Tres Violettas j¨®venes para ¡®La Traviata¡¯ del Real

"Podr¨ªamos estar a?os hablando de La Traviata, que parece una obra muy simple, pero como todas las cosas que parecen sencillas, encierran una gran complejidad", asume Renato Palumbo, que dice que cuando escuch¨® por primera vez esta ¨®pera a los 12 a?os, fue un punto de ruptura que cambi¨® su forma de pensar. Ahora se pone al frente de la orquesta y de los tres repartos para afrontar 16 funciones del drama verdiano en el Teatro Real del 20 de abril al 9 de mayo.

En esta ocasi¨®n, la puesta en escena viene firmada por David McVicar y se acerca m¨¢s a La Dama de las Camelias, la novela de Alejandro Dumas en la que se basa esta ¨®pera. "Como en el libro, aqu¨ª la historia empieza por el final, por la subasta de los muebles de la que, para Verdi, ser¨ªa la difunta Violetta, y desde ah¨ª se reconstruye la historia. Mientras los empleados hacen el inventario de los bienes de la protagonista, en el suelo del escenario est¨¢ la tumba de Violetta: todas las escenas son reflejos de recuerdos, como en la novela. No reflejan el tiempo real", cuenta Joan Matabosch, director art¨ªstico del Real. Esta coproducci¨®n ya ha pasado por el Liceu de Barcelona, Glasgow y Cardiff.

En esta versi¨®n discreta e intimista habr¨¢ tres repartos ¨Cpara poder afrontar 16 funciones en 20 d¨ªas- y el tr¨ªo de Violettas est¨¢ formado por las sopranos Ermonela Jaho, Irina Lungu y Venera Gimadieva. "Violetta necesitaba tres personas para interpretarla. En el primer acto es alegre, m¨¢s l¨ªrica en el segundo y, en el tercero, es el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa porque la voz tiene que reflejar que la muerte est¨¢ cerca", cuenta Gimadieva. La partitura afronta sobre todo un campo de emociones, por lo que, para Lungu, "la t¨¦cnica vocal no sirve de nada sin la capacidad de emocionar al p¨²blico". Para ella, lo primordial es crear "una sugesti¨®n para que el que est¨¢ en el patio de butacas pueda involucrarse en la historia y en los sentimiento que esconde¡±.

Ermonela tambi¨¦n asume el buen clima que hay entre las tres sopranos y afronta estas representaciones con ilusi¨®n, recordando cuando ten¨ªa 14 a?os y quer¨ªa ser como Mar¨ªa Callas. "Verdi, con gran inteligencia, describe con las tonalidades, los matices y las melod¨ªas tres momentos muy diferentes que siembran un di¨¢logo de coraz¨®n a coraz¨®n", cuenta la soprano, que sentencia que "un int¨¦rprete solo se puede llamar artista cuando es capaz de transmitir el amor".

Tambi¨¦n habr¨¢ triplete en los tenores que encarnen al desgraciado Alfredo Germont en esta historia tan vieja como el mundo. En este caso ser¨¢n Francesco Demuro, Antonio Gand¨ªa y Teodor Ilincai. En los bar¨ªtonos, se repartir¨¢n las funciones Juan Jes¨²s Rodr¨ªguez, ?ngel ?dena y Leo Nucci, que regresa a Madrid con uno de sus roles fetiche. "Junto a Rigoletto e Il Trovatore, esta es una ¨®pera bisagra dentro de la producci¨®n de Verdi", explica Matabosch.

Pero no solo los asistentes al Real ser¨¢n los que puedan ver esta ¨®pera ¨Cpara la que casi ya no queda papel-, sino que se retransmitir¨¢ a trav¨¦s de una pantalla gigante en la Plaza de Oriente y en otros lugares como el Instituto Italiano, el Museo el Prado, la Casa del Lector de Matadero o el Museo Reina Sof¨ªa. M¨¢s all¨¢ de Madrid se proyectar¨¢ en muchas otras ciudades como Sevilla, Granada, Segovia, Pamplona o Vitoria; y en el recinto de algunas universidades a¨²n por confirmar.