Movimiento pendular y tort¨ªcolis
Hace una buena veintena de a?os recib¨ª la visita de un compatriota que se present¨® a s¨ª mismo como miembro de una asociaci¨®n musulmana de C¨®rdoba a la que pertenec¨ªa igualmente Roger Garaudy, un dirigente del PC franc¨¦s conocido anteriormente por su sectarismo (fue el encargado de poner orden a la intelectualidad cubana tras el triunfo de la Revoluci¨®n), que despu¨¦s de promover el di¨¢logo entre cristianos y marxistas acab¨® por abrazar la fe del Islam. Mi interlocutor hablaba con entusiasmo de su nuevo credo e intent¨® convencerme de que lo imitara. Mi inter¨¦s por la cultura ¨¢rabe era digna de estima, dijo, pero deb¨ªa seguir su ejemplo y el de Garaudy y dar el paso decisivo: hacerme musulm¨¢n. Recuerdo que en un momento dado de su infructuoso proselitismo me confi¨® con una sonrisa que hab¨ªa pertenecido antes a un grupo radical de la izquierda Revolucionaria y no pude evitar mi comentario: ¡°Se te nota¡±. El ne¨®fito se despidi¨® de m¨ª con la conciencia del deber cumplido y desde entonces no he vuelto a saber de ¨¦l.
El paso de una creencia a otra opuesta obedece a unos mecanismos psicol¨®gicos que convendr¨ªa analizar caso por caso. En 1976, a mi regreso a Espa?a despu¨¦s de la muerte de Franco, el entonces ultraizquierdista Jim¨¦nez Losantos me transmiti¨® su viva preocupaci¨®n por ¡°mi deriva socialdem¨®crata¡± antes de criticarme unos a?os m¨¢s tarde desde las posiciones que actualmente defiende en esRadio. El exetarra Jon Juaristi, luego de abandonar la ideolog¨ªa cerril de la banda terrorista y escribir con lucidez sobre la mitificada historia vasca y la adhesi¨®n del nacionalismo a unos s¨ªmbolos colectivos de autoidentificaci¨®n inmunes a la cr¨ªtica de los hechos demostrables, sobresale hoy en el n¨²cleo duro de la FAES.
Igualmente significativo es el caso de Seraf¨ªn Fanjul: cuando le conoc¨ª en 1978 militaba en las filas de la izquierda y se ofreci¨® amablemente a traducir al ¨¢rabe mis art¨ªculos sobre el problema del S¨¢hara publicados en la revista Triunfo. En las ¨²ltimas d¨¦cadas ha puesto su talento y energ¨ªas en desmontar el ¡°mito de Al-Andalus¡± y de la Espa?a de las Tres Culturas con un apriorismo que excluye todos los elementos que no cuadran con sus tesis (como los expuestos por Alfonso de la Serna en Al sur de Tarifa) uni¨¦ndose as¨ª a la lista de arabistas espa?oles (Simonet, S¨¢nchez Albornoz) que se enfrentan con ardor a la materia misma de sus estudios.
Quien abandona una fe y avanza en la vida a pecho descubierto, sin la c¨²pula protectora de un credo o ideolog¨ªa, tiende con bastante frecuencia a refugiarse en otro y a vengarse de su propio pasado. El movimiento pendular no se detiene en su trayecto: elude el centro. Quienes atacaban desde la izquierda pasan a hacerlo desde la derecha y el atacado es el mismo. Los ejemplos abundan y los dejo a la consideraci¨®n del lector.
Como dec¨ªa G¨¹nter Grass con iron¨ªa: ¡°Mis viejos amigos de la extrema izquierda se han vuelto tan de derechas que para mirarlos agarro tort¨ªcolis¡±.
Juan Goytisolo es el ¨²ltimo premio Cervantes.
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