El peruano Roca Rey asombra y triunfa en la Maestranza de Sevilla

El novillero peruano Andr¨¦s Roca Rey, que cort¨® dos orejas, fue el triunfador del festejo de abono celebrado en la plaza de la Maestranza de Sevilla, en el que el murciano Filiberto obtuvo un ap¨¦ndice y el sevillano Pablo Aguado se entreg¨® y fue cogido dos veces por el sexto, que afortunadamente no consigui¨® herirlo.

Con menos de media entrada, se lidiaron novillos de Villamarta, correctamente presentados. El primero, de noble pit¨®n izquierdo, acus¨® un fuerte puyazo. El segundo result¨® manso, aplomado y reserv¨®n. El tercero tuvo movilidad, pero le falt¨® aut¨¦ntica entrega. La mejor virtud del cuarto fue su capacidad de humillar. El quinto result¨® potable, y el sexto fue muy deslucido y peligroso en la muleta.

El balance art¨ªstico fue el siguiente: Filiberto, ovaci¨®n y oreja; Andr¨¦s Roca Rey, oreja y oreja y Pablo Aguado, ovaci¨®n y oreja.

Roca Rey pas¨® a la enfermer¨ªa despu¨¦s de pasear la oreja del quinto. El parte m¨¦dico se?ala que fue atendido de herida inciso contusa sobre bolsa escrotal con contusi¨®n testicular, limpieza y sutura de la herida. Pron¨®stico leve.

El murciano Filiberto sorte¨® en primer lugar un noble ejemplar que acus¨® el fort¨ªsimo puyazo recibido. La faena, correcta, no logr¨® levantar el vuelo. Con el cuarto, que humill¨® mucho y bien, pudo torear con trazo largo, firmeza y excelente corte.

Roca Rey, que debutaba en Sevilla, asombr¨® por su pasmoso valor. El novillero peruano cort¨® una oreja del segundo de la tarde, un ejemplar manso, reserv¨®n y aplomado al que supo tocar todas las teclas. Con el quinto, que le hiri¨® al entrar a matar, volvi¨® a meterse al p¨²blico en el bolsillo entreg¨¢ndose a tope en una labor de intensidad creciente que remat¨® por luquecinas.

Repet¨ªa en la plaza de la Maestranza el sevillano Pablo Aguado, que s¨®lo pudo esbozar su calidad muletera con un tercero informal y de movilidad enga?osa al que mat¨® de una estocada fulminante despu¨¦s de pinchar en el primer intento. Recibi¨® con tres faroles en los medios al sexto, que le propin¨® una fort¨ªsima voltereta. Fue lo mejor de una labor escenificada en el filo de la navaja que cal¨® con fuerza en el tendido.

Triunfo de El Juli en Toledo

El diestro Juli¨¢n L¨®pez El Juli protagoniz¨® en Toledo un triunfo rotundo de cuatro orejas, y sali¨® a hombros del coso taurino de la ciudad imperial.

Con lleno en los tendidos, se lidiaron cinco toros de Domingo Hern¨¢ndez y uno -el segundo- de Garcigrande, bien presentados, justos de casta y de escaso fondo. Algo mejores, cuarto, quinto y sexto.

Jos¨¦ Antonio Morante de la Puebla, silencio y oreja; El Juli, dos orejas y dos orejas, y Alejandro Talavante, ovaci¨®n y oreja.

Varios fueron los toques de atenci¨®n que propici¨® esta triunfal corrida celebrada en Toledo. El primero de ellos, el llenazo que registraron los tendidos. El segundo estuvo protagonizado por El Juli, en un alarde de poder¨ªo. Su primero no tuvo clase ni raza, por lo que el madrile?o opt¨® por un toreo menos ortodoxo, pero ciertamente efectivo, y logr¨® un mayor y mejor acople al natural. Sin embargo, el quinto de la tarde pareci¨® tener m¨¢s fondo, por lo que El Juli se decidi¨® a sacar su faceta de poder desde el inicio de faena. Los muletazos por ambos pitones fueron de trazo muy largo, y de mano muy baja, por lo que el dep¨®sito de casta del toro, que estaba a medias, se agot¨® terminada la quinta tanda, por lo que opt¨® por molinetes y otros adornos para disfrute de un p¨²blico entregado.

Adem¨¢s, mat¨® de una estocada contundente al primer intento, por lo que les concedieron las dos orejas, esta vez con mayor merecimiento que las cobradas en su primer oponente.

A Morante le toc¨® en primer lugar un torazo atacado de kilos y flojo, con el que lo intent¨® levemente. Bien sab¨ªa ¨¦l de las nulas posibilidades de ejecutar su toreo ante este ejemplar, por lo que decidi¨® esperar suerte en su segundo. Y la hubo, porque el toro permiti¨® al sevillano lancear a la ver¨®nica con cadencia, que remat¨® en los medios. Brind¨® a los tendidos y compuso una faena repleta de chispazos y pinturer¨ªa a un toro que tuvo buen embroque, pero que desluc¨ªa saliendo de los muletazos con la cara alta. Y como colof¨®n se tir¨® a matar de verdad, y logr¨® su objetivo, aunque la tardanza en doblar del oponente enfri¨® los ¨¢nimos y el premio qued¨® en una sola oreja.

Talavante se qued¨® con la miel en los labios al comprobar que su primero hu¨ªa descaradamente a tablas despu¨¦s de embestir con cierto br¨ªo a su muleta en el inicio. No obstante, se pudo desquitar en el sexto. Arreado por el triunfo de El Juli, luci¨® por ver¨®nicas acompasadas y rematadas en los medios. Sigui¨® la intensidad en un vibrante inicio de rodillas llevando largo y templado a su oponente, y ejecut¨®, incluso, una arrucina de hinojos que sorprendi¨® a todos. El toro tuvo movilidad rebrincada, por lo que los muletazos tuvieron emoci¨®n, pero no tanta limpieza. Con el animal venido a menos, el extreme?o opt¨® por el arrim¨®n, y culmin¨® la faena de pinchazos y extraordinaria estocada entera arriba cobrada en los medios.

El Fandi y Cayetano, a hombros

David Fandila El Fandi y Cayetano salieron a hombros por la puerta grande en la primera corrida de abono del Corpus de Granada tras cortar tres y dos orejas, respectivamente, en una tarde de toros flojos.

Con dos tercios de entrada, se lidiaron cuatro toros de Hermanos Garc¨ªa Jim¨¦nez (primero, segundo, tercero y sexto), uno de Pe?a de Francia (el cuarto), y el quinto de Olga Jim¨¦nez, que presentaron un aspecto terciado y muy justos de fuerza y raza.

Enrique Ponce, media estocada algo tendida y descabello (saludos) y estocada y descabello (oreja tras aviso); El Fandi, estocada (oreja) y estocada (dos orejas); y Cayetano, pinchazo y estocada (oreja) y estocada (oreja).

Faena s¨®lo aseada de Enrique Ponce en su primero, un toro muy justo de fuerza y raza al que no pudo forzar y, a pesar de la t¨¦cnica, falt¨® emoci¨®n. En el cuarto, fue de menos a m¨¢s, prob¨® en todos los terrenos, pero al toro le costaba pasar, por lo que recurri¨® a las cercan¨ªas, que tuvieron su efecto al final de faena y enmend¨®, que no tap¨®, los defectos del astado. El p¨²blico premi¨® su esfuerzo.

Sali¨® muy decidido El Fandi en el segundo de la tarde, con seis largas cambiadas en el recibo de capote, y muletazos de rodillas al comienzo de faena con la muleta, pero el toro se raj¨® sin querer pelea y tuvo que recurrir al arrim¨®n y efectismo que el p¨²blico agradeci¨®. El quinto protest¨® por alto su falta de fuerza y justa raza, y el torero volvi¨® a ser efectista entre los pitones para poder rematar una faena muy voluntariosa. Estuvo poderoso y f¨¢cil en banderillas con sus dos toros.

Cayetano realiz¨® una faena discontinua con detalles muy toreros pero sueltos en el tercero, un toro muy justo ante el que tuvo que rectificar los terrenos en cada tanda. Imposible fue el lucimiento en el sexto, un manso que solo busc¨® tablas y rehuy¨® la pelea. Vano intento en el m¨¢s rajado de la tarde, pero el p¨²blico lo premi¨®.