Marujita D¨ªaz, popular estrella del cine y de la canci¨®n folcl¨®rica
La actriz sevillana triunf¨® desde los a?os cincuenta hasta finales del siglo pasado
Marujita D¨ªaz ha fallecido en Madrid a los 83 a?os. Fue una figura extraordinariamente popular en el cine folcl¨®rico espa?ol de los a?os cincuenta, y tambi¨¦n en el teatro donde sigui¨® actuando hasta pr¨¢cticamente finales del siglo pasado. M¨¢s tarde fue asidua en programas de televisi¨®n protagonizando disputas con estrellas, Sara Montiel especialmente, o contando cotorreos de su vida privada¡ o de las de otras. Eso s¨ª, desplegando ese divertido sentido del humor que siempre la acompa?¨®. En muchos aspectos fue una payasa. Y para demostrarlo mov¨ªa los ojos como si le bailaran, habilidad con la que aument¨® su acercamiento al p¨²blico.
Aunque sevillana nacida en Triana, no form¨® parte del grupo de las ¡°mi arma¡±, (triunvirato formado por Lola Flores, Carmen Sevilla y Paquita Rico), porque Marujita D¨ªaz cultiv¨® tambi¨¦n otros g¨¦neros. Comenz¨® de ni?a cuando a¨²n se llamaba Mar¨ªa del Dulce Nombre D¨ªaz Ruiz; dicen que empez¨® a cantar incluso antes de saber hablar, y que la apuntaron a un grupo infantil, y m¨¢s tarde a otro juvenil, Los Marinos Sevillanos, con los que intervino en numerosas galas por toda Andaluc¨ªa. De modo que fue con la canci¨®n andaluza con la obtuvo sus primeros ¨¦xitos cinematogr¨¢ficos, aunque previamente interviniera en la zarzuela La revoltosa y en La cigarra, pel¨ªcula de Imperio Argentina.
Carrera cinematogr¨¢fica
Llam¨® la atenci¨®n en El sue?o de Andaluc¨ªa (1951) junto a Carmen Sevilla y Luis Mariano, Puebla de las mujeres (1953), obra de los ?lvarez Quintero, y en El pescador de coplas (1954), primera pel¨ªcula de Antonio Molina, sin olvidar su peque?a intervenci¨®n en Surcos (1951), cl¨¢sico neorrealista del mejor cine espa?ol de la ¨¦poca. Pero tras Polvorilla (1956) y El genio alegre (1957) y su matrimonio con el tambi¨¦n actor y empresario venezolano Espartaco Santoni, con quien form¨® una productora, la carrera de Marujita D¨ªaz se abri¨® a otros registros musicales. ¡°Soy cantante de canciones¡±, dec¨ªa ella, y as¨ª lo demostr¨® en ¡Y despu¨¦s del cupl¨¦, Pelusa, La corista, La cumparsita, Abuelita Charlest¨®n o La casta Susana. Su repertorio se ampli¨® incluso a la comedia musical. En teatro, por ejemplo, estren¨® Caridad de noche, es decir, la Sweet Charity que en cine protagoniz¨® al mismo tiempo Shirley MacLaine, as¨ª como La fierecilla domada o La verbena de La Paloma. Muchos de esos ¨¦xitos fueron luego reciclados para el programa M¨²sica y estrellas, que ella misma condujo durante la temporada de 1976. All¨ª volvieron a o¨ªrse sus m¨¢s conocidos ¨¦xitos como cantante, los de las patrioteras Soldadito espa?ol y Banderita t¨² eres roja, que ya hab¨ªa interpretado en el cine y que formaban parte asegurada en sus espect¨¢culos. Como an¨¦cdota cabe recordar que en la versi¨®n francesa de Y despu¨¦s del cupl¨¦, rebautizada como Le temps du charleston, la voz de Marujita estaba doblada. La letra interpretada por una cantante gala dec¨ªa ¡°le petit drapeau espagnol et le vinillo de Rioja¡± sin que los franceses pesta?earan. Eran tiempos en que este folclore espa?ol gustaba fuera.
Fue el director Antonio del Amo, que le hab¨ªa dado su primer papel como protagonista en Puebla de las mujeres, quien le aconsej¨® que recortara su nariz, lo que ella obedeci¨®, pero perdiendo, seg¨²n el mismo Del Amo, parte de su expresi¨®n, picarona y fresca: ¡°Fue un error aquel consejo¡±, reconoci¨® m¨¢s tarde el director. Con su nueva nariz volvi¨® a casarse Marujita D¨ªaz, en esta ocasi¨®n con el bailar¨ªn Antonio Gades, sorprendente matrimonio que dur¨® apenas un par de a?os, y que posteriormente fue declarado nulo. La vida sentimental de la estrella fue divulgada por los programas televisivos de cotilleo en los que ella participaba asiduamente y con pasi¨®n. Por ejemplo, su relaci¨®n con el cubano Dinio Garc¨ªa, con quien se reconcili¨® en antena despu¨¦s de numerosos programas en que hab¨ªa detallado los motivos de su separaci¨®n. Marujita D¨ªaz hizo un espect¨¢culo de su vida privada para satisfacci¨®n de cierto p¨²blico. Que, sin embargo, no la hab¨ªa seguido con similar fidelidad en sus ¨²ltimas pel¨ªculas, Deseo carnal (1978), por ejemplo, en la que Marujita interpretaba a una mujer madura sedienta de sexo joven que acaba encandilada con su propio hijo, aunque, eso s¨ª, sin que ella supiera que lo era.
Babelia
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