Una nueva escultura de Berruguete sale a la luz

Aunque se sab¨ªa que hab¨ªa sido esculpido por la mano de Alonso de Berruguete (Paredes de Nava, Palencia, 1490-Toledo, 1555), el peque?o relieve de alabastro Llanto sobre Cristo muerto no hab¨ªa sido catalogado oficialmente hasta ahora. Conservado en el Cigarral de Menores de Toledo, propiedad de Gregorio Mara?¨®n, es una obra ins¨®lita en la producci¨®n de quien est¨¢ considerado el escultor espa?ol m¨¢s importante del siglo XVI, del que se conserva un escaso n¨²mero de obras. En el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Ars Magazine, Manuel Arias, subdirector del Museo de Escultura de Valladolid, publica un detallado estudio sobre la pieza.

Ayer, durante unas horas, el relieve abandon¨® su domicilio particular para ser presentado al p¨²blico en la madrile?a galer¨ªa Caylus y retornar a la dos en punto a su lugar de exposici¨®n habitual. Mientras, pudo ser observado rodeado de las delicadas pinturas sobre papel de Fernando Bermejo que estos d¨ªas se exponen en la misma galer¨ªa.

El relieve fue realizado en una fecha sin determinar entre 1520 y 1530. Esculpido sobre alabastro, es de peque?as dimensiones: 37x45x4,5 cent¨ªmetros.

Intensidad emocional

Arias, estudioso de la obra de Berruguete y autor del cat¨¢logo sobre su obra, recuerda que se trata de un artista de producci¨®n muy corta. Se form¨® como pintor y, despu¨¦s de una larga estancia en Italia para ampliar conocimientos entre 1504 y 1517, regres¨® a Espa?a para dedicarse casi en exclusiva a la escultura.

Influido por Miguel ?ngel, trabaj¨® en Valladolid y Toledo. Entre sus obras m¨¢s conocidas se encuentra el retablo de la iglesia del monasterio de San Benito de Valladolid y parte de la siller¨ªa del coro de la catedral de Toledo, donde tambi¨¦n utiliza el alabastro en los remates.

El relieve es ins¨®lito en su obra porque, asegura Arias, no se le conocen trabajos sobre este mismo asunto, ni tampoco utiliz¨® el alabastro en sus esculturas.

El Llanto sobre Cristo muerto ahora presentado en p¨²blico reproduce la figura de Jesucristo yacente y rodeado de siete personajes, a los que Berruguete dota de la intensidad emocional y expresiva que caracterizan toda su obra.

Aunque se desconoce qui¨¦nes encargaron la pieza y sus probables vueltas por el mundo, se sabe a ciencia cierta que desde la d¨¦cada de los cincuenta se encuentra en manos de la familia Mara?¨®n. Fue un personaje singular como Ana de Pombo (dise?adora, escritora, bailarina, y secretaria personal de Coco Chanel) quien se lo regal¨® a su amigo el cient¨ªfico y pensador Gregorio Mara?¨®n.

En su autobiograf¨ªa, titulada Mi ¨²ltima condena, escribe: ¡°Muchas horas deliciosas nos pas¨¢bamos en su Cigarral de los Dolores, balc¨®n admirable sobre Toledo¡­ Habl¨¢bamos de todo, record¨¢bamos Par¨ªs y todo su mundo; sobre todo, habl¨¢bamos de arte. Improvisaba sabidur¨ªa donde los dem¨¢s tendr¨ªan que estudiarla antes de hablar. Como exvoto de tantas vivencias, dejamos en su oratorio un bajorrelieve de Berruguete en alabastro¡±.

Y prosigue: ¡°No puedo hablar mucho ni alabar poco a Mara?¨®n. Se me ha aparecido en mi vida como un hombre de tal talla... S¨®lo puedo escribir¡­ lo que Gregorio fue para m¨ª. ?ramos algo parientes. Ha sido la persona que m¨¢s ha significado en mi vida a partir de los veinte a?os. A ¨¦l acud¨ªa yo, como a un padre espiritual, en los momentos tristes y negros... ?l fue el confesor de mis poemas. Durante su grave dolencia, yo pasaba las horas muertas en la escalera, esperando la salida de los m¨¦dicos, buscando siempre un diagn¨®stico aliviador y una esperanza¡±.