Autorretratos que curan
Miriam Vega dialoga con la enfermedad que modifica su cuerpo en su primera individual
Son retazos de su cuerpo: el rostro, el vientre, un brazo, un ojo, el pecho... as¨ª son las im¨¢genes que, como en un puzle, permiten entender la vida de la artista Miriam Vega (Le¨®n, 1980) en la que es su primera exposici¨®n individual de fotograf¨ªa. El cuerpo expuesto, abierta en el Centro Leon¨¦s de Arte hasta el domingo 17 de mayo, es un trabajo al que ha dedicado los ¨²ltimos tres a?os y que re¨²ne 32 im¨¢genes en blanco y negro (casi todas de 1 por 1 metro) con las que Vega ha buscado ¡°recomponer¡± su identidad debido a una enfermedad rara que padece, la acromegalia (conocida como gigantismo cuando se produce antes de la pubertad) que le ha provocado con el tiempo ¡°cambios sutiles¡± en su cuerpo que le llegaron a hacer sentirse una extra?a cuando se contemplaba en fotos. ¡°No recuerdo esta nariz, ni estos p¨®mulos. No recuerdo esas manos engrosadas, ni la hinchaz¨®n de mis p¨¢rpados¡±, dice Miriam Vega en el cat¨¢logo de la exposici¨®n.
De esa dolencia ¡ªen la que la gl¨¢ndula hip¨®fisis, situada en el cerebro, segrega demasiada hormona del crecimiento¡ª naci¨® la necesidad por autorretratarse. ¡°Mi cuerpo hab¨ªa sido sometido a varias intervenciones y quer¨ªa mostrar qu¨¦ le pasaba. Por eso lo convert¨ª en una serie fotogr¨¢fica¡±.
En esas im¨¢genes, Vega ha preferido difuminarse: mimetiz¨¢ndose con objetos, reflejada en espejos, entre sombras o con fondos blancos. ¡°Me gusta trabajar con exposiciones elevadas, porque as¨ª el cuerpo toma protagonismo y puedes dibujarlo¡±. Un cuerpo que ella llama ¡°discriminado¡± por su situaci¨®n. Esta fot¨®grafa formada en Artes Esc¨¦nicas y que tambi¨¦n hace performances emple¨® el blanco y negro debido a que el color pod¨ªa ¡°distraer¡± de lo que quer¨ªa contar, y tambi¨¦n ¡°por la ausencia de color¡± en su propia piel.
En sus im¨¢genes, la artista se difumina, mimetiz¨¢ndose con objetos, y se refleja en espejos
La comisaria de la exposici¨®n, Araceli Corbo, fue quien anim¨® a Vega a mostrar su obra sin pudor. Corbo subraya que es una ¡°fotograf¨ªa de la vulnerabilidad. Para Miriam son fotos dolorosas con las que intenta reencontrarse con un cuerpo que ha ido cambiando¡±. Sin embargo, la delicadeza de esos autorretratos y de los detalles de su cuerpo ¡ªtomados en su casa y en el hospital¡ª ha logrado que no se convierta en un ejercicio morboso, sino ¡°en belleza¡±, a?ade. Corbo es responsable del Centro de Documentaci¨®n del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Castilla y Le¨®n y comisaria de exposiciones, entre ellas, varias colectivas sobre la mujer como tema.
Mientras Vega prosigue la lucha contra su enfermedad, esta muestra autobiogr¨¢fica, en la que la artista es tambi¨¦n la modelo, supone aceptar su ¡°deformaci¨®n¡±, apunta Corbo. ¡°Le sirve de terapia en la que el cuerpo es el objeto de trabajo. Es una fotograf¨ªa que se ha convertido en su espejo y su aliada¡±.
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