Daniel Lanois: ¡°Intento llevar la m¨²sica hasta el futuro¡±
El reputado productor canadiense que trabaj¨® para U2 o Dylan y m¨²sico de culto act¨²a en Espa?a tras publicar 'Flesh and Machine', un ¨¢lbum de exploraci¨®n sonora
Innovar sin merma de confianza: ¡°No me limito a hacer cosas que me resulten familiares, intento llevar la m¨²sica hasta el futuro¡±. Se nota que Daniel Lanois (Hull, Quebec, 1951) atesora curr¨ªculo. Como artista de la producci¨®n en el que grandes nombres (Robbie Robertson, Peter Gabriel, U2, Emmylou Harris, Dylan¡) han confiado para impulsar, reinventar o resucitar sus carreras, o como creador de una selecta discograf¨ªa propia, menos conocida, donde se cruzan tradici¨®n y aventura. O reina lo experimental: es el caso de Flesh and Machine, el disco con el que aborda su primera actuaci¨®n en Espa?a, en el festival Blues & Ritmes de Badalona.
Lanois disfruta hablando de su nueva obra: ¡°Estoy fascinado con expandir los l¨ªmites del sonido. Una parte de m¨ª pasa cada d¨ªa muchas horas en busca de descubrimientos sonoros, algo que he llevado en el coraz¨®n desde cr¨ªo¡±. Tambi¨¦n de facto: con su hermano Bob, ya mont¨® de adolescente un estudio de grabaci¨®n en el lavadero de su casa. Y con su mentor, Brian Eno, se encerr¨® en pos de la alquimia instrumental del ambient. Flesh and Machine no pertenece a dicho g¨¦nero: ¡°He elegido un lenguaje universal sin palabras (samples de instrumentos y voces procesados electr¨®nicamente), pero no busco crear un background para que la gente pase una noche confortable, sino un detonante para las emociones¡±.
El encuentro con Eno en los primeros ochenta lo cambi¨® todo. ¡°Le conoc¨ª y segu¨ª su visi¨®n. ?l sent¨ªa necesario introducir la tranquilidad en la vida de las personas: hasta bautiz¨® uno de sus discos Music for Airports. Ojal¨¢ sonara en los aeropuertos, pero parece que les va m¨¢s el saxo¡±. Y el influjo tambi¨¦n eman¨® del Eno ¡°pensador y fil¨®sofo¡±. ¡°Le abri¨® los ojos a un chaval de una ciudad metal¨²rgica canadiense, sin recursos para estudiar, por ejemplo, en una escuela de arte neoyorquina cerca de personajes como Talking Heads o Lou Reed¡±.
Otra huella del mundo de Eno es lo atmosf¨¦rico. Una cualidad que lo mismo sirvi¨® para restar pegada mesi¨¢nica a U2 con The Unforgettable Fire (1985) que para un ¨¢ngel country como Emmylou Harris mutado en cantautora de riesgo (Wrecking Bell, 1995).
En cuatro discos
Acadie?(Opal / Warner, 1989). Claramente influido por su gestaci¨®n en Nueva Orleans, cruza la atm¨®sfera et¨¦rea con la tradici¨®n del songwriter e incluye gemas como 'The Maker' y varios cameos (Eno, los Neville y parte de U2).
For the Beauty of Wynona?(Warner, 1993). Sin amigos famosos como invitados, melanc¨®lico a menudo, de lento y exquisito paladeo. "Intent¨¦ inspirarme, al igual que en el anterior, en historias de mi vida, sin conseguirlo esta vez", confiesa Lanois.
Shine?(Anti, 2003). La voz del canadiense, limitada pero c¨¢lida, figura en primer plano en esta gran colecci¨®n, primera en una d¨¦cada. Toma menos riesgos, picotea en estilos roots y borda un dueto con Emmylou Harris.
Belladonna?(Anti, 2005). "De cr¨ªo empec¨¦ por la pedal steel". Y ella conduce esta obra instrumental rica en texturas y producida, como siempre, por el propio Lanois. "Ni s¨¦ qu¨¦ es un productor. Yo soy un cerebro musical. Soy Muhammad Ali".
A prop¨®sito de U2, la expresi¨®n ¡°flesh and machine¡± (carne y m¨¢quina) con la que Lanois titula su reciente entrega ya la us¨® el canadiense en alguna entrevista retrospectiva sobre Achtung Baby, tercera de sus producciones junto a Eno para la banda irlandesa. Una obra maestra, tras el exitazo de The Joshua Tree, que planteaba insuflar beats y experimentaci¨®n en el estilo de Bono, The Edge y compa?¨ªa sin perder humanidad. Aunque mejor no preguntarle por las supuestas dificultades para parirla reflejadas en el documental From the Sky Down: ¡°No s¨¦ de d¨®nde se sac¨® tantos conflictos el director [Davis Guggenheim], que hasta insert¨® animaciones metaf¨®ricas en forma de muros en el estudio. Yo no lo recuerdo as¨ª, s¨®lo lo arduo de las distintas tomas: vas probando ideas y pinchando en hueso hasta que aciertas¡±. Y si osas pedirle a Lanois una comparaci¨®n entre las complicaciones de ese proceso y las consabidas de registrar Time Out of Mind (1997) para Bob Dylan, entonces ya te arriesgas a un portazo: ¡°No me gustan los cotilleos ni hablar de discusiones. Hice una obra maestra con la que el poeta m¨¢s grande de Am¨¦rica gan¨® el Grammy al mejor ¨¢lbum del a?o. Eso es todo¡±.
Lanois ya hab¨ªa producido un ¨¢lbum de Dylan, Oh Mercy, en 1989, a?o de otra de sus cumbres en la pecera: Yellow Moon, de los Neville Brothers (¡°cuatro de las personas m¨¢s talentosas de Estados Unidos¡±). Registr¨® ambos trabajos en Nueva Orleans, dice que por inter¨¦s en desarrollar el sonido del bajo. ¡°En Canad¨¢ no lo cultivamos¡±. Ahora, en uno de los cortes de Flesh and Machine, hasta la bater¨ªa le sirve, v¨ªa procesado tecnol¨®gico, para plasmar una l¨ªnea de bajo.
En Badalona, Lanois llevar¨¢ el estudio al escenario: ¡°Aunque medio show s¨ª consta de temas cantados, el otro medio ser¨¢, digamos, electro y con proyecciones¡±, concebidas en alianza con la Modern School of Film de Nueva York. ¡°Lo bueno de tocar con gente del jazz es su h¨¢bito para la improvisaci¨®n¡±. No vendr¨¢, sin embargo, con el solicitado bater¨ªa Brian Blade, compa?ero adem¨¢s en el grupo Black Dub: ¡°Ahora mismo el proyecto no existe. Daryl Johnson, el bajista, cumple una condena en prisi¨®n fruto indirecto de sus adicciones. Veremos en el futuro¡±.
Daniel Lanois act¨²a el 22 de abril en el festival Blues & Ritmes de Badalona (Teatre Principal).
Flesh and Machine est¨¢ editado por Anti.
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