El triunfo del viejo maestro del surrealismo
Roy Andersson defiende el valor de lo humano con ¡®Una paloma...¡¯, Le¨®n de Oro en Venecia
A sus 71 a?os el sueco Roy Andersson solo ha estrenado cinco largometrajes. Suficientes para que sea considerado uno de los grandes del cine europeo. Insuficientes para ¨¦l, que no esconde sus ganas de haber filmado m¨¢s. ¡°Unas veces el desapego del p¨²blico, otras las faltas de financiaci¨®n o mi af¨¢n perfeccionista... En fin, ahora estoy en racha y voy a empezar la sexta¡±. Con su ¨²ltimo trabajo, Una paloma se pos¨® en una rama a reflexionar sobre su existencia, ha depurado su estilo hasta alcanzar unas cotas fascinantes de surrealismo, con una pel¨ªcula de episodios que, como defini¨® un cr¨ªtico, transcurren ¡°entre el dolor y la carcajada¡±. El pasado verano gan¨® el Le¨®n de Oro del festival de Venecia, y con ella cierra una trilog¨ªa que inici¨® en 2000. ¡°Lo que viene ser¨¢ distinto, pero ya soy mayor, no voy a abandonar mi estilo. En oto?o ir¨¦ a Madrid a visitar en el Prado los cuadros de Goya. Para m¨ª es un referente fundamental¡±, cuenta por tel¨¦fono desde su oficina.
Para entender el cine de Andersson hay que conocer su vida: el director es uno de los grandes realizadores publicitarios de su pa¨ªs, con m¨¢s de 400 anuncios a sus espaldas. Disfruta encadenando historias cortas. No le gusta salir de su estudio ¨Cla empresa Studio 24- y por ello todos sus filmes recrean de forma entre surrealista y personal los espacios exteriores. ¡°Mi perfeccionismo hace que me sienta nervioso en sitios que no controlo. De ah¨ª que use trampantojos y otros trucos visuales para recrear el mundo. Todo lo filmamos aqu¨ª, en este edificio en mitad de Estocolmo¡±. En todos sus episodios hay una gran crueldad, s¨®lo superada por su ansia de humanidad. ¡°Me interesa el ser humano como individuo. Soy de la vieja escuela, creo que al mundo actual le falta solidaridad, cari?o por sus vecinos¡±. En Una paloma... el p¨²blico asiste a lo que en el fondo son bastantes recuerdos de la infancia de Andersson (cuando en su Gotemburgo natal se pod¨ªa conseguir un chupito a cambio de un beso a la camarera) y dolor ante la actualidad (ataca a la empresa compatriota Boliden que envenen¨® a cientos de chilenos; en Espa?a la compa?¨ªa tampoco dej¨® buen recuerdo).
Andersson suena cantar¨ªn. ¡°El recibimiento a mi nueva pel¨ªcula ha sido tan abrumadoramente positivo que vivo una situaci¨®n fant¨¢stica. Puedo hacer ya la nueva¡±. Y para ello volver¨¢ a re¨ªrse de ¡°lo absurdo de la vida¡±. ¡°Me gusta la idea de combinar dolor y belleza. Soy viejo, he visto mucho. Y me importa reflexionar lo que hemos perdido en este siglo XXI, sobre nuestra incapacidad de reconocer al vecino. Me parece que es mi deber. Para m¨ª una de mis fuentes de inspiraci¨®n es Francisco de Goya. Me gusta c¨®mo retrata a la gente, como habla de grandes problemas y de los grandes momentos hist¨®ricos a trav¨¦s de la gente normal. Me hubiera gustado ser pintor y no cineasta, porque creo que Goya eso lo logra de forma asombrosa: radiograf¨ªa todo el espectro. Y porque como espectador te pones delante de un cuadro durante horas, intentando abarcar todo lo que muestra muchas veces sin lograrlo. Yo intento mejorar la calidad de mi trabajo para que alguien vea varias veces mi cine y cada vez descubra nuevos detalles¡±. Eso lleva al sueco a sentirse solo como creador: ¡°Hoy los cineastas se centran en contar historias para enganchar al p¨²blico. Se olvidan de hablar del humanismo. Es una pena¡±.
Andersson empez¨® su carrera con un estilo muy cercano al neorrealista italiano en 1970 con A swedish love story. ¡°El ladr¨®n de bicicletas es mi pel¨ªcula favorita. Y durante d¨¦cadas am¨¦ el estilo naturalista. Hasta que me di cuenta de que ten¨ªa que cambiar, luchar y ofrecer algo m¨¢s. Y eso lo encontr¨¦ en este estilo m¨¢s abstracto¡±, estilo por el que ha llegado a ser definido, seg¨²n Village Voice, como un ¡°slapstick Ingmar Bergman¡±. ¡°Dej¨¦moslo en que me interesan algunas de sus pel¨ªculas y otras no¡±. ?Y Bu?uel? ¡°Me vuelve loco. Viridiana, es una de las pel¨ªculas m¨¢s importantes de la historia. Si El ladr¨®n de bicicletas es el filme m¨¢s humano,?Viridiana es el filme m¨¢s inteligente de la historia, y, para completar, Hiroshima, mon amour es el m¨¢s po¨¦tico. A esas tres pel¨ªculas yo les robo todo lo que puedo¡±.
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