Baudelaire corrigi¨® durante una d¨¦cada ¡®Las flores del mal¡¯

Personaje de distra¨ªda modestia, Charles Baudelaire se sab¨ªa llamado a la gloria. ¡°Me lo rechazan todo, el esp¨ªritu de invenci¨®n e incluso el conocimiento de la lengua francesa. Me r¨ªo de esos imb¨¦ciles y s¨¦ que este volumen, con sus calidades y sus defectos, encontrar¨¢ un lugar en la memoria del p¨²blico letrado, al lado de las mejores poes¨ªas de Victor Hugo, Th¨¦ophile Gautier e incluso Byron¡±, escribi¨® a su madre en julio de 1857, tras publicar Las flores del mal, la antolog¨ªa po¨¦tica que revolucionar¨ªa las letras francesas. Lo que no se sab¨ªa es que, antes de inscribirse en la posteridad, el poeta pas¨® casi una d¨¦cada corrigiendo sus pruebas de imprenta, reescribiendo una y otra vez sus 150 poemas con insistencia casi patol¨®gica, en la que todo aut¨¦ntico perfeccionista lograr¨¢ reconocerse.

Esas pruebas han llegado esta semana a las librer¨ªas francesas, a trav¨¦s de una primera edici¨®n limitada a un millar de ejemplares, que la editorial parisina Les Saints P¨¨res ha puesto a la venta a 189 euros cada ejemplar. El documento retoma la edici¨®n anotada que la Biblioteca Nacional de Francia (BNF) adquiri¨® en una subasta p¨²blica en 1998 por 3,2 millones de francos. La primera edici¨®n de 1857 nunca fue encontrada, por lo que esta versi¨®n anotada es la ¨²nica que se conserva con el contenido original.

Trece dibujos de Rodin

Hasta ahora, este documento de extraordinario valor solo pod¨ªa consultarse en el cat¨¢logo digital de la BNF. La edici¨®n en papel est¨¢ acompa?ada de trece dibujos que Auguste Rodin esboz¨®, tres d¨¦cadas m¨¢s tarde, en su volumen personal de Las flores del mal, cuando el libro ya hab¨ªa sembrado el p¨¢nico en el Par¨ªs decimon¨®nico.

Durante los diez a?os previos a su publicaci¨®n, Baudelaire se enzarz¨® en m¨²ltiples correcciones. Se pele¨® con las comas mal colocadas y las tildes no ajustadas a la gram¨¢tica al uso, adem¨¢s de retomar estrofas enteras. En su c¨¦lebre poema Spleen, en honor al l¨²gubre sentimiento que inspiraba su est¨¦tica, el poeta tach¨® el sintagma ¡°largo gemido¡±, prefiriendo el "horrible aullido" que sali¨® a imprenta. Incluso exige a su editor, Auguste Poulet-Malassis, al que la correspondencia revela algo exhausto de los caprichos de su autor, que suprima la menci¨®n ¡°Poes¨ªas¡± bajo el t¨ªtulo. "Me contrar¨ªa mucho", dej¨® escrito.