Nieto y Sobejano se estrenan en China con un Museo de la Ciencia
Los arquitectos madrile?os ganan un concurso internacional en Guangzhou
Hace d¨¦cadas que los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano (ambos Madrid, 1957) tienen despacho en Berl¨ªn. Desde hace unos meses, poseen tambi¨¦n un ¨¢tico en la capital alemana, ¡°un piso de solteros ahora que los hijos ya no est¨¢n en casa¡±. Justo cuando hab¨ªan decidido dividir su tiempo entre Madrid y Berl¨ªn, acaban de ganar el concurso para levantar el futuro Museo de la Ciencia de Guangzhou, en China. Supone un paso complicado en la carrera de dos profesionales que ponen todo el celo tanto en el dise?o como en la construcci¨®n de sus proyectos, uno de los puntos d¨¦biles de la arquitectura en el gigante asi¨¢tico.
El museo, una sucesi¨®n de nueve vol¨²menes de hormig¨®n prefabricados forrados de cer¨¢mica blanca, se levantar¨¢ junto al tambi¨¦n futuro Museo de la Ciudad, que construir¨¢n los alemanes GMP Architects von Gerkan, Marg and Partners, y la Galer¨ªa de Arte, dise?ada por el tambi¨¦n alem¨¢n Thomas Herzog. Los tres proyectos formar¨¢n parte del complejo cultural Tres Museos, Una Plaza, ideado para transformar el centro de la tercera ciudad china, con unos 14 millones de residentes.
¡°Cierta prevenci¨®n¡±
Estudio con sedes en Berl¨ªn y Madrid
Los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano mantienen abierto un estudio con sedes en Berl¨ªn y Madrid.
Son responsables de edificios como el Palacio de Congresos de M¨¦rida, el Museo de Arte Contempor¨¢neo de C¨®rdoba o el Auditorio de la Expo de Zaragoza.
Han recibido premios como el Aga Kahn en 2010 o la Medalla Alvar Aalto en febrero.
En el concurso en China han ganado a proyectistas como el norteamericano Steven Holl y el brit¨¢nico Nicholas Grimshaw.
Para Sobejano, quien recibi¨® la noticia en Berl¨ªn, ¡°trabajar en China supone la oportunidad de abordar obras de escala y tema inusual y de interpretar la arquitectura contempor¨¢nea en di¨¢logo con la cultura de aquel pa¨ªs¡±. El arquitecto admite que siente ¡°cierta prevenci¨®n ante proyectos y obras que se realizan muy r¨¢pidamente y sin la posibilidad de asistir a la construcci¨®n de la obra¡±. Es el asunto que m¨¢s les preocupa. Pero hay quien lo ha conseguido. Arquitectos occidentales, como David Chipperfield y Herzog & De Meuron, han logrado levantar all¨ª grandes edificios. ¡°A ellos recurriremos como modelos¡±.
Nieto y Sobejano viajaron a China por primera vez hace 20 a?os. Fueron con sus estudiantes y visitaron el pasado de ese pa¨ªs de dimensiones continentales: de Pek¨ªn a Shanghai, pasando por Xiang o Hong Kong. Luego han regresado con frecuencia, para realizar otros concursos ¡ªque no ganaron¡ª o dar conferencias. Su museo ser¨¢, en la l¨ªnea de los ¨²ltimos trabajos, ¡°un espacio complejo ideado a partir de un sencillo sistema combinatorio¡±. Sobejano habla de continuidad en sus proyectos; por ello explica que la obra se nutre de conceptos que ya han abordado. Son varios los inmuebles de este estudio generados por la suma de un elemento con variaciones: el Museo de Arte Contempor¨¢neo en C¨®rdoba o el de Historia en Lugo. Tambi¨¦n han ensayado antes el uso de fachadas prefabricadas: en el Palacio de Congresos de M¨¦rida o el Auditorio de Expo 2008 de Zaragoza. ¡°Quiz¨¢ trabajar en un lugar y una cultura distantes nos haya hecho definir la arquitectura a partir de un n¨²mero limitado de elementos y sus permutaciones¡±, explican.
No debe de resultar f¨¢cil proyectar iconos en China cuando esa exigencia se le aplica a cada nuevo proyecto. Nieto y Sobejano tratar¨¢n de levantar un icono del siglo XXI con materiales milenarios. ¡°Hemos intentado relacionarnos con la tradici¨®n china, que incluye la cer¨¢mica y la repetici¨®n¡±, explica Sobejano. Admite que el reclamo arquitect¨®nico estaba escrito en las bases, pero piensa que puede haber maneras sobrias de monumentalizar un edificio. ¡°Quer¨¢moslo o no, la cultura china siempre recurre a im¨¢genes y met¨¢foras para explicarse a s¨ª misma¡±. El proyecto desbanc¨® a los de proyectistas como el norteamericano Steven Holl o el brit¨¢nico Nicholas Grimshaw.
Babelia
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