¡°El gran p¨²blico solo quiere ver lo que conoce y conoce cuatro cosas¡±
Guillermo Solana acaba de cumplir una d¨¦cada como director art¨ªstico del Museo Thyssen
Guillermo Solana (Madrid, 1960) acaba de cumplir una d¨¦cada como director art¨ªstico del Museo Thyssen-Bornemisza, uno de los pilares esenciales del Paseo del Arte de Madrid junto al Prado y el Reina Sof¨ªa. Profesor en excedencia de la Universidad Aut¨®noma, toda su experiencia muse¨ªstica est¨¢ ligada al Thyssen, un centro p¨²blico, dependiente de una fundaci¨®n controlada por el Ministerio de Cultura, que ha sufrido como los grandes museos nacionales los enormes recortes presupuestarios aplicados desde el comienzo de la crisis en el a?o 2008.
Pregunta. ?Por qu¨¦ son ustedes distintos y por qu¨¦ la crisis econ¨®mica les afecta de manera diferente?
Respuesta. En Espa?a se habla de nosotros como si fu¨¦ramos el Louvre o el Metropolitan, pero somos una pyme, con menos de 150 empleados y una colecci¨®n extraordinaria de 800 pinturas. Tampoco nos parecemos a los grandes museos nacionales, como el Reina Sof¨ªa o El Prado, pero somos un espacio p¨²blico y la gente sigue con la idea de que somos privados. No hay manera de cambiar esa percepci¨®n. En este tiempo nos hemos quedado sin patrocinadores [su principal colaborador fue Caja Madrid], las visitas sufren altibajos y el alquiler del espacio para eventos ha bajado.
P. ?Con qu¨¦ museo se comparar¨ªan? ?Con la Colecci¨®n Frick de Nueva York, por ejemplo?
R. Es un ejemplo perfecto.
Redes sociales y pinacotecas: eficaces s¨ª, pero no milagrosas
En 2012, Guillermo Solana tuvo la idea de publicar una gu¨ªa del Museo Thyssen en 308 tuits. Pero no est¨¢ tan claro que, para este aut¨¦ntico pionero de la presencia muse¨ªstica en las redes sociales, estas sirvan para promocionar con eficacia las pinacotecas: ¡°Creo que en las redes sociales entra un p¨²blico ya convencido de antemano, pero dudo de que sumen nuevos visitantes. Desde luego, tienen un papel de difusi¨®n espectacular y la gente se entera de lo que hacemos. Otra cosa es que se levanten del ordenador y vengan. Creo que pasa como con las manifestaciones: que la gente protesta en Twitter y creen que ya est¨¢ todo hecho¡±, explica el director del Thyssen.
Y sobre el momento de la despedida, para cuando llegue, Solana s¨ª tiene claras las exposiciones que le gustar¨ªa montar antes del adi¨®s: ¡°Una la dedicar¨ªa al Rembrandt retratista. La otra a Caspar David Friedrich. De momento, inasumibles, pero no pierdo la esperanza¡±.
P. En esa percepci¨®n general de que este es un museo privado puede que tenga que ver Carmen Thyssen, vicepresidenta vitalicia del Patronato y con una imagen p¨²blica bastante controvertida...
R. El peso de Carmen Thyssen siempre es positivo. Su presencia suma. Pero hay gente que no entiende que, adem¨¢s de vicepresidenta del patronato, sea tambi¨¦n coleccionista. Por cierto, en la reuni¨®n del ¨²ltimo Patronato ha comunicado que ampl¨ªa un a?o m¨¢s el pr¨¦stamo gratuito de su colecci¨®n a este museo. Es injusto confundir al museo con la baronesa y decir que ella se beneficia. La colecci¨®n y las finanzas del museo y las de ella son mundos estancos. Nada que ver.
P. ?Est¨¢ siendo dif¨ªcil sobrevivir como museo?
R. El drama de la cultura en este momento no es solo la escasez presupuestaria. Es tambi¨¦n el gran desorden. El llamado Paseo del Arte de Madrid se ha convertido en el salvaje Oeste. Antes era un tri¨¢ngulo formado por El Prado, el Reina Sof¨ªa y nosotros. Luego fueron llegando las fundaciones privadas [Mapfre, CaixaForum] que, a la sombra de los museos, han hecho una competencia desleal no cobrando por las exposiciones y han practicado una pol¨ªtica cultural neocolonialista. Para rematar el panorama, ha entrado en liza el Ayuntamiento de Madrid ofreciendo el CentroCentro Cibeles a coleccionistas p¨²blicos o privados solo a cambio de lo que se recaude con las entradas. Acabo de cancelar una de las exposiciones m¨¢s importantes de los ¨²ltimos a?os, sobre Kandinsky y El jinete azul, porque me he enterado de que el Ayuntamiento tiene programado a Kandinsky. ?Qu¨¦ disparate es este?
P. ?No hay ninguna coordinaci¨®n ente los directores de los museos?
R. La hab¨ªa. No con estos que han entrado a la arena hace poco. No puede ser que con dinero p¨²blico, en este caso del Ayuntamiento, se produzcan contraprogramaciones que no hacen m¨¢s que perjudicar. Hemos llegado a una situaci¨®n en la que hay dos clases de pa¨ªses: los que tienen riqueza cultural (pens¨¦ que est¨¢bamos entre ellos) y los que tienen dinero y pagan por esa riqueza (Australia, Corea, Emiratos ?rabes...). Parece que estemos entre los segundos. La crisis ha tenido efectos terribles, como lo prueba este desorden del que estoy hablando.
P. ?Qu¨¦ soluci¨®n ve?
R. Es un problema pol¨ªtico. Cada Administraci¨®n funciona a lo loco y tendr¨¢n que actuar pronto.
P. Pero ustedes han tenido y tienen exposiciones temporales de gran tir¨®n. Ahora mismo exhiben a Delvaux y a Raoul Dufy.
R. Pero nunca sabes c¨®mo va a reaccionar el p¨²blico. Delvaux funciona bien, pero Dufy no tanto, aun siendo un impresionista de primer nivel del que hemos conseguido cuadros extraordinarios. Creo que el gran p¨²blico solo quiere ver lo que conoce y solo conoce cuatro cosas. Como los ni?os, quiere ver siempre la misma pel¨ªcula. Todos los d¨ªas lo mismo: Monet, Van Gogh, Picasso, Dal¨ª o Sorolla.
P. A ustedes se les ha acusado a veces de abusar de los impresionistas, puede que los m¨¢s populares y gozosos de ver.
Historia del Thyssen y del Paseo del Arte
Las puertas del museo se abrieron en 1992, con la colecci¨®n adquirida por el Estado espa?ol al bar¨®n Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza en 1993. Su fundaci¨®n, cuyo patronato corresponde al Ministerio de Cultura, se cre¨® en 1988. En 2004, se inaugur¨® la ampliaci¨®n a trav¨¦s del Palacio de Villahermosa con la Colecci¨®n Carmen Thyssen-Bornemisza.
Tom¨¢s Llorens fue el primer director art¨ªstico de la pinacoteca. Hace 10 a?os, le sustituy¨® Guillermo Solana.
Junto al Museo del Prado y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa, form¨® la llamada Milla de Oro o el Paseo del Arte de Madrid, a lo largo del eje del paseo del Prado. Luego se incorporaron CaixaForum, la Fundaci¨®n Mapfre (ya en Recoletos) o CentroCentro Cibeles.
R. S¨ª, pero el gran ¨¦xito, el indiscutible, fue C¨¦zanne. Mi l¨ªnea en el Thyssen ha sido una l¨ªnea quebrada, en zigzag. Ahora tenemos a Delvaux y Dufy. Este verano Zurbar¨¢n y Vogue. En oto?o, Munch y La ilusi¨®n del Oeste. El pr¨®ximo a?o, Caravaggio y Caillebotte.
P. ?Cree que los medios p¨²blicos hacen lo suficiente por la difusi¨®n del arte?
R. No hacen nada. O casi. Lo que sale en televisi¨®n de los museos es m¨ªnimo. Antes ten¨ªamos Informe Semanal, donde sol¨ªa salir alguna exposici¨®n muy bien contada. Ahora queda Carlos del Amor en la Primera y Antonio G¨¢rate en 24 Horas. El otro d¨ªa, vi un reportaje en Telemadrid de una pintora llamada Mar¨ªa Jes¨²s de Frutos en Casa de Vacas, espacio municipal. En la entrevista, ella explicaba que es la esposa de Enrique Cerezo [presidente del Atl¨¦tico de Madrid]. Su exposici¨®n se titulaba Colores de milonga. Desolador.
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