La olla a presi¨®n de 'The Americans'
Hay series que pasan casi desapercibidas entre el gran p¨²blico, casi sin hacer ruido, y sin embargo mantienen un nivel muy superior a la media. Cuando llega la temporada de premios son muchos los que elevan su queja por su constante olvido. Una de esas joyas silenciosas es The Americans (que en Espa?a emite Fox), una historia que no hace m¨¢s que crecer y que se ha marcado una tercera temporada memorable. Una de esas series que posiblemente no ves pero deber¨ªas ver.
The Americans es una olla a presi¨®n, reflejo de esa Guerra Fr¨ªa en la que se sit¨²a la acci¨®n. A las tramas en las que la pareja protagonista (unos impecables Keri Russell y Matthew Rhys) desarrollan su labor de esp¨ªas al servicio del gobierno sovi¨¦tico mientras se hacen pasar por un matrimonio estadounidense al uso, se une un entramado de historias que entrelazan lo profesional y lo personal; los sentimientos y la raz¨®n; el deber y el deseo.
La serie siempre ha mantenido un gran nivel, pero esta tercera temporada ha sido en la que ha llegado a su culmen (de momento), y lo ha hecho sin hacer ruido, dejando las consecuencias, que se prev¨¦n terribles, para una cuarta entrega ya confirmada. Demasiada gente sabe cu¨¢les son las verdaderas identidades de Elizabeth y Philip. Lo que ocurrir¨¢ a continuaci¨®n es todo un misterio.
Al cuidado que la serie pone en la ambientaci¨®n, la banda sonora y selecci¨®n musical, la recreaci¨®n de esos a?os ochenta, a las buenas interpretaciones, a ese ritmo pausado tan caracter¨ªstico de la serie, ese cuidado al detalle y a la forma de contar la historia (y esa colecci¨®n de pelucas), se suma el contar con uno de los pocos personajes adolescentes televisivos que el espectador no odia instant¨¢neamente. Al contrario. Paige, la hija de Elizabeth y Philip, ha ido ganando peso en la historia. Con el final de la segunda temporada se apuntaba a su importancia en el futuro. Y, efectivamente, su papel en la tercera entrega, sobre todo en la recta final, ha sido determinante para seguir elevando la tensi¨®n. Elizabeth y Philip ya no pueden mantener su farsa delante de una hija que no consigue encajar lo que sus padres le cuentan. Demasiada presi¨®n que termina por encontrar una peligrosa v¨¢lvula de escape. Y muy bien interpretada por la joven actriz Holly Taylor.
Mientras, Philip ha tenido que lidiar en estos cap¨ªtulos con triple raci¨®n de presi¨®n. Por un lado, seguir manteniendo su particular farsa ante Martha para seguir aprovech¨¢ndose de su situaci¨®n privilegiada. Las consecuencias del fin de la mentira tambi¨¦n han quedado para la pr¨®xima temporada (que promete venir cargadita...). Por otra parte, el acercamiento que tuvo que llevar a cabo a una adolescente para acceder a informaci¨®n de primera mano le puso en una situaci¨®n muy inc¨®moda. Y adem¨¢s, ha tenido que lidiar con la situaci¨®n en casa, tanto con su hija como las desavenencias con su mujer. Por su parte, Elizabeth tambi¨¦n ha visto c¨®mo su coraza se ha ido resquebrajando poco a poco con todo lo que ocurr¨ªa a su alrededor y las noticias sobre la salud de su madre.
The Americans apuesta por mantenerse fiel a su l¨ªnea. No necesita recurrir a golpes de efecto. No necesita estridencias. Avanza de forma constante, con estilo, con sutileza. Cada secuencia parece indicar que se acerca una desgracia que nunca termina de llegar. Pero la tensi¨®n no hace m¨¢s que crecer sin encontrar por d¨®nde liberarse. La olla a presi¨®n sigue cerrada. Y lo mejor es que el espectador tiene la sensaci¨®n de que todav¨ªa quedan muchas cosas, y muy importantes, por delante.
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