El talento y la modestia

En el mirador de su casa, rodeado de plantas, conserva Jaime de Armi?¨¢n el Goya de Honor que le concedieron en 2014, y cada primero de mayo le coloca un pa?uelo rojo alrededor del cuello. ¡°Y tambi¨¦n en la fiesta del Pilar¡±, aclara. Este madrile?o de 88 a?os mantiene vivo su sentido del humor y contin¨²a trabajando aunque ahora con cierta pereza. ¡°Es que tengo un ordenador nuevo que no entiendo. Me dicen que escriba a mano pero yo ya no puedo escribir a mano, me aburre mucho aunque siempre lo haya hecho as¨ª. Es una monada este ordenador. Sin embargo nadie me ense?a a usarlo. Dicen que es muy f¨¢cil, no es verdad¡­¡±. Y por culpa del ordenador tiene interrumpida su comedia La gran Bertha, de la que lleva escrito el pr¨®logo y el primer acto, ¡°y me falta el segundo¡±. Jaime de Armi?¨¢n es autor de una docena de obras de teatro, de 650 guiones para televisi¨®n y de una veintena para cine, adem¨¢s de los de las 16 pel¨ªculas que ¨¦l mismo ha dirigido, y las dos series Juncal y Una gloria nacional, con las que logr¨® grandes ¨¦xitos. Ha sido candidato en dos ocasiones al Oscar: por Mi querida se?orita y por El nido. ¡°En la primera ocasi¨®n se lo llev¨® con todo merecimiento Luis Bu?uel por El discreto encanto de la burgues¨ªa, pero en la segunda fue para una pel¨ªcula sovi¨¦tica horrorosa, Mosc¨² no cree en las l¨¢grimas, y me enfurec¨ª tanto que le puse la zancadilla al embajador sovi¨¦tico cuando sal¨ªa hacia el escenario y se peg¨® varios trompicones. Luego me dijo Billy Wilder que ¨¦l hubiera hecho lo mismo¡±.

Fue con Mi querida se?orita, en 1972, cuando Jaime de Armi?¨¢n se convirti¨® en un director popular, aunque ya era conocido por los espacios de televisi¨®n Galer¨ªa de maridos, Galer¨ªa de esposas, Del dicho al hecho, Las 12 caras de Eva, Suspiros de Espa?a¡­ sin olvidar el guion de Historias de la frivolidad (1968) que fue premiado en el festival de Montecarlo pero prohibido en la televisi¨®n espa?ola que entonces dirig¨ªa Adolfo Su¨¢rez: una curiosa paradoja puesto que el programa se burlaba precisamente de la censura.

Las historias que escribe Armi?¨¢n tienen una apariencia suave, incluso inofensiva, pero encierran una mordaz s¨¢tira de costumbres y, m¨¢s a¨²n, una cr¨®nica de la represi¨®n vivida en nuestro pa¨ªs durante tantos a?os. El amor del capit¨¢n Brando, Jo pap¨¢, Al servicio de la mujer espa?ola, Un casto var¨®n espa?ol, Nunca es tarde, En septiembre, Stico y El palomo cojo son algunas de sus pel¨ªculas. La que ¨¦l dice preferir es La hora bruja, un cuento fant¨¢stico de amores y desamores que es tambi¨¦n un homenaje al cine y desde luego a la poes¨ªa. La pel¨ªcula est¨¢ dedicada ¡°a todos los poetas de nuestra lengua¡±, y Armi?¨¢n precisa: ¡°Yo quer¨ªa mucho a mi abuelo Federico Oliver y la pel¨ªcula acaba con una poes¨ªa suya¡­ Me gustar¨ªa publicar el libro de sus poemas, pero por ahora no parece posible¡±. Y muestra una foto de su abuelo, y otra de su padre ¡ªperiodista y gobernador republicano¡ª, de su madre ¡ªactriz, hija y nieta de actrices, que abandon¨® la carrera al casarse¡ª, de una familia, en fin, de literatos, pol¨ªticos y gente del teatro¡­ Pero Jaime de Armi?¨¢n no ha escrito su biograf¨ªa, que ser¨ªa tan interesante, sino la del circo, que es una de sus pasiones. Acaba de reeditarse y los especialistas aseguran que es un libro fascinante e imprescindible.

Pasi¨®n taurina

Los toros son otra pasi¨®n que tambi¨¦n tiene aparcada. ¡°Yo no he vuelto desde que murieron los Bienvenida. Me da mucha pena: el pobre Antonio muri¨® en un tentadero cuando una vaca le pill¨® por la espalda y le parti¨® el cuello¡­¡±. Armi?¨¢n se educ¨® en la casa de los Bienvenida donde el padre de todos ellos, el Papa Negro, le ense?¨® la jerga taurina, ¡°tan bonita y sorprendente¡±, y all¨ª conoci¨® al aut¨¦ntico Juncal que le inspir¨® luego la famosa serie. ¡°Era el marido de la cocinera del obispo de M¨¢laga, que de noche se iba al caf¨¦ Espa?ol a hablar de toros y volv¨ªa de madrugada¡±. De peque?o, Jaime de Armi?¨¢n sab¨ªa tanto de toros que el Papa Negro exclam¨® un d¨ªa: ¡°?A este ni?o lo ha parido una vaca!¡±. Ha llevado el mundo de los toros a varios guiones como La becerrada o Yo he visto la muerte, adem¨¢s de Juncal, pero para ¨¦l es agua pasada. Y suspira: ¡°Tampoco el circo est¨¢ en sus mejores momentos¡±.