Jos¨¦ Luis G¨®mez: ¡°En Espa?a toca ya hablar de suicidio cultural¡±
El actor y acad¨¦mico cumple 20 a?os como director del teatro de La Abad¨ªa, de Madrid, un espacio creado en la austeridad, que teme por la actual situaci¨®n de la cultura
Con la friolera de 20 a?os al frente de La Abad¨ªa, Jos¨¦ Luis G¨®mez edific¨® ese templo madrile?o, referente europeo, desde la austeridad. Hoy asegura que, de seguir los recortes, ¡°toca hablar de suicidio cultural¡±. Cree que es tarde para bajar el IVA de espect¨¢culos. Quien ganara el mejor premio de interpretaci¨®n en Cannes por Pascual Duarte en 1976, clama por un viraje a tiempo. Aprendi¨® el oficio en un constante cruce de caminos que le llev¨® de la Francia convulsa de los sesenta a la Alemania deslumbrada por Bertolt Brecht y de ah¨ª al Nueva York del m¨¦todo donde estudi¨® con Lee Strasberg. Hoy es un maestro orgulloso de llevar teatro a un lugar de convivencia con la lengua como es la Real Academia Espa?ola. Aun as¨ª, no esconde su escalofr¨ªo ante la nevera cultural en la que se encuentra el pa¨ªs al que un buen d¨ªa decidi¨® regresar para sembrar.
?Pregunta. ?As¨ª que se form¨®, entre otros, con Lee Strasberg?
Respuesta. Casi despu¨¦s del premio en Cannes me fui a estudiar un a?o a Nueva York con ¨¦l, como maestro, en el Lee Strasberg Theatre Institute. Fue muy comprensivo cuando me tuve que ir porque Adolfo Marsillach me llam¨® para trabajar en Espa?a: ¡°Si en nuestra profesi¨®n un hombre no trabaja, estudia, pero cuando sale trabajo, no puede decir que no. Usted mismo. Good luck¡±, me dijo.
P. ?Qu¨¦ encontr¨® al volver?
R. Que la visi¨®n del teatro era muy provinciana, cosa que ha cambiado mucho, para bien. Ahora hay espect¨¢culos muy por encima de la media mundial. No es la regla, pero los hay. Tenemos que formar gente para hacer el teatro que se sue?a y para ello necesitamos los mimbres, que son los actores, fundamentalmente. Hab¨ªa que revisar el oficio. Lo que yo tra¨ªa, funcion¨®. Llegu¨¦ ya maduro. Sufr¨ªa querencia, nostalgia de pa¨ªs. Renunci¨¦ al nomadismo, a ciertas oportunidades.
P. ?Al triunfo personal?
R. Ten¨ªa que repartir juego, eso era muy importante. Tocaba. Y en el fondo, a m¨ª me conven¨ªa personalmente, apostar por este proyecto. Por un arraigo, en principio personal, que diera lugar a otro colectivo para este teatro. Empezando por la lengua.
Esperemos que Podemos se manifieste pronto sobre asuntos de cultura"
P. ?C¨®mo experimentaba dentro de s¨ª esa sacudida de diferentes bagajes?
R. Bueno. Yo quise en Estados Unidos empaparme de cierto realismo con Strasberg. Pero la madre del cordero est¨¢ en Europa, yo creo. En lo desarrollado aqu¨ª y desperdigado por el resto del mundo. En La Abad¨ªa estamos en un momento de s¨ªntesis. Ahora nos hemos metido en lo que llamo el obrador del actor. Es tradici¨®n nuestra crear escuela. A la vista de la edad que tengo y del flujo de la vida, debo ser previsor. Quienes aqu¨ª han trabajado, deben hacerse cargo y por tanto iremos hacia algo m¨¢s colegiado.
P. O sea, que no es usted de los que piensan que tras de s¨ª, el caos.
R. No, no, aunque en pol¨ªtica, m¨¢s. No es generosidad. Es la vida personificada en nombres y seres humanos. Es el impulso de la vida y creo en ¨¦l. Yo que era una persona muuuuuy exigente¡
P. ?Ya no lo es tanto?
R. Ya no. Si he sido duro, que Dios me perdone. Uno a veces exige a otras personas cosas que s¨®lo uno puede hacer, por circunstancias, y eso es un grave error. En ese sentido, ya no soy tan exigente.
P. Ha dicho usted: ¡°Que Dios me perdone¡¡±. ?Cree?
Si bajan el IVA, llegar¨¢ tarde, no nos lo creemos adem¨¢s"
R. Soy un hombre creyente.
P. ?En qu¨¦?
R. En que lo que llamamos vida que se manifiesta no s¨®lo se debe a un impulso biol¨®gico, energ¨¦tico, sino que hay una raz¨®n ¨²ltima. S¨ª lo creo. El paradigma cristiano me parece extraordinario como ejemplo de amor. Es ¨²nico.
P. En quien s¨ª creen los pol¨ªticos es en usted. Cada vez que entra un Gobierno en la Comunidad de Madrid, lo mantienen desde tiempos de Joaqu¨ªn Leguina.
R. La Abad¨ªa siempre ha sido un proyecto compartido. Yo he tratado de ser leal, institucionalmente, fuera cual fuera mi opci¨®n por un partido u otro. Y he sido correspondido. Cuando estaba Joaqu¨ªn Leguina decid¨ª montar una obra de Ferm¨ªn Cabal sobre la corrupci¨®n en la ¨¦poca socialista, Castillos en el aire, y envi¨¦ el texto al presidente. No hubo problema. Con Esperanza Aguirre ocurri¨® un caso similar sobre una obra que se titulaba Terrorismo. Se lo advert¨ª, me aconsej¨® que cambi¨¢ramos el t¨ªtulo. No le hice caso y tendr¨ªa que hab¨¦rselo hecho porque aquello afect¨® al flujo de espectadores.
P. Lo que toca quiz¨¢s es una obra sobre G¨¹rtel o B¨¢rcenas, ?se la mandar¨ªa a Ignacio Gonz¨¢lez?
R. Si la hubiera y fuera buena¡ sin duda.
P. Y si desembarca Podemos, ?tocar¨ªa algo sobre Ch¨¢vez?
R. Yo espero que Podemos se manifieste pronto sobre los asuntos de cultura. No hay un prestigio de pa¨ªs sin una cultura fuerte. En ese sentido, nadie ha hecho gran cosa. La pujanza del espa?ol est¨¢ en manos de los latinoamericanos, por ejemplo. Estamos desperdiciando demasiadas cosas. Ojal¨¢ un partido con esas posibilidades aspire a un discurso cultural fuerte.
P. ?Alguna idea que aportar?
R. Pues esa pol¨ªtica de blindaje hacia el teatro que tienen en Alemania, por ejemplo. Para ellos, el teatro es la lengua, como ven que la misma lengua tiene capacidad de influencia, al teatro no se le toca. Es un c¨¢lculo que nos habla del valor cohesionador de la cultura. Si ese valor se hubiese impuesto en Espa?a desde hace siglos, quiz¨¢s nuestras fuerzas centr¨ªfugas, fueran menores. Por otra parte, me permito recordar, con arreglo a los recortes de la cultura, aquella an¨¦cdota sobre el pr¨ªncipe dan¨¦s a quien en momentos de crisis le sugirieron cerrar bibliotecas. Esta fue su respuesta: ¡°Somos pobres, no nos podemos permitir, adem¨¢s, ser tontos¡±.
P. ?Y en eso, nosotros hemos sido muy, pero que muy torpes?
R. Siempre tuvimos medios escasos, el concepto que impusimos al nacer era austero. Sacar de la austeridad un proyecto rentable. ?Qu¨¦ ha ocurrido ahora? Que han tocado la l¨ªnea de flotaci¨®n y que con m¨¢s recortes, nos hundimos. Hemos sentido un proceso de amputaci¨®n.
P. Y ahora murmuran que si van a bajar el IVA para espect¨¢culos. ?Descaro electoral?
R. Llega ya tarde, no nos lo creemos adem¨¢s. No se ha retirado hasta ahora por no dar el brazo a torcer, por no reconocer el error. No veo la raz¨®n de seguir con ello, m¨¢s cuando publicaciones pornogr¨¢ficas llevan un 4% y nosotros un 21%.
P. ?Porque hablamos de Gobiernos que fomentan los instintos primarios?
R. Es posible. Ya digo: no se entiende. M¨¢s cuando con elementos de juicio vemos que estos ingresos no aportan gran cosa para el Estado. Hay bolsas donde se puede recaudar m¨¢s. Estamos en una situaci¨®n en la que en Espa?a toca hablar ya de suicidio cultural.
P. ?Asesinato m¨¢s bien?
R. Simb¨®lico, pero asesinato.
P. A sus 75 cumplidos, ?le queda alg¨²n gusto que darse encima de los escenarios?
R. Pues quiz¨¢s hacer una Celestina. Puede que se d¨¦ pronto... Es, como dir¨ªan los ingleses, un must, algo obligado. Pero un must muy negro. Comparto con Juan Goytisolo que despu¨¦s de El Quijote, La Celestina es lo que viene. hay muchas cosas por descubrir dentro. Es la primera vez en literatura que se proporciona una rebel¨®n para los de abajo, una rebeli¨®n luciferina, contra el orden impuesto.
Babelia
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