¡°El punk es de las mujeres porque somos anarquistas¡±
En sus memorias ¡®La chica del grupo¡¯, Kim Gordon recupera cap¨ªtulos de la historia de la m¨ªtica banda Sonic Youth para hablar de sus propias inquietudes
Tiene reputaci¨®n de ser seca, pero hoy, Kim Gordon parece contenta. ¡°El libro ha gozado de un buen recibimiento, y eso me obliga a hacer mucha promoci¨®n, lo cual es bueno y malo a la vez¡±, admite. ¡°Pero, qui¨¦n sabe, quiz¨¢ hablar de todo lo que he escrito se convierta en una buena terapia¡±. Es parca en palabras, y la conversaci¨®n telef¨®nica evidencia que prefiere que sean sus obras las que hablen por ella. En cuanto al libro, se titula La?chica del grupo, y es la autobiograf¨ªa de la que fuese miembro de Sonic Youth, uno de los grupos que m¨¢s han renovado el rock and roll en los ¨²ltimos 30 a?os.
¡°Hace un par de a?os, un editor me propuso escribir mis memorias. Me pareci¨® que pod¨ªa ser un buen momento para hacerlo porque empezaba a contemplar mi vida de un modo retrospectivo¡±. Dicho momento est¨¢ ligado a un hecho personal. Gordon descubri¨® que su marido, el padre de su hija Coco Hayley y cofundador de Sonic Youth, el guitarra Thurston Moore, ten¨ªa una relaci¨®n con otra mujer. Esa crisis se convirti¨® en un punto de inflexi¨®n para su vida. En 2011, el grupo comunic¨® su separaci¨®n. La semilla de este libro naci¨® poco despu¨¦s. ¡°No quer¨ªa escribir un libro sobre Sonic Youth ¡ªinsiste Gordon¡ª, pero tampoco pod¨ªa eludir el tiempo que he pasado con el grupo, as¨ª que eleg¨ª ciertos cap¨ªtulos de mi historia con ellos y los us¨¦ para hablar de m¨ª, de mis inquietudes y mis inclinaciones literarias, explic¨¢ndolas a trav¨¦s de algunas de las canciones que escrib¨ª para el grupo. Ya habr¨¢ quien se encargue de escribir la historia definitiva de Sonic Youth¡±.
M¨¢s de la mitad del texto est¨¢ dedicada a contar las ra¨ªces de la autora, su infancia y adolescencia en California, la relaci¨®n con sus padres y antepasados, la influencia de un hermano esquizofr¨¦nico, sus primeros pasos como artista conceptual. Gordon lleg¨® a Nueva York a finales de los setenta. Conoci¨® a Moore, que viv¨ªa con pasi¨®n los coletazos finales de la era en la que el underground local, con artistas como Patti Smith, Ramones y Richard Hell, propici¨® un cambio global en el rock.
Era buen momento para escribir mis memorias porque empezaba a contemplar mi vida de un modo retrospectivo"
En el texto, Gordon explica que nunca se sinti¨® especialmente entusiasmada por aquellos grupos a los que lleg¨® tarde. Sin embargo, reconoce su deuda con la no wave, el movimiento surgido en 1977 en el downtown neoyorquino, una reacci¨®n extrema contra el punk que en ocasiones ten¨ªa m¨¢s de jazz o de arte conceptual que de rock, y que estuvo representado por nombres como James Chance, Mars, DNA, Glenn Branca y Lydia Lunch. Algunos a?os despu¨¦s de toda aquella implosi¨®n, Gordon acabar¨ªa creando con esta ¨²ltima un grupo de vida breve, Harry Crews, inspirado en el escritor norteamericano hom¨®nimo. ¡°Fue divertido hacer aquello¡±, recuerda. ¡°Cuando llegu¨¦ a Nueva York, Lydia era una de las nuevas figuras sobresalientes, me impactaron su poder¨ªo y su fuerza. La no wave me inspir¨®. No tanto porque contase con una notable presencia femenina en sus bandas, sino por sus planteamientos generales. Para m¨ª, fue algo mucho m¨¢s influyente que el punk¡±.
Desde el t¨ªtulo hasta su ¨²ltima p¨¢gina, el feminismo es algo impl¨ªcito a La chica del grupo. La bajista, que en 1993 se dej¨® retratar con una camiseta con la inscripci¨®n Las chicas inventaron el punk, no Inglaterra, tiene su propia teor¨ªa respecto al cambio de rol femenino que supuso el punk. ¡°Aquella camiseta me la lanzaron durante una actuaci¨®n. La us¨¦ porque la vi como una manera l¨²cida de zanjar el eterno debate sobre si el punk naci¨® en Nueva York o en Londres. Las mujeres somos siempre elementos anarquistas que se revuelven contra los convencionalismos sociales masculinos, as¨ª que, por l¨®gica, el punk es algo nuestro. Hizo que m¨¢s mujeres tuviesen visibilidad gracias a gente como Patti Smith y Siouxsie, que animaron a otras a romper moldes, pero para m¨ª no fueron una inspiraci¨®n¡±. Afloran entonces nombres de otras mujeres que est¨¢n en su libro: Jennifer Herrema, Kathleen Hanna o Julie Cafritz, a las que considera ¡°iconos en potencia que no han llegado al gran p¨²blico¡±. Concluye hablando de su estilo literario. ¡°Quer¨ªa escribir un libro que me gustase leer. Cuando leo las memorias de alg¨²n m¨²sico casi siempre me termino aburriendo. ?Por qu¨¦ decid¨ª colocar la palabra darkness al final del texto? Forma parte de una serie de pinturas que hice, y me gust¨® para cerrar el texto. No suelo darle muchas vueltas a esas cosas¡±.
La chica del grupo. Kim Gordon. Traducci¨®n de Montse Ballesteros. Editorial Contra. Barcelona, 2015. 344 p¨¢ginas. 18,90 euros.
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