Cannes tambi¨¦n es feminista
'Con la cabeza alta', de Bercot, que inaugur¨® el certamen, es inmediatamente olvidable
El Festival de Cannes nunca ha sentido simpat¨ªa por el azar. Todo obedece a razones art¨ªsticas, pero sobre todo pr¨¢cticas. Por ejemplo: gran parte del cine asi¨¢tico y africano que acostumbran a programar est¨¢ coproducido por Francia. Tampoco se cortan un pelo a la hora de exhibir cine franc¨¦s. En esta edici¨®n va a haber sobredosis del producto patrio. Y un mimo especial hacia el cine europeo de autor. ?Y el cine estadounidense? Muy escaso. En la secci¨®n oficial se podr¨¢ ver lo ¨²ltimo de Gus Van Sant y de Todd Haynes, dos directores habituales en este festival que tanto les ama. Yo, un poco menos. Y fuera de competici¨®n se proyectar¨¢n Irrational Man, la nueva pel¨ªcula de Woody Allen, y la cuarta entrega de Mad Max.Digo yo que se habr¨¢n realizado en Estados Unidos unas cuantas pel¨ªculas que merezcan la pena, pero en esta edici¨®n la oferta de Cannes de cine imperialista es m¨¢s que r¨¢cana.
Tampoco es casual la abundante presencia de mujeres en los diversos jurados ni que se exhiban numerosas pel¨ªculas de directoras. El a?o anterior hubo quejas sobre la m¨ªnima participaci¨®n del g¨¦nero femenino en la programaci¨®n, sospechas de discriminaci¨®n. Problema resuelto. En mi caso me da igual que haya directores o directoras, a condici¨®n de que sea atractiva la oferta de unos u otras. Tampoco ha olvidado Cannes homenajear a Ingrid Bergman en la fotograf¨ªa que ilustra el cartel de esa edici¨®n. No tengo nada en contra de mujer tan hermosa y legendaria actriz, pero ser¨ªa m¨¢s l¨®gico que en el centenario de aquel creador total llamado Orson Welles nos top¨¢ramos con su rostro en todos los lugares de la ciudad. Incluso en la sopa.
Ha inaugurado el festival la pel¨ªcula francesa Con la cabeza alta, de Emmanuelle Bercot. Cine social centrado en la infancia y adolescencia de un chaval problem¨¢tico con todas las papeletas y las circunstancias para terminar siendo un residente habitual de las c¨¢rceles, o que le ocurra algo a¨²n peor. Es una pel¨ªcula entre discreta, bienintencionada y tibia, inmediatamente olvidable. Su desenlace revela que la educaci¨®n de cr¨ªos d¨ªscolos, de proyectos de delincuencia, funciona mod¨¦licamente en Francia. Entre una jueza humanista y un comprensivo educador lograr¨¢n que el chaval no se descarr¨ªe a perpetuidad.
La sutileza de Kore-Eda
El muy personal y sensible director japon¨¦s Kore-Eda Hirokazu ha bautizado el cine a concurso con la bonita y tambi¨¦n alargada Umimachi diary, que describe la adopci¨®n que hacen tres hermanas cuyo padre las abandon¨®, y posteriormente la madre, de la hija que ¨¦ste tuvo con otra mujer. Curiosamente, en esta historia que habla del calor familiar, de la necesidad de construir un refugio afectivo y s¨®lido para evitar el fr¨ªo del mundo exterior, las hermanas no se abrazan, no se besan, no se tocan ni una sola vez. Imagino que la relaci¨®n familiar en la cultura japonesa evita el contacto f¨ªsico. Pero la sutileza de este director para describir sensaciones y sentimientos, lo que se expresa y lo que se calla, las emociones con matices, sigue siendo primorosa. No ocurren grandes cosas y en el montaje pod¨ªa haber abreviado algunas situaciones repetitivas, pero su atm¨®sfera y su capacidad de sugerencia son envolventes.
El Rimbaud que escribi¨® ese breve poema llamado Sensaci¨®n se hubiera identificado con la imagen de una adolescente enamorada que junto a su amigo pedalea en una bicicleta para ver los cerezos en flor, en la plenitud que siente observando la belleza, cerrando los ojos mientras el sol y el viento la acarician. Este director no es un sensiblero ni un cursi. Es otra cosa. Es un poeta identificable.
Babelia
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