El idilio de Cartier-Bresson con M¨¦xico

A?os antes de fundar la agencia Magnum, cuando a¨²n la capital de M¨¦xico se parec¨ªa m¨¢s a una ciudad de provincia, la Leica de 35 mil¨ªmetros de Henri Cartier-Bresson buscaba a las prostitutas del barrio comercial de La Merced. Corr¨ªa el a?o 1934 y el joven franc¨¦s de 26 a?os, muy influido entonces por sus charlas con los surrealistas Salvador Dal¨ª, Andr¨¦ Bret¨®n o Max Ernst, hab¨ªa llegado al pa¨ªs para hacer un registro fotogr¨¢fico de la carretera Panamericana. El proyecto se frustr¨®, pero Cartier-Bresson decidi¨® quedarse en M¨¦xico y se instal¨® cerca del gran mercado de la urbe, fascinado por el bullicio de la actividad comercial por las ma?anas y el vocer¨ªo de las mujeres que de noche trabajaban en la calle.

Una retrospectiva del artista, la primera tras su muerte en 2004, recorre de manera cronol¨®gica los principales momentos de su vida en el Palacio de Bellas Artes del Distrito Federal, justo cuando se cumplen 80 a?os de la primera exposici¨®n colectiva del autor en el museo. La muestra, que cuestiona su figura y explora a otro Cartier-Bresson distinto al de la teor¨ªa del instante decisivo, incluye tambi¨¦n fotograf¨ªas a color, collages, pinturas, dibujos, pel¨ªculas, revistas y peri¨®dicos, muchos de ellos material in¨¦dito que ¨¦l nunca hubiera querido exhibir.

Durante su estancia en M¨¦xico (desde comienzos de 1934 hasta marzo de 1935) Cartier-Bresson tuvo contacto con los grandes artistas de la ¨¦poca comprometidos con el comunismo. ¡°Empieza a trabajar para peri¨®dicos como el Excelsior y vive con el pintor mexicano Ignacio Aguirre y el poeta estadounidense Langston Hughes¡±, explica Mar¨ªa Fernanda Burela Maldonado, investigadora y coordinadora a cargo de la muestra Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX. Otra de sus vecinas en el entonces barrio rojo de la capital fue Guadalupe Mar¨ªn, la exesposa de Diego Rivera. ¡°No hay constancia de que Henri Cartier-Bresson y Rivera se conocieran, pero es muy probable dado que es ella quien lo introduce en el mundo de los personajes pol¨ªticamente activos y el pintor y Lupe Mar¨ªn nunca dejaron de verse¡±.

En M¨¦xico Cartier-Bresson tuvo contacto con los grandes artistas comprometidos con el comunismo

En este per¨ªodo, de ebullici¨®n art¨ªstica en el pa¨ªs, el fot¨®grafo retrat¨® el bajo mundo mexicano. ¡°Escenifica, hace posar a sus modelos, muestra desnudos en donde crea una circunstancia, compone im¨¢genes surrealistas¡±, comenta el investigador Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez. ¡°Este Cartier-Bresson es otro muy distinto al autor cuarent¨®n que va a fundar la agencia Magnum en 1946, especializado en fotograf¨ªa documental, al del 'no manipules' y El instante decisivo, que publica en 1952 en ingl¨¦s y franc¨¦s y funciona como una teor¨ªa cors¨¦, al no dejar que el fot¨®grafo se mueva¡±.

La etapa mexicana de Cartier-Bresson representa tambi¨¦n una ruptura con su familia. Procedente de la alta burgues¨ªa francesa propietaria de una f¨¢brica de textiles, el autor decide que debe comenzar a mantenerse por su cuenta.

Poco a poco, el artista va transformando su mirada y se da cuenta de que sus im¨¢genes no solo deben tener una est¨¦tica muy cuidada, sino tambi¨¦n un contenido pol¨ªtico y social. ¡°La visita a M¨¦xico despierta este inter¨¦s y es clave para entender lo que pasar¨¢ despu¨¦s con Magnum¡±, asegura Burela.

Una joven oaxaque?a de la que? se enamor¨® le enviaba tortillas y comida regional a sus viajes por el mundo

Cartier-Bresson abandon¨® el pa¨ªs en 1935 para estudiar cine con Paul Strand en Estados Unidos, una nueva inquietud que llega al entender que para difundir ese contenido pol¨ªtico y social, el medio cinematogr¨¢fico llega a mucha m¨¢s gente y se distribuye m¨¢s r¨¢pido. Despu¨¦s de trabajar como ayudante de Jean Renoir en Francia, realiz¨® un documental en la guerra civil espa?ola.

Mientras tanto, una joven oaxaque?a de la que Cartier-Bresson se enamor¨® perdidamente y con la que entabl¨® una relaci¨®n formal le enviaba tortillas y comida regional a sus viajes como fot¨®grafo por el mundo. Debido a su tez blanca, la mujer lo apod¨® "cara de camar¨®n", porque cuando tomaba el sol, se pon¨ªa rojo. La huella de M¨¦xico en el autor fue tan profunda que regres¨® treinta a?os m¨¢s tarde, en 1964, para retratar durante casi un a?o el sur del pa¨ªs. Una vez, en una entrevista le preguntaron por qu¨¦ no hab¨ªa vuelto en una tercera ocasi¨®n y ¨¦l respondi¨® que le daba mucho miedo no encontrar el M¨¦xico que hab¨ªa visto las otras dos veces, decepcionarse.

Henri Cartier-Bresson. La mirada del siglo XX estar¨¢ en el Museo del Palacio de Bellas Artes hasta el 17 de mayo de 2015. Horario: de martes a domingo de 10.00 a 17.30 horas.