El demonio de las buenas intenciones
Nadav Lapid es inclemente, aunque comprenda a sus personajes, desde la profesora a su alumno, en toda su complejidad
A finales de marzo lleg¨®, con considerable retraso, una de esas pel¨ªculas condenadas a la invisibilidad por puros condicionamientos de distribuci¨®n y exhibici¨®n: Polic¨ªa en Israel, primer largo de Nadav Lapid, no alcanz¨® en Espa?a ni 400 espectadores y tampoco mereci¨® demasiada atenci¨®n cr¨ªtica, pese a tratarse de un trabajo sobresaliente y ser toda una llamada de atenci¨®n sobre una mirada y una sensibilidad ¨²nicas que, ahora, se confirman y amplifican en?La profesora de parvulario, el muy complejo y provocador segundo trabajo del cineasta. Si en su ¨®pera prima, Lapid cortaba su pel¨ªcula en dos para ofrecer una ins¨®lita visi¨®n de Israel, a partir de la intimidad de un equipo de polic¨ªas de ¨¦lite y de una formaci¨®n de vocacionales terroristas (jud¨ªos) de buena cuna (a lo Baader-Meinhoff), La profesora de parvulario coloca a un enigma en su centro ¨Cun misterioso ni?o poeta- para cuestionarlo todo ¨Cdesde Tel Aviv en casi todos sus estamentos sociales hasta nuestro presente neoliberal- y golpear al espectador con un pu?ado de insidiosas preguntas.
LA PROFESORA DE PARVULARIO
Direcci¨®n: Nadav Lapid.
Int¨¦rpretes: Sarit Larry, Avi Shnaidman, Lior Raz, Jil Ben David,Ester Rada, Guy Oren, Yehezkel Lazarov, Dan Toren, Avishag Kahalani.
G¨¦nero: drama. Israel, 2014.
Duraci¨®n: 119 minutos.
Nira ¨Cextraordinaria, sutil Sarit Larry- da vida al personaje del t¨ªtulo: una maestra que repara en el visceral e inexplicable talento po¨¦tico de uno de los ni?os a su cargo. Dispuesta a proteger a toda costa la fragilidad de ese genio precoz en un mundo obscenamente materialista, Nira convertir¨¢ al ni?o en objeto de una atenci¨®n que podr¨ªa lindar con lo patol¨®gico y que, poco a poco, cobrar¨¢ la dimensi¨®n de una cruzada obsesiva y cargada de ambig¨¹edades. Lapid es inclemente, aunque comprenda a sus personajes en toda su complejidad. Quiz¨¢ por eso, ni en su primera pel¨ªcula ni en esta haya nadie realmente digno de salvaci¨®n. Los materiales con los que trabaja podr¨ªan dar lugar a mec¨¢nicas pel¨ªculas de tesis, con el mensaje escrito en la frente: por el contrario, el cineasta abandona al espectador frente a una realidad muy poco tranquilizadora, mientras su c¨¢mara sigue descubriendo matices en cada ¨ªnfimo detalle.
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