Retrato robot del lector espa?ol

Los ocho a?os de crisis han servido para desvelar que el verdadero retrato del lector espa?ol no es del todo el de una persona entregada al best seller (que ha descendido en sus ventas del 7,9% al 4,6%) y ha aumentado su inclinaci¨®n por obras menos populares, de las llamadas m¨¢s literarias y por las cl¨¢sicas. Si bien es cierto que solo 50 libros representan entre el 5 y el 10% de la facturaci¨®n total, el porcentaje restante se lo reparten los casi 80.000 t¨ªtulos que en promedio se han editado, cada a?o, desde 2008.

Un primer plano de ese retrato con los t¨ªtulos m¨¢s vendidos desde 2009 (seg¨²n la firma de medici¨®n y audiencias Nielsen) muestra que este tiempo ha sido el reino de Cincuenta sombras de Grey, de E. L. James. A esta trilog¨ªa er¨®tico-sadomasoquista-rom¨¢ntica contin¨²a la preferencia por el thriller y la novela negra, con algo novelado de historia y mundos fant¨¢sticos.

Pero falta un detalle clave que no se aprecia en este primer plano del retrato del lector: las preferencias de los ni?os y j¨®venes no aparecen entre los diez t¨ªtulos m¨¢s vendidos, cuando son ellos quienes han decidido buena parte de la facturaci¨®n total con las series de autores como los de las obras protagonizadas por Ger¨®nimo y Tea Stilton, junto a Stephenie Meyer (saga Crep¨²sculo) y Jeff Kinney (serie de Diarios de Greg). Es m¨¢s, el a?o pasado, por primera vez, la ficci¨®n infantil y juvenil factur¨® m¨¢s que la de adultos.

Son datos basados en los resultados de dos de las principales firmas encargadas de medir las ventas de libros en Espa?a: Nielsen, contratada por las grandes editoriales, y GFK (Growth from Knowledge), que audita las ventas de los 1.500 principales puntos de venta de libros.

El dominio de este mercado es de los grandes grupos editoriales, Penguin Random House y Planeta, a trav¨¦s de varios de sus sellos. Le siguen de lejos RBA y se cuela alguna editorial mediana e independiente.

Y son estas ¨²ltimas editoriales, junto a algunas peque?as, y de las consideradas m¨¢s literarias de los grandes grupos, las que crean un retrato m¨¢s ajustado del lector espa?ol. Como sus t¨ªtulos no suelen encaramarse en los listados de m¨¢s vendidos (salvo excepciones como As¨ª empieza lo malo, de Javier Mar¨ªas, o cl¨¢sicos como El principito, de Saint-Exup¨¦ry), EL PA?S ha pedido a 15 de estos sellos los tres t¨ªtulos m¨¢s vendidos desde enero de 2014 hasta mayo pasado. All¨ª figuran desde t¨ªtulos espa?oles como En la orilla, de Rafael Chirbes, Como la sombra que se va, de Antonio Mu?oz Molina, y Las tres bodas de Manolita, de Almudena Grandes; hasta extranjeros como Del color de la leche, de Nell Leyshon, y el ensayo Son¨¢mbulos, sobre la I Guerra Mundial, de Christopher Clark. Entre los cl¨¢sicos long sellers, tal vez por influencia escolar, El guardi¨¢n entre el centeno, de Salinger, El Se?or de las Moscas, de Golding, y La casa de Bernarda Alba, de Garc¨ªa Lorca.

Este gusto lector pr¨¢cticamente in¨¦dito completa el retrato f¨ªsico y externo del lector medio ya conocido: una mujer joven universitaria y urbana que lee por entretenimiento, seg¨²n el ¨²ltimo Bar¨®metro de h¨¢bitos de lectura de 2013. Se sabe que el 63% de la poblaci¨®n dice leer al menos una vez al mes, aunque los lectores fieles apenas llegan al 30%. Se conoce que leen una media de 10 libros al a?o. Y se ha revelado, este mes, que los lectores compradores de libros m¨¢s asiduos, que son quienes sostiene buena parte del ecosistema, quieren librer¨ªas con el esp¨ªritu de una biblioteca (frente a otras opciones de negocio) y que ellos van por lo menos una vez al mes a comprar.

Pero lo que no se conoc¨ªa realmente era el retrato colectivo de los gustos del lector, las obras que lo modelan, el contenido de lo que prefieren. Parte de la clave de este retrato la tienen Pedro J. Dom¨ªnguez, responsable de Nielsen, y David Peman, de GFK, dos de las empresas encargadas de contabilizar las ventas de libros en Espa?a:

¡ª M¨¢s del 50% de las ventas se hacen en las grandes superficies y librer¨ªas en cadena; el resto, en las 3.650 librer¨ªas peque?as e independientes, coinciden los dos expertos.

¡ª ¡°Estamos viviendo una lucha feroz por el tiempo de ocio, donde los grandes triunfadores han sido smartphones y tabletas; dispositivos que han facilitado el acceso a infinidad de nuevos contenidos pr¨¢cticamente gratuitos, y eso ha afectado especialmente a los best sellers¡±, dice Peman.

¡ª Tras cierta bestsellerizaci¨®n del mercado, estos libros han descendido sus ventas y ¡°cada vez les cuesta m¨¢s hacer grandes cifras¡±, seg¨²n Dom¨ªnguez.

¡ª ¡°La demanda de libros est¨¢ ahora mucho m¨¢s centrada en los gustos del lector tradicional y exigente, con lo que se venden menos libros, pero sobre todo mucho menos best sellers¡± (Peman).

¡ª ¡°Ante la competencia del libro con otros entretenimientos se necesita de educaci¨®n en las nuevas generaciones para el acercamiento a la lectura como disfrute. Cada vez se ve con m¨¢s fuerza y tienen m¨¢s peso en el mercado los libros de saldo en grandes superficies y una fuerte promoci¨®n en la venta de libros¡±, afirma Dom¨ªnguez.

Si se hiciera un microrrelato que contara ese retrato y panorama del lector, jugando con los t¨ªtulos de los libros m¨¢s vendidos, quedar¨ªa una historia m¨¢s o menos as¨ª: Aunque han dominado las Cincuenta sombras de Grey, el best seller afronta una Misi¨®n olvido en El invierno del mundo que ha intentado salvar El guardi¨¢n invisible, en favor de otros libros En la orilla del Atlas de islas remotas, Como la sombra que se va cuando En Grand Central Station me sent¨¦ y llor¨¦ Cien a?os de soledad y pens¨¦: Tambi¨¦n esto pasar¨¢.