Inspiraci¨®n teresiana
De Thomas Hardy a Sonic Youth, los escritos de la religiosa espa?ola tienen una heterodoxa n¨®mina de admiradores
1. La vida como principio. Una autobiograf¨ªa, unas memorias podr¨ªan parecer una idea sencilla m¨¢s que revolucionaria, pero incluso hoy en d¨ªa (o precisamente hoy), con las redes sociales inundadas de testimonios ¨ªntimos y personales, el Libro de la vida que Teresa Cepeda escribi¨® en 1562 conmueve, inquieta y sorprende. M¨¢s de cuatro siglos despu¨¦s de que Fray Luis de Le¨®n lo editara, sus misterios no se agotan. Una buena aproximaci¨®n a esta obra y a su historia cr¨ªtica, se encuentra en la edici¨®n de la RAE a cargo de Fidel Sebasti¨¢n, y en el nuevo volumen de Lumen anotado por Elisenda Lobato. ?Hasta qu¨¦ punto influy¨® su confesor en que se decidiera a poner en p¨¢gina su historia? ?Esa "ruin vida" de la que habla desde la primera frase es un modo de quitarse importancia? ?Qu¨¦ papel jug¨® la herencia de jud¨ªos conversos que arrastraba su familia? Am¨¦rico Castro, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, Joseph P¨¦rez y Olvido Garc¨ªa Vald¨¦s, entre otros, han estudiado a fondo los muchos interrogantes que rodean a esta l¨²cida autora de poemas, prosa y m¨¢s de 400 cartas. Y la joven Cristina Morales elabora una novela, Malas palabras a partir del material original.
2. Traducciones. Una de las primeras mujeres en firmar un libro en castellano, profundamente religiosa, viva, cercana, inquieta, cr¨ªtica y osada, el impacto que la obra de santa Teresa tuvo pronto cruz¨® las fronteras espa?olas y no ha dejado de ganar adeptos y admiradores. La primera traducci¨®n al ingl¨¦s fue impresa en Amberes en 1611, m¨¢s de una d¨¦cada antes de que el papa Gregorio XV canonizara a la autora y cerrara as¨ª las enconadas disputas con el Santo Oficio. Una muestra del rastro escrito de este particular calvario y de las batallas a las que se enfrent¨® la ind¨®mita santa se encuentra, hasta el 31 de mayo, en Teresa de Jes¨²s. La prueba de mi verdad, la exposici¨®n de la Biblioteca Nacional de Madrid. Y esta pelea con el Santo Oficio ha sido la inspiraci¨®n para la nueva novela de Jes¨²s S¨¢nchez Adalid, Y de repente, Teresa (Ediciones B).
La primera traducci¨®n al ingl¨¦s de
3. Mujeres reales y hero¨ªnas de ficci¨®n. La lectura feminista de santa Teresa precedi¨® al auge del movimiento pol¨ªtico e ideol¨®gico, pero su figura ha sido una y otra vez rescatada en la escritura de y sobre mujeres. Simone de Beauvoir habla de ella como de la ¨²nica mujer que vivi¨® en libertad en El segundo sexo, y los escritos de la santa espa?ola fueron decisivos para la conversi¨®n de Edith Stein. Y esa misma libertad quiz¨¢ est¨¢ detr¨¢s de la fascinaci¨®n que ha despertado en escritores como Thomas Hardy, que la tom¨® como modelo para su novela Tess, la de los d¡¯Uberville; George Eliot, que escribi¨® sobre ella en el pr¨®logo de Middlemarch, o incluso Truman Capote, que tom¨® prestado uno de sus versos para titular el fat¨ªdico libro que nunca termin¨® y que aun as¨ª le busc¨® la ruina, Plegarias atendidas.
4. ?xtasis. En 1647 Bernini empez¨® a trabajar en el grupo escult¨®rico que representa el ?xtasis de santa Teresa, ubicado en el la iglesia de Santa Mar¨ªa de la Victoria en Roma, una obra cumbre del Barroco. Rubens y Ribera tambi¨¦n representaron a la fundadora de la Orden carmelita, pero es la obra de Bernini la que m¨¢s impacto ha tenido, por ejemplo, en el grafitero Banksy, que reprodujo una imagen de la escultura en una calle en N¨¢poles.
5. Versi¨®n pop. Seg¨²n Ray Loriga, autor del guion de Teresa: el cuerpo de Cristo, ¡°santa Teresa es una Neil Armstrong de la literatura que pis¨® la Luna por primera vez¡±. Y puede que en el eco de aquellos pasos encontrara la cadencia Jorie Graham para su poema Breakdancing, donde compara el baile con santa Teresa. Luego, en 1993 lleg¨® la canci¨®n Theresa¡¯s sound world, de Sonic Youth.
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