¡°Busco ir a la esencia del universo¡±
El arquitecto mexicano Eduardo Terrazas recuper¨® hace cuatro d¨¦cadas t¨¦cnicas artesanales huicholas en sus cuadros. Hoy triunfa en el mercado del arte
Rara vez ocurre que una persona destaque en dos disciplinas. Lo com¨²n es estar dedicado enteramente a una y que la otra sea poco m¨¢s que un pasatiempo. Como Ingres con el viol¨ªn. O Sch?nberg con la pintura. M¨¢s ins¨®lito a¨²n es que esa actividad secundaria pase de pronto a ocupar un lugar central. Eso es lo que le ocurri¨® al arquitecto Eduardo Terrazas (M¨¦xico, 1936), cuya obra pl¨¢stica se ha convertido en un fen¨®meno en el mundo del arte contempor¨¢neo. Terrazas est¨¢ a punto de cumplir 80 a?os y ha dedicado casi 40 a trabajar, al margen de su arquitectura, en las piezas que tanta fama le han tra¨ªdo en ¨²ltimas fechas y que, no obstante, ¨¦l hab¨ªa preferido no mostrar p¨²blicamente. Ahora, una muestra en el Museo de Arte Carrillo Gil, en M¨¦xico, recoge, hasta el 31 de mayo, sus trabajos en su doble faceta como arquitecto y artista.
?C¨®mo se explica que su obra no haya despertado antes la fascinaci¨®n que hoy atrae a los coleccionistas? La cuesti¨®n es que sus piezas parecen decirle algo importante al mundo del arte actual; algo relacionado con la manera en que est¨¢n hechas. Terrazas dice que crea ¡°con much¨ªsima paciencia¡±. Y a?ade:¡°Eso es lo que m¨¢s falta hace en la actualidad: reconciliarnos con el trabajo manual, con su temporalidad pausada, su minuciosidad¡±. El car¨¢cter artesanal es lo que singulariza a estos objetos, ciertamente emparentados con la pintura, y lo que los coloca en un terreno extra?o, donde la artesan¨ªa, una abstracci¨®n de tintes neoplasticistas y hasta la mism¨ªsima cuadratura del c¨ªrculo se cruzan. Siguiendo la antigua t¨¦cnica de las tablas huicholas, en las que los patrones se construyen lentamente, se va colocando hebra por hebra la lana te?ida sobre una superficie cubierta de cera de Campeche (y por eso los artesanos ¡°necesitan tener las u?as largas, para poder acomodar los hilos¡±, apunta Terrazas).
A la distancia pueden parecen ¨®leos, pero de cerca las l¨ªneas del tejido traicionan la uniformidad y nos devuelven una topograf¨ªa accidentada y cambiante
A la distancia pueden parecen ¨®leos, pero de cerca las l¨ªneas del tejido traicionan la uniformidad y nos devuelven una topograf¨ªa accidentada y cambiante. Lo cual, observa el artista, les da ¡°una calidad interesante porque la textura afecta la configuraci¨®n general de la imagen, que se ve de diferentes tonos aunque sea del mismo rojo¡±. La apariencia afelpada y los colores alegres y vistosos de los estambres contrastan por completo con la idea que suele tenerse del arte regido por un principio ordenador geom¨¦trico. Algo relaciona estas piezas con los c¨ªrculos encantados del budismo, las mandalas, pues se trata de representaciones donde el cosmos aparece como c¨ªrculo inscrito dentro de una forma cuadrangular. ¡°Lo que busco¡±, confiesa Terrazas, ¡°es ir a la esencia del universo que nos rodea y del que somos parte¡±. Claro que la meditaci¨®n no es exactamente la finalidad. M¨¢s bien se trata de im¨¢genes que forman parte de un plan para agotar todas las posibles combinaciones de un conjunto dado de elementos geom¨¦tricos. Por eso vale la pena ver muchas de ellas a la vez, porque lo que revelan es el intento, como ¨¦l mismo ha dicho, de instaurar un mundo. ¡°La gente dice, con desprecio, ¡®ah, es geom¨¦trico¡¯, como si la geometr¨ªa fuera f¨¢cil¡±, comenta mientras se?ala uno de los primeros cuadros que hizo en estambre, en 1972, que descansa en una de las paredes de su acogedor estudio en la colonia Roma de la Ciudad de M¨¦xico, y que ya prefigura los rasgos esenciales de la larga investigaci¨®n que seguir¨ªa.
Las piezas est¨¢n hechas por artistas huicholes, para quienes este laborioso trabajo cumple una funci¨®n decorativa, pero tambi¨¦n ritual, lo cual, sin duda, les confiere un aura peculiar. Toma dos semanas completar cada una de las obras que ¨¦l dibuja en un papel y env¨ªa a Valpara¨ªso, Zacatecas, para que Santos de la Torre y su familia lo lleven a cabo. Empez¨® a trabajar con ¨¦l en 1968 y ya nunca se detuvo, en parte porque a cada tanto aparec¨ªa Santos y le preguntaba: ¡®?No hay chamba para m¨ª?¡¯. Pero no fue hasta hace tres a?os, mientras preparaba un libro con todos los trabajos que ten¨ªa guardados en una bodega, que pens¨® que ah¨ª hab¨ªa algo interesante. ¡°Voy a seguir el resto de mi vida haciendo esto¡±, dice. ?Esto le pesa? ¡°Me encanta, no quiero hacer nada m¨¢s¡±.
Cuesti¨®n de gustos
1. ?En qu¨¦ obra se quedar¨ªa a vivir??En la serie de mis obras Cosmos. En ella puede uno permanecer siempre en movimiento, jugando a partir de la estructura esencial.
2. ?A qu¨¦ artista de todos los tiempos invitar¨ªa a cenar??A Leonardo da Vinci.
3. ?Cu¨¢l ha sido el mejor momento de su vida profesional??A lo largo de mi vida he disfrutado de cada momento en el que alguien se muestra interesado en mi trabajo.
4. ?Qu¨¦ encargo no aceptar¨ªa jam¨¢s??Siempre me he sentido muy afortunado, porque nunca he tenido que rechazar nada.
5. ?Qu¨¦ obra no pudo terminar??Lo fundamental es encontrar la esencia o el sentido, el porqu¨¦ de las obras; en cuanto lo encuentras, terminarla o no deja de ser primordial.
6. ?Qu¨¦ hizo el ¨²ltimo fin de semana??Anduve de vago en Nueva York.
7. ?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado??El dinero.
8. ?A qui¨¦n dar¨ªa el pr¨®ximo Premio Nacional de Bellas Artes??De manera p¨®stuma, a mi amigo Eduardo Mata.
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