El festival de Fez fusiona lo sagrado con lo m¨¢s terrenal
La ciudad m¨¢s antigua de Marruecos acoge un encuentro de m¨²sicas sacras


Ah¨ª est¨¢ Diego, El Cigala, a las cinco de la ma?ana en un hotel de Fez. Hace unas horas ha cantado en el Museo Batha, debajo de una encina milenaria, en un espacio de cuentos de Las mil y una noches. Su p¨²blico lo compon¨ªan j¨®venes marroqu¨ªes de las mejores familias de la ciudad, y turistas europeos, sobre todo franceses y espa?oles. Buena parte del mill¨®n y medio de habitantes que tiene la ciudad m¨¢s antigua de Marruecos no pueden costearse los 300 d¨ªrhams (algo menos de 30 euros) que vale la entrada. Estamos en la 21.? edici¨®n el Festival de M¨²sicas Sagradas del Mundo. En Fez. Pero enti¨¦ndase por sagrada o sacras todo lo que quepa bajo la palabra esp¨ªritu. Y como lo que cabe es mucho, al d¨ªa siguiente habr¨¢ entrada gratis en la gran plaza de Boujloud para ver al rapero Muslim, premiado en 2014 como el mejor de Marruecos. Veinte mil j¨®venes aplacan como pueden la energ¨ªa y las ganas de ver al hombre que canta las verdades que quieren escuchar.
En cuanto aparece Muslim en el escenario toda la plaza empieza a corear Al Rissala (El Mensaje), la canci¨®n que se ha convertido ya en un himno entre los chavales marroqu¨ªes. M¨²sica sagrada para ellos con una letra bien terrenal:
En el nombre de los j¨®venes de este pa¨ªs escribo esa letra, porque la cosa est¨¢ mal. M¨¢s que mal, est¨¢ fatal. Desde que nacimos estamos aguantando y la paciencia se nos ha acabado. Dicen que pronto se arreglara, pero va empeorando¡ En nuestros rincones muri¨¦ndonos lentamente, con droga y hach¨ªs luchamos contra el paro. No trabajamos nada y nuestras vidas van a la basura. Tanto el que es analfabeto como el que no lo es, todos vamos en la misma red.
Las murallas milenarias rodean la plaza. Estamos a menos de un kil¨®metro de la famosa medina de Fez, la m¨¢s grande del mundo, la zona peatonal m¨¢s grande del mundo: es un laberinto bien se?alizado de 300 hect¨¢reas, l¨¦ase 300 campos de f¨²tbol, con 9.000 calles, unos 2.000 callejones estrech¨ªsimos sin salida y m¨¢s de 200.000 personas viviendo dentro. Es una ciudad medieval donde el medio de transporte en el que llegan los alimentos y sale la basura son los burros, entre palacio, palacetes, universidades.
Estamos en la 21? edici¨®n el Festival de M¨²sicas Sagradas del Mundo. Pero enti¨¦ndase por sagrada lo que quepa bajo la palabra esp¨ªritu
Entre las casas desvencijadas con sus antenas parab¨®licas tambi¨¦n hay palacios con jardines y albercas que recuerdan a la Alhambra. La ciudad a¨²n conserva el esplendor de cuando era un cruce de civilizaciones. Y la intenci¨®n de este festival que cumple 21 a?os y que se ha celebrado desde el 22 al 30 de mayo, es la de juntar religiones, esp¨ªritus diversos y que dialoguen. ¡°Puede que sea una gota en el desierto de radicalismo que vivimos hoy en d¨ªa¡±, dice un espectador californiano en el concierto de Diego, El Cigala, pero una gota es un milagro¡±.
El festival tiene varios ambientes: el de los intelectuales y familias bien que hablan cuatro o cinco idiomas y se dejan caer por museo Bahta para ver al Cigala o a un grupo corso de m¨²sica polif¨®nica. El de las familias m¨¢s adineradas que acuden al impresionante espacio Bab Makina, donde mucha gente no desentonar¨ªa en un desfile de modelos. Y despu¨¦s est¨¢ el ambiente popular de la plaza y los conciertos gratuitos, como el que ofreci¨® el rapero Muslim en la noche del mi¨¦rcoles.
A menos de un kil¨®metro de la inmensa medina medieval, Muslim sigue hablando de problemas bien actuales, separado de sus admiradores por muchas vayas y decenas de polic¨ªas. Sigue con los versos de Al Rissala:
Si quieres trabajar coge una pala o sigue el camino de tus hermanos criminales y ladrones. Pobre Gobierno, que no puede con nada. A partir de ahora no hay descanso. Encontrarnos una situaci¨®n, y si no la tendremos que liar antes de que sea tarde¡
De pronto se corta el sonido, cosas que pasan en directo. Muslim abre las manos como diciendo que no puede hacer nada. Y los chavales le dicen que no se preocupe, que no pasa nada, que siguen ah¨ª con ¨¦l.
Y as¨ª tres o cuatro veces, en distintas canciones. Muslim sigue:
Por eso queremos que sint¨¢is por una vez lo que nosotros sentimos, para que sep¨¢is de verdad lo que es ser un luchador. ?C¨®mo os sent¨ªs? Los j¨®venes no saben qu¨¦ hacer con su vida y est¨¢n perdidos. Qu¨¦ pena¡ Pasan a?os en la c¨¢rcel e inmigrando a pa¨ªses extranjeros. Nuestros hijos vagabundos en las calles y nuestras hijas en el mundo de la prostituci¨®n. Viven la vida de la calle y eso hizo de ellos malas personas. No queda tanto para que suene la alarma y esto es s¨®lo una letra escrita con l¨¢grimas¡ Con l¨¢grimas y sangre de los pobres¡±. No son ofensivas, mi ¨²nica arma es mi palabra. As¨ª que no te hagas el tonto, que esto va por ti y por los otros. ?Qui¨¦n os cre¨¦is que sois para condenarnos a este sufrimiento? Escuchad lo que val¨¦is, hijos de perra.
Se acaba el concierto y miles de j¨®venes regresan en grupos a sus casas, entre las kilom¨¦tricas murallas de los palacios reales. Habr¨¢ pocas ocasiones para ellos de disfrutar de un espect¨¢culo semejante. Al menos, hasta el a?o que viene, en la pr¨®xima edici¨®n del Festival de M¨²sicas Sagradas del Mundo. Una maravillosa gota en el desierto.
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