¡®El futuro de la tauromaquia se juega en el derecho¡¯

¡®El futuro de la fiesta de los toros se juega en el Derecho; cuando lo que se debate son leyes prohibitivas, el debate no solo se plantea en los parlamentos, sino que se lidia en la plaza p¨²blica. Desde la constitucionalidad o inconstitucionalidad de las leyes prohibitivas hasta sus ¨²ltimas consecuencias, se trata de una cuesti¨®n sobre la que los juristas debemos tomar posici¨®n¡¯.

As¨ª se expresaba ayer en Sevilla Manuel Olivencia, catedr¨¢tico de Derecho Mercantil, en la presentaci¨®n del libro ¡®Fundamentos y renovaci¨®n de la fiesta¡¯, que recoge las actas de un congreso organizado en 2010 en la capital andaluza por un grupo de profesores universitarios.

La idea parti¨® de dos aficionados, Juan Antonio Carrillo, catedr¨¢tico de Derecho Administrativo, y V¨ªctor V¨¢zquez, profesor de Derecho Constitucional, que coinciden en la necesidad de hacer una reflexi¨®n intelectual ¡®ante el momento cr¨ªtico que vive la fiesta, acentuado a lo largo de la ¨²ltimas d¨¦cadas, tras las que, de ser un espect¨¢culo sociocultural indiscutido, comienza a perder peso por la reuni¨®n de factores externos e internos que parecen sumirla en una cierta decrepitud y apartarla de la modernidad¡¯, seg¨²n explica el primero en el pr¨®logo del libro.

Con este planteamiento, en la feria de San Miguel de hace casi cinco a?os se reuni¨® en la capital un selecto grupo de universitarios (los catedr¨¢ticos Andr¨¦s Amor¨®s, Jos¨¦ Esteve Pardo, Santiago Mu?oz Machado, Ram¨®n Fern¨¢ndez Rodr¨ªguez, entre otros) para debatir sobre la fiesta de los toros a la luz de la cultura, la creatividad, la libertad, la ecolog¨ªa, la filosof¨ªa, los fundamentos jur¨ªdicos, est¨¦ticos y morales, el derecho de las minor¨ªas, etc.

Ahora, al cabo del tiempo, aquellas reflexiones ven la luz, y el profesor Olivencia asegura que ¡®no han envejecido porque los problemas que entonces se plantearon siguen vigentes¡¯.

A su juicio, la fiesta de los toros padece algo m¨¢s grave que una crisis, ¡®un declive, una decadencia, aunque existen destellos de esperanza sobre los que este libro reflexiona¡¯. ¡®El toreo se mantiene por los artistas -contin¨²a-, y hay que esperar el nacimiento de nuevos genios, m¨¢s que de figuras; porque los genios son los creadores de belleza, que es la finalidad del arte del toreo¡¯, subraya Olivencia.

¡®La crisis exige una terapia¡¯, concluye el catedr¨¢tico; ¡®la fiesta necesita un fortalecimiento social, cultural y econ¨®mico, una regeneraci¨®n que la renueve, vigorice y la modernice¡¯.

V¨ªctor V¨¢zquez, coordinador del libro junto a Juan Antonio Carrillo, asegura que el texto ¡®es una reflexi¨®n jur¨ªdica sobre los toros¡¯, e hizo hincapi¨¦ en los fundamentos jur¨ªdicos, est¨¦ticos y morales de la fiesta. ?Qu¨¦ prohibimos cuando prohibimos los toros¡­ a alguien?, se pregunt¨®. ¡®Con la prohibici¨®n de los toros en Catalu?a¡¯, -se contesta-, ¡®el Parlamento no ha intentado proteger ninguna otra libertad fundamental de las personas, sino que el fundamento de la prohibici¨®n ha residido en el juicio de una mayor¨ªa parlamentaria que considera que esta tradici¨®n atenta contra la moralidad p¨²blica al construirse sobre el sacrificio de un animal; si bien debemos aceptar que en una democracia las mayor¨ªas parlamentarias puedan limitar ciertas facetas del comportamiento humano, esto no puede impedirnos ver y denunciar cuando las mayor¨ªas parlamentarias se han manchado las manos con la libertad de los dem¨¢s¡¯.

Juan Antonio Carrillo, por su parte, a?adi¨® que, en 2010, la fiesta de los toros era cultura para unos pocos aficionados, pero no para el derecho, que lo trataba como un espect¨¢culo de masas en el que hab¨ªa que preservar el orden p¨²blico y su propia naturaleza. ¡®Pero algunos -insisti¨®- reconoc¨ªamos en la fiesta un mundo de valores y sentimientos en el que nos reconocemos¡¯.

¡®Somos una minor¨ªa fuertemente cuestionada y atacada, -continu¨®-, y se nos ve como una secta torturadora; como una minor¨ªa que carece de discurso¡¯. ¡®Debemos construir un fundamento, -termin¨®-, para no sentirnos avergonzados; y ese discurso de las minor¨ªas se hace desde el campo del derecho¡¯.