Dieta ¡®Supervivientes¡¯

Lo dijo el otro d¨ªa el ?torero? Rafa Camino, despanzurrado con toda su santa pachorra sobre la arena de la isla de Supervivientes 2015. ¡°Me pagan una pasta por adelgazar a lo bestia, ba?arme en una playa de puta madre y ponerme moreno. ?Qu¨¦ m¨¢s quiero?¡±. Hay que convenir con los m¨ªsticos Juan de la Cruz y Teresa de ?vila en que el ser humano, sometido a los rigores del ayuno, la soledad y la falta de alivio f¨ªsico, experimenta instantes de rara clarividencia. Porque mientras el exmatador soltaba ese haiku, sus colegas de fatigas lloraban del hambre, del asco y de las chinches que se les meten por todos los orificios en ese concurso de ?superaci¨®n? consistente en soltar en un medio hostil a un grupo de seres presuntamente civilizados con el fin de que se asilvestren, se pongan a parir mutuamente y nosotros que lo veamos. Un lince, Camino. La vuelta al ruedo la tiene cruda, pero, si yo fuera Vasile, ya tardaba en darle una silla en S¨¢lvame como fil¨®sofo posmoderno.

Una arroba al menos ¡ªde las anal¨®gicas, no de las digitales¡ª habr¨¢ perdido ya el figura a base de pescado crudo, arroz hervido y agua de coco. Las mismas que habr¨¢n ganado, entrambos, Isabel Pantoja y Ortega Cano con el rancho de la trena, seg¨²n comprobamos cuando sal¨ªan de chirona m¨¢s lustrosos y lozanos que en su vida. Dicen quienes saben que la persona humana, sometida al encierro del alma de soportarse a s¨ª misma las 24 horas del d¨ªa, o se hunde en la miseria, o se viene arriba. As¨ª que, ni la Dukan ni la disociada ni la de la alcachofa. Yo que Maril¨® patentaba la Dieta del Talego y la de Supervivientes y me forraba vendi¨¦ndosela a los ricos, porque la verdadera pobreza engorda quintales, como saben quienes tienen que comer pan con pan de los bancos de alimentos.

Dicho esto, estar¨ªa bien saber qu¨¦ clase de glutamato le echan a ese reality para tenernos a tantos ?adultos? amorrados a ese pienso compuesto televisivo. Como dir¨ªa Ca?ete, lo que no mata, engorda.