, que ha mezclado rock, rap, zarzuela, flamenco, chotis y bolero. ¡°Es como Espa?a: todo un sainete. Porque ya lo dijo Fernando VII: Espa?a no es una tragedia. Es un sainete. Lo malo es que no siempre sabemos re¨ªrnos de nosotros mismos. Porque, en general, tenemos muchos complejos y es m¨¢s f¨¢cil unirnos al que es igual de torpe o in¨²til que uno, porque te hace ser mejor persona: ¡°mal de muchos, consuelo de tontos¡±, dicen¡±, apostilla el actor que, para preparar el personaje, no ha tenido que documentarse demasiado. ¡°Pero he descubierto muchas cosas que no sab¨ªa. No sab¨ªa, por ejemplo, que ¨¦l hab¨ªa bordado el manto de la Virgen de Atocha. Parece ser que, en esa ¨¦poca, hab¨ªa hombres nobles que cazaban o bordaban. Y ¨¦l y su t¨ªo bordaban. En ese entonces era algo muy masculino, ?eh? Me imagino que esto no lo sabr¨¢n muchos. A ver: Fernando VII mataba gente, pero le hizo el manto a la virgen. Hoy hay algunos pol¨ªticos en el mundo que hacen algo parecido, ?no?¡±

Cuando Fernando Albizu estudiaba arquitectura s¨®lo aprobaba las asignaturas que disfrutaba. As¨ª que se mud¨® a Madrid para estudiar Dise?o de Moda y, despu¨¦s de obtener el t¨ªtulo, fue profesor de dise?o y anatom¨ªa. Un d¨ªa de 1985, su amiga Karola Escarola le pidi¨® que se encargara del vestuario del espect¨¢culo de cabaret que estaba preparando y luego lo convenci¨® para que tambi¨¦n formara parte del elenco. Y desde entonces. Pero, a reserva de disfrutar sus incursiones en la televisi¨®n y el cine, siempre prefiere el teatro. ¡°Porque en el teatro, hasta en la comedia m¨¢s absurda, hay una cr¨ªtica social. El teatro ha de hacer reflexionar a la gente, si no, no sirve.¡±, asevera como si pronunciara un Decreto Real.