Botell¨®n
Pedro Garc¨ªa Aguado lo pas¨® fatal entre la chavalada que se junta para emborracharse en Granada. Abus¨® del tremendismo. No todo el mundo puede pagarse ir a Pach¨¢
Pa¨ªs de contrastes: Pedro Garc¨ªa Aguado visitando asustad¨ªsimo el macrobotell¨®n de Granada, bendecido por el Ayuntamiento, y el due?o de Pach¨¢, mito de la juerga de lujo, dando una entrevista desde la cubierta de su velero.
Lo primero lo emiti¨®?En la caja (Cuatro), donde se env¨ªa a un invitado a ciegas a un escenario hostil. Aguado (consultor familiar, no digan coach, en Hermano mayor) ya hab¨ªa contado que es abstemio desde que se rehabilit¨® hace once a?os. Lo pas¨® mal. No tuvo empat¨ªa con los chavales en el recinto habilitado para que se explayen et¨ªlicamente. Lleg¨® al lugar como si aquello fuera tierra del Estado Isl¨¢mico, tem¨ªa por su seguridad, calific¨® de ¡°deleznable¡± y ¡°asqueroso¡± lo que ve¨ªa y hasta censuraba que las parejas se dieran el lote (en vez de beber m¨¢s, que es lo que hac¨ªan los que no ligaban).
Aguado dio voz a los vecinos l¨®gicamente indignados, busc¨® una opini¨®n que el Ayuntamiento no le dio (qu¨¦ torpeza) y reclam¨® que, ya que se agrupa all¨ª a esa gente, se les pongan servicios, de los de desaguar y de los de emergencias. No le faltaba raz¨®n pero abus¨® del tremendismo. Y no pudo filmar las escenas de violencia que preve¨ªa, m¨¢s all¨¢ de alg¨²n patoso balbuceando bobadas, as¨ª que puso unas peleas de archivo.
No qued¨® bien la imagen de la ciudad de la Alhambra. Tampoco es que el abuso alcoh¨®lico distinga a los j¨®venes espa?oles: despu¨¦s vimos igual desfase en Magaluf, cuasicolonia brit¨¢nica en Mallorca, y adem¨¢s con la pol¨¦mica de unas felaciones a cambio de copas que ha visto medio mundo.
En Canal+Xtra, el documental Pach¨¢, el arquitecto de la noche?mira el imperio global de las discotecas creado por Ricardo Urgell. El glamour, fiestas muy sofisticadas, los mejores DJ del mundo... Y el empresario nadando en dinero.
Guste o no, Espa?a es potencia mundial de la juerga, pero a¨²n hay clases. La chavalada que no puede pagar 80 euros por una disco sabe que le espera una sociedad low cost. O garraf¨®n, cabr¨ªa decir.
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