Todorov y el siglo ilustrado
Poco despu¨¦s de publicar su Goya, ?Tzvetan Todorov aborda una obra de conjunto sobre el arte en el Siglo de las Luces
Poco despu¨¦s de publicar su Goya, ?Tzvetan Todorov aborda una obra de conjunto sobre el arte en el Siglo de las Luces, La pintura de la Ilustraci¨®n, que va a parar al mismo punto: el pintor aragon¨¦s, cerrando una trayectoria en la que figuran de Wat?teau a Fragonard, de Hogarth a Guardi. Todorov propone una interpretaci¨®n atendiendo al criterio de protagonismo de la libre expresi¨®n del pintor: ¡°El tema de la visi¨®n pasa de universal a individual¡±. Por eso realiza una selecci¨®n de temas y sobre todo de autores, a veces desconcertante. As¨ª falta David, portavoz del racionalismo ilustrado conducente a la Revoluci¨®n, y que hubiese sido contrapunto adecuado de Goya: las Luces que llevan a la guillotina y a Napole¨®n, frente a las que iluminan El 3 de mayo. Y est¨¢ Magnasco. En el recorrido, esclarecedores apuntes tem¨¢ticos, como ¡°los m¨¢rgenes de la mente¡±, m¨¢s la espl¨¦ndida monograf¨ªa sobre Hogarth.
Sorprende la presentaci¨®n de la pintura del pauperismo como ¡°la dignidad del pobre¡±, lo mismo que el cuadro de Le Nain al abrir el volumen. Son obras que como el mismo Todorov nos ense?¨® al explicar la funci¨®n anal¨ªtica de ¡°la infracci¨®n al orden¡±, responden a un enmascaramiento, andrajos mediante, de la vida real, de la miseria que supuestamente representaban. Por eso los poderosos compraban esas telas, como sucediera con los bamboccianti. Claro que Goya atiende a esa demanda, reflejando en sus cartones la vida popular. Pero despuntan ya las sombras de los a?os noventa, incluso en los m¨¢s amables, como El oto?o o La gallina ciega. Hay casi siempre algo perturbador, incluso de desolaci¨®n. Y a diferencia de los pintados por Le Nain, los ni?os de La boda o subiendo al ¨¢rbol son ti?osos.
En La pintura de la Ilustraci¨®n, Todorov intenta analizar ¡°la corriente subterr¨¢nea de su obra [que] ocupar¨¢ un papel preponderante en los ¨²ltimos a?os de su vida¡±. Prop¨®sito plenamente conseguido. La vertiente pol¨ªtica de Goya, reconstruida por Soubeyroux, tiene en cambio rasgos m¨¢s imprecisos. Hubiese sido ¨²til atender a la llamada de Gombrich: ¡°Ning¨²n pintor de corte, antes o despu¨¦s, ha dejado im¨¢genes semejantes de sus mecenas¡±. La pintura ¨¢ulica es subvertida. Ah¨ª est¨¢n el retrato de Godoy recostado, con la f¨¢lica vara del poder entre las piernas, o los de Fernando VII.
Esto no impide que desde los a?os noventa los poderes irracionales y represivos se fundan con las pesadillas que surgen de su propia cabeza. Ni con la denuncia de la violencia b¨¦lica y de la miseria omnipresentes en los Desastres. En la b¨²squeda por Goya de lo verdadero, que Todorov destaca en su conclusi¨®n, la raz¨®n es siempre un instrumento y una referencia imprescindible para desde la pintura revelar el horror.
La pintura de la Ilustraci¨®n. Tzvetan Todorov. Traducci¨®n de Noem¨ª Sobregu¨¦s. Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2014. 216 p¨¢ginas. 39,90 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.