¡°El espectador siempre entiende m¨¢s de lo que cree¡±

Para Olivier Assayas (Par¨ªs, 1955), las pel¨ªculas surgen de ¡°corrientes subterr¨¢neas¡±. El director franc¨¦s, figura central del cine de autor franc¨¦s en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas y firme creyente en ¡°el poder de lo inconsciente¡±, no siempre logra designarlas con un nombre o atribuirles un origen preciso. Y todav¨ªa menos en el caso de una pel¨ªcula tan compleja como Viaje a Sils Maria, escondida bajo el aspecto de cl¨¢sico melodrama de mujeres. ¡°Me promet¨ª que no hablar¨ªa de esta pel¨ªcula, que dejar¨ªa que se explicara por s¨ª sola¡±, asegura Assayas, sentado en un caf¨¦ de su barrio, el Marais parisiense. Reconoce haber fracasado: lleva un a?o dando explicaciones, desde que se estren¨® en el pen¨²ltimo Festival de Cannes. ¡°Es dif¨ªcil dar explicaciones, porque no es una pel¨ªcula geom¨¦trica, sino m¨¢s bien l¨ªquida. Contiene posibles cortocircuitos que cobran efecto gracias a la imaginaci¨®n del espectador¡±, responde.

En la pel¨ªcula, una veterana actriz decide volver a interpretar la obra teatral que la convirti¨® en una estrella siendo una cr¨ªa. Aunque, esta vez, en un papel algo menos estelar. Assayas asegura que tard¨® dos a?os en darle forma. ¡°Ten¨ªa todos los elementos en mente, pero no sab¨ªa c¨®mo combinarlos¡±, admite. El primero, y seguramente el m¨¢s importante, fue su protagonista, Juliette Binoche. Hab¨ªan coincidido hace 30 a?os en Rendez-vous, pel¨ªcula de Andr¨¦ T¨¦chin¨¦ de la que Assayas era guionista. Desde entonces quer¨ªan volver a colaborar juntos. Lo intentaron en 2007 con Las horas del verano, sin quedar del todo satisfechos. ¡°La verdad es que tem¨ªa el reencuentro¡±, admite Assayas. ¡°Binoche ha tenido una carrera de alt¨ªsimo nivel, al lado de Carax, Kieslowski, Kiarostami o Hou Hsiao Hsien. Sab¨ªa que ten¨ªa que estar a la altura, y a la vez no me apetec¨ªa competir con ellos¡±. A su lado, coloc¨® a una actriz inesperada: Kristen Stewart, quien sustituy¨® a la inicialmente prevista Mia Wasikowska. ¡°Fue la chispa que encendi¨® la llama. Binoche necesitaba a alguien que la desafiara. Nadie mejor que una superestrella, una mujer que encarna el presente y que es mucho m¨¢s famosa de lo que ella lo haya sido, aunque no cuente con el mismo prestigio art¨ªstico¡±, afirma Assayas.

El director contribuy¨®, contra pron¨®stico, a acelerar su rehabilitaci¨®n en Hollywood, donde Stewart hab¨ªa quedado proscrita tras el esc¨¢ndalo de su relaci¨®n ad¨²ltera con el director Rupert Sanders. ¡°La gente que la despreciaba se sorprendi¨® encontr¨¢ndola simp¨¢tica, inteligente y buena actriz. Sab¨ªa que no hab¨ªamos visto todo de lo que era capaz¡±, jura el director. Stewart termin¨® ganando el C¨¦sar a la mejor secundaria por su papel y protagonizar¨¢ lo nuevo de Assayas, Personal shopper, ¡°una cinta de fantasmas¡± que rodar¨¢n este octubre en Par¨ªs. ¡°Hollywood es un sistema muy oprimente y los actores necesitan respirar. As¨ª ha sucedido desde los tiempos de Ingrid Bergman¡±, sostiene el cineasta, con una comparaci¨®n no totalmente casual.

Un director no debe aspirar a la autoridad total"

El t¨ªtulo de la pel¨ªcula hace referencia a una peque?a localidad de los Alpes suizos que se convirti¨® en lugar de veraneo existencial para intelectuales como Thomas Mann, Marcel Proust o Hermann Hesse. Observando esas monta?as a 1.800 metros de altitud, en las que las nubes suelen quedar atrapadas en el desfiladero, Nietzsche vivi¨® la epifan¨ªa que le llev¨® a formular la teor¨ªa del ¡°eterno retorno¡±. En una pel¨ªcula sobre el paso inexorable del tiempo, la referencia tampoco es trivial. ¡°Descubr¨ª el lugar durante una vacaciones. Encajaba perfectamente con el tema de la pel¨ªcula, que habla de un mundo que cambia m¨¢s r¨¢pido que nosotros, oblig¨¢ndonos a correr tras ¨¦l¡±.

Viaje a Sils Maria sobresale en una cartelera donde este tipo de pel¨ªculas se han vuelto casi un exotismo. ¡°Ayer ve¨ªa una vieja pel¨ªcula de Philippe Garrel y me sorprendi¨® su manera de describir la pareja y los sentimientos. Me di cuenta de que esa ya no es una preocupaci¨®n del cine contempor¨¢neo¡±, opina Assayas. ¡°Con esta pel¨ªcula he querido volver a esa manera de hacer cine, a la empat¨ªa, el sentimiento, la emoci¨®n, la complejidad y la contradicci¨®n de los personajes¡±. Al director, inspirado por Bergman y Mankiewicz, no le importa que todo su p¨²blico no logre detectar su sofisticado subtexto. ¡°El espectador siempre entiende m¨¢s de lo que cree. El cine es un m¨¦dium que nos comunica con nuestro pasado. Cada uno aporta sus obsesiones y sus fantasmas para rellenar los huecos. Sin ese di¨¢logo y esa vibraci¨®n, el arte no existe¡±, sentencia. ¡°El cine de entretenimiento est¨¢ bien, pero en ¨¦l el espectador es pasivo. Yo prefiero que circule libremente dentro de mi pel¨ªcula. En el cine, es esencial no tener el control de todo. Un director no debe aspirar a la autoridad total¡±.

Adem¨¢s de hablar de esta actriz envejecida y enfrentada a una reinvenci¨®n obligatoria para sobrevivir, ?lo hace tambi¨¦n de su responsable, que acaba de cumplir 60 a?os (pese a aparentar casi veinte menos)? ¡°Los cineastas lo tenemos mejor que las actrices, porque nuestro rostro no se ve en pantalla. La edad de un director cuenta poco, a no ser que se tome por un viejo sabio, que es algo que suelo evitar¡±, bromea. ¡°El tema del arte es el presente, pero cuesta mucho escapar a la experiencia de lo vivido¡±. Es decir, que el renacimiento constante de todo artista (?de toda persona?) resulta tan imprescindible como, en el fondo, quim¨¦rico. Assayas bebe un ¨²ltimo sorbo y lo admite a rega?adientes: ¡°Eso es, en el fondo, lo que he tratado de decir¡±.