Tarde triunfal de Leonardo Hern¨¢ndez

Al m¨¢s joven de la terna, Leonardo Hern¨¢ndez, se le nota que desborda ilusi¨®n y fortaleza, a pesar de estar encerrado en un cuerpo tan menudo. A ¨¦l le son m¨¢s necesarios los triunfos y pone el alma, el coraz¨®n y la vida en ellos. Persigue el ¨¦xito para acercarse a la cumbre y firmar contratos. Su actuaci¨®n de ayer en Las Ventas fue todo un compendio de espectacularidad y riesgo, muy completa y torera, que le permiti¨® abrir la puerta grande por segunda vez en siete d¨ªas. Ah¨ª es nada para un chaval a quien no le ha sido nada f¨¢cil llegar hasta aqu¨ª.

Aprovech¨® al m¨¢ximo el mejor toro del encierro, el tercero, que persigui¨® con codicia a los caballos, lo que permiti¨® al caballero lucirse en todos los tercios.

As¨ª, result¨® extraordinaria la secuencia del temple, casi a galope tendido, en una vuelta al ruedo, y un recorte espectacular por los adentros, que puso la plaza en pie. Volvi¨® a las andadas con los quiebros, muy bien trazados y ejecutados y mejor vendidos. Un rej¨®n en todo lo alto que provoc¨® una muerte fulminante dio paso a mostrar las dos orejas de su oponente y que se le abriera la puerta del m¨¢ximo triunfo en esta plaza.

M¨¢s sosegado ante el sexto, dict¨® una nueva lecci¨®n de buen toreo, consigui¨® embeber a su manso oponente, y acert¨® a la hora de matar.

Hermoso de Mendoza est¨¢ en otra dimensi¨®n, esa de la que disfrutan los grandes maestros que nada tienen ya que demostrar. Solo el p¨¦simo manejo del rej¨®n de muerte le impidi¨® acompa?ar a hombros a su joven compa?ero. El tercio de banderillas que protagoniz¨® en el quinto a lomos de Disparate fue un puro sue?o. Ese es un caballo torer¨ªsimo y valiente, que ejecuta la llamada hermosina, que irradia una emoci¨®n indescriptible; despu¨¦s, ?caro, que desaf¨ªa al toro a cent¨ªmetros de los pitones. Antes, ante el segundo toro, se lucieron Berl¨ªn y Dal¨ª; y Pirata y Napole¨®n, y Churumay, toda una cuadra de magn¨ªficos artistas dirigidos por un gran torero que ayer no tuvo suerte.

El m¨¢s veterano, Boh¨®rquez, se desped¨ªa de esta plaza en su ¨²ltima temporada, y no disfrut¨® el adi¨®s so?ado. Es el ¨²ltimo representante del rejoneo cl¨¢sico, austero en las formas, elegante, pero le cuesta conectar con el p¨²blico de hoy, y tampoco parece estar en plenitud de facultades. Destac¨®, habitual en ¨¦l, con las banderillas a dos manos, y fall¨® a la hora de la muerte, especialmente ante el muy manso cuarto.