Bailar entre dos guerras
'Invitaci¨®n al baile', de Rosamond Lehman, parte de una trama cl¨¢sica en torno a una puesta de largo para retratar a una familia y a una sociedad
Rosamond Lehman (1901-1990) pertenec¨ªa a una familia acomodada y agraciada por muy variados talentos art¨ªsticos entre los que el suyo no era el menor. Era una mujer muy atractiva, elegante, educada en privado y luego en la Universidad de Cambridge. Casada con el vizconde Runciman, se divorci¨® a los cuatro a?os y se dedic¨® a la literatura. Hizo amistad con algunos de los m¨¢s destacados miembros del grupo de Bloomsbury, volvi¨® a casarse con un arist¨®crata y, tras un nuevo divorcio, se uni¨® al notable poeta Cecil Day-Lewis, el cual, por cierto, practicaba de tapadillo la novela de crimen y misterio bajo el seud¨®nimo de Nicholas Blake, nombre con el que firm¨® una obra que renov¨® el g¨¦nero: La bestia debe morir.
Invitaci¨®n al baile (al vals, precisa el t¨ªtulo original) es la historia sencilla de una muchacha adolescente que asiste a su primer baile con ocasi¨®n de la puesta de largo de una amiga. Se divide en tres partes: la primera muestra su vida cotidiana en el d¨ªa de su cumplea?os. La segunda es un intermezzo dedicado a la preparaci¨®n para asistir al baile y la tercera cuenta el desarrollo del baile de principio a fin. Es una estructura tan sencilla como la propia historia y un asunto cl¨¢sico.
La novela est¨¢ fechada en 1932 y es posterior a dos de sus novelas m¨¢s reconocidas: La casa de al lado (Dusty Answer), que le dio fama instant¨¢nea, y Una nota en la m¨²sica. En ellas estaba ya presente la deuda de Lehman con ilustres antecesoras: Jane Austen y las hermanas Br?nte. Coincide con todas ellas en la extraordinaria sensibilidad para percibir y mostrar los sentimientos ¨ªntimos y en disponer de una mirada excepcional, esa ¡°mirada de escritor¡± siempre dispuesta a ver ¡°lo distinto¡± donde los dem¨¢s ven ¡°lo obvio¡±. Hay dos l¨ªneas de desarrollo dram¨¢tico: la estructura general del relato y otra m¨¢s particular: la relaci¨®n entre las dos hermanas Curtis. Olivia es la adolescente primeriza; su hermana Kate tiene unos a?os m¨¢s. La t¨ªmida Olivia acude al baile comida por los nervios y la inseguridad. Kate, en cambio, acaricia la posibilidad de tener su primera relaci¨®n sentimental.
El d¨ªa del cumplea?os de Olivia, la autora lo abre por la ma?ana, sigue a la chica en su deambular y sus paseos y regresa con ella a la hora de la cena: es la mostraci¨®n de la vida cotidiana de los Curtis, con alguna escena soberbia como la del encuentro con la encajera, personaje estupendamente trazado en cuatro pinceladas. La segunda parte muestra las confidencias e inquietudes prebaile de las dos muchachas, siempre unidas. Pero en la tercera parte ?¡ªel baile¡ª, cada una va por su lado, lo cual da lugar a un relato animado por el salto de una a otra, pero, adem¨¢s, subraya la segunda l¨ªnea dram¨¢tica con un tacto notable, cada hermana tiene un objetivo distinto: Olivia desea ser reconocida y teme al rid¨ªculo; Kate busca ya a su primer novio. La vida empieza a separar dolorosamente a las dos hermanas.
El baile est¨¢ contado, pues, siguiendo a cada hermana, marcando el contraste, pero privilegiando los encontrados sentimientos de Olivia. La veremos alternando con una serie de personajes singulares magn¨ªficamente caracterizados: el rebelde Peter Jenkin, al que hoy calificar¨ªamos de antisistema, opuesto a lo que representa el baile de Lady Spencer; el desdichado joven ciego casado con su enfermera, un personaje inolvidable que conmueve la sensibilidad de Olivia; el abanico de j¨®venes que bailan que le hacen alternar ilusi¨®n y decepci¨®n y de los que se siente poco menos que solicitada por compasi¨®n; el se?or Verity, otro personaje muy bien trazado en pocas p¨¢ginas, un viejo verde que asedia a las chicas m¨¢s inocentes; el acompa?ante que su madre ha buscado a las Curtis, un aspirante a pastor que ambas soportan resignadas y que, gracias a otras dos chicas, Phyl y Dolly, se convierte en uno de los triunfadores de la fiesta para asombro de las Curtis. Como en la encajera en la primera parte, los personajes circunstanciales (los que marcan el ritmo cinematogr¨¢fico del baile) quedan singularizados porque la autora sabe ver y mostrar como nadie lo significativo de cada uno.
Pero no todo es la herencia de Austen. Los tiempos han cambiado, la sociedad tambi¨¦n (ahora es la de entreguerras y la pasada guerra asoma por una de las esquinas de la novela), y Lehman, a diferencia de sus antecesoras, pertenece ya al siglo XX, como se advierte en la incorporaci¨®n a menudo en su texto del estilo libre indirecto con toda soltura, lo que dota al relato de una encantadora modernidad. ¡°Sentido y sensibilidad¡±: as¨ª podr¨ªamos resumir el valor literario de Rosamond Lehman.
Invitaci¨®n al baile. Rosamond Lehman. Traducci¨®n de Regina L¨®pez Mu?oz. Errata Naturae. Madrid, 2015. 280 p¨¢ginas. 18 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.