¡°Mi padre me mostr¨® el camino que no hay que recorrer¡±
El hijo del narco m¨¢s famoso revela en un libro "la verdadera historia" de quien fuera el poderoso jefe del c¨¢rtel de Medell¨ªn
Juan Pablo Escobar (Medell¨ªn, 1977) suspira, abre bien los ojos y afirma: "Lo ¨²nico que guardo de mi padre es un reloj y la ropa con la que muri¨®. S¨®lo eso me qued¨® de ¨¦l." Entonces hace una pausa y a?ade con media sonrisa: "Bueno, tambi¨¦n la papada y el ADN." El hijo del "narco m¨¢s famoso de todos los tiempos" est¨¢ sentado en una de las mesas del restaurante del Hotel Palace de Madrid y tiene bajo el brazo la que, seg¨²n ¨¦l, es "la verdadera historia" de quien fuera el poderoso jefe del c¨¢rtel de Medell¨ªn. Se llama Pablo Escobar, mi padre (Pen¨ªnsula) y es un libro de casi 500 p¨¢ginas en donde, dice, "a diferencia de otros que se han escrito sobre ¨¦l, en sus p¨¢ginas no se tergiversan las cosas con el fin de mantener y proteger la impunidad y la corrupci¨®n que permitieron a mi pap¨¢ hacer todo lo que hizo."
Este arquitecto y dise?ador industrial era un ni?o de siete a?os cuando empez¨® a ser consciente de lo que hac¨ªa su padre para que su familia tuviera de todo (y en exceso). "En agosto de 1984, con la muerte del Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, fue f¨¢cil empezar a advertir que hab¨ªa algo detr¨¢s del padre que yo conoc¨ªa. Por las acusaciones de las empez¨® a ser objeto", recuerda. En sus fiestas de cumplea?os hab¨ªa pi?atas llenas de algunos caramelos y muchos fajos de billetes. Dentro de la finca en la que viv¨ªa (la c¨¦lebre Hacienda N¨¢poles) ten¨ªa un zool¨®gico particular con varios de los animales m¨¢s ex¨®ticos del planeta, coches y motos ¨²ltimo modelo y a su alrededor nunca faltaban los guardaespaldas. "Todo eso era para m¨ª tan normal como el agua para los peces. Mi padre hac¨ªa hincapi¨¦ en ello y, as¨ª como me dec¨ªa que no probara la droga, tambi¨¦n me llevaba a barrios marginales para que viera la pobreza extrema de Colombia. De hecho, ¨¦l ocup¨® el lugar que debi¨® ocupar el Estado para ayudar a esa gente. Esto no lo exculpa para nada. Simplemente muestra su lado bondadoso frente al maldadoso."
No lo mataron, ¨¦l se suicid¨® antes de que lo atraparan y mi t¨ªo Roberto fue quien lo entreg¨®
Pablo Emilio Escobar Gaviria (1949-1993), a quien sol¨ªan llamar "El Patr¨®n", muri¨® el 2 de diciembre de 1993 en medio de una emboscada con la que pretend¨ªan capturarlo. "No lo mataron, ¨¦l se suicid¨® antes de que lo atraparan", afirma su hijo en el libro. "Adem¨¢s, mi t¨ªo Roberto fue quien lo entreg¨®." No son estas las ¨²nicas afirmaciones pol¨¦micas de Juan Pablo Escobar. Tambi¨¦n dice, entre otras cosas, que el cantante Frank Sinatra era uno de los contactos de su padre para la distribuci¨®n de coca¨ªna en Estados Unidos y que, a diferencia de los rumores repetidos durante a?os, el ahora expresidente ?lvaro Uribe jam¨¢s facilit¨® la circulaci¨®n de las avionetas cargadas de droga cuando era director de Aeron¨¢utica Civil.
"No son teor¨ªas. Son certezas absolutas. Ni la editorial ni yo nos ¨ªbamos a permitir hablar con liviandad sobre esto. En mi libro est¨¢ lo que yo viv¨ª y lo que he investigado y contrastado", se?ala mientras se acomoda en una silla bien tapizada para ofrecer una explicaci¨®n abundante. "Mi pap¨¢ me lo dijo muchas veces: prefiero matarme a que me atrapen. Y su cuerpo termin¨® con sangre escurri¨¦ndole por la sien. O sea: se suicid¨®. Con mi familia paterna no tengo ninguna relaci¨®n desde hace 20 a?os, ni me interesa. Mi padre en vida ya sab¨ªa que ellos eran unos traidores. Adem¨¢s, mi t¨ªo Roberto era informante de la DEA. Y lo de Uribe... A ver: yo no soy su defensor, que quede claro. Investigu¨¦ a fondo y ubiqu¨¦ a personas que traficaron con mi padre desde el aeropuerto de Medell¨ªn. Cuando lleg¨® Uribe comenzaron los controles y eso complic¨® el todo el negocio. Pero, al final, para mi pap¨¢ fue m¨¢s f¨¢cil corromper a los polic¨ªas que revisaban y... ?adi¨®s problema!"
Al morir su padre, renunciar a ser su sucesor y pagar deudas a los grupos criminales enemigos, Juan Pablo Escobar sali¨® de Colombia acompa?ado por su madre y su hermana. Adopt¨® otra identidad (que todav¨ªa conserva), Juan Sebasti¨¢n Marroqu¨ªn Santos, pidi¨® perd¨®n p¨²blicamente a las v¨ªctimas de su padre y fund¨® una marca de ropa, Escobar Henao, que comercializa a trav¨¦s de Internet. Se trata, sobre todo, de camisetas con la imagen del capo de la droga y mensajes de paz. "Para que los j¨®venes no repitan su historia. No hacemos apolog¨ªa. Tenemos prohibidas las ventas en Colombia y est¨¢ bien. Porque no quiero que me acusen de lucrar con el dolor de la gente", aclara el hombre que, cuando era adolescente, se hizo una foto con la espada del libertador Sim¨®n Bol¨ªvar, que estuvo en manos de su padre durante cinco a?os.
Babelia
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