Sylvie Guillem deja la escena con una gira mundial
La ¨²nica cita espa?ola de la bailarina francesa ser¨¢ en el festival de Peralada La int¨¦rprete culminar¨¢ su adi¨®s en diciembre en Jap¨®n
La m¨¢s famosa artista del ballet franc¨¦s de nuestra ¨¦poca, Sylvie Guillem (Par¨ªs, 1965), se retira con una gira mundial que roza fugazmente Espa?a. Todas las carreras de las grandes estrellas del ballet, las que entran por s¨ª mismas y por las circunstancias en la zona m¨ªtica de la especialidad, contienen una zona oscura, abonan un misterio, y suele ser, la raz¨®n y la hora precisa del adi¨®s. Guillem no se ha librado de esta estela. M¨¢s all¨¢ de sus condiciones f¨ªsicas naturales, de su profunda, rigurosa y consciente preparaci¨®n, el caso es que mucha gente se pregunta ¡°?Por qu¨¦ ahora? ?No est¨¢ en un segundo y renovado esplendor? ?No es la madurez un grado ¨²nico e insustituible en las bailarinas de gran calidad?¡±. Ella estaba llamada a la excepcionalidad de las grandes carreras, un parnaso estrech¨ªsimo. Una de las primeras y m¨¢s f¨¢ciles respuestas es que el tiempo que le ha tocado vivir a Guillem no es el de las divas de anta?o (Yvette Chauvir¨¦, Carla Fracci, Natalia Makarova, Maya Plisetskaya, Alicia Alonso: todas aferradas a la zapatilla hasta tard¨ªsimo), pero eso no vale del todo, pues la diva de la danza acad¨¦mica vive siempre en el tiempo particular y espec¨ªfico del ballet. Caprichosa, algo d¨¦spota, borde con la prensa, vegana militante, con una abuela espa?ola que le hac¨ªa vestiditos a mano, Guillem da el portazo, pero a trav¨¦s de su arte, con voz contempor¨¢nea y modos rupturistas.
La sesi¨®n de adi¨®s se abre con la obra que ha creado Akram Khan para la ocasi¨®n: Techne, con los m¨²sicos en escena, entre ellos el percusionista Prathap Ramachandra, la compositora y violinista australiana Alies Sluiter y la tambi¨¦n cantante Grace Savage. Luego los chicos de Forsythe hacen su parte, y como tercera entrega, Here & After, de Russell Maliphant, d¨²o femenino de mucho lirismo contenido sobre la m¨²sica de Andy Cowton. El programa se cierra con un solo brillante, comprometido y audaz creado por Mats Ek para la Guillem hace unos a?os y ya visto en medio mundo: Bye, pero siempre es conmovedor, siempre es diferente y reactivo, tanto su material bailable como la atm¨®sfera que consigue desplegar, ese dominio de las tablas a base de entrega total.
Es as¨ª que Sylvie no est¨¢ sola en escena ni mucho menos. Adem¨¢s de su poderosa aura de estrella, la acompa?an en el d¨²o de Maliphant la italiana Emanuela Montanari (que procede de la plantilla del Teatro alla Scala de Mil¨¢n, con una carrera en ascenso) y los dos bailarines que hacen recordar que la mitad de la danza es masculina: el alban¨¦s Brigel Gjoka y el norteamericano Riley Watts, ambos miembros de la compa?¨ªa alemana de William Forsythe desde 2011 y 2010, respectivamente. Gjoka y Watts, a los que Forsythe encontr¨® en las filas del Nederlands Dans Theater, bordan un d¨²o de 1996, reinterpretado y retitulado como D¨²o 2015 para esta gira. Es un extracto que tuvo su origen la ?pera de Frankfurt sobre m¨²sica electroac¨²stica de Thom Willems. Barbudos, tatuados, en ajada ropa de ensayos, casi displicentes de toda formalidad que no sea su precisi¨®n muscular, ambos artistas punt¨²an el gesto y el estilo del core¨®grafo con una coordinaci¨®n magistral. Sylvie quiere hacer met¨¢fora del ma?ana, nada de repertorio cl¨¢sico, sino actual.
Vida y carrera de una diva del ballet
Empez¨® a entrenarse con la gimnasia art¨ªstica a los seis a?os. A los 11 ingres¨® en la Escuela de Ballet de la ?pera de Par¨ªs como predilecta de su maestra y directora escol¨¢stica, Claude Bessy.
Entre 1984 y 1989 fue bailarina de la ?pera de Par¨ªs llegando al m¨¢ximo rango a los 19 a?os. Fue la ni?a mimada de Rudolf Nureyev, pero tuvieron sonoras pol¨¦micas. En 1987 William Forsythe cre¨® sobre ella In the middle somewhat elevated, hoy un cl¨¢sico.
Entre 1989 y 2003 hizo carrera como primera figura del Royal Ballet de Londres con el sueldo m¨¢s alto pagado jam¨¢s a una bailarina en Reino Unido.
Desde 2004 abandona el ballet acad¨¦mico y relanza una carrera basada en creaciones contempor¨¢neas.
En 1989 gana el Grand Prix Pavlova y en 2012 el Le¨®n de Oro de la Bienal de Venecia, la artista m¨¢s joven en conseguirlos.
El festival Noches de Fourvi¨¨re es parte productora de Life in progress.
La gira mundial de Life in progress ya ha tenido actuaciones previas en M¨®dena y Roma; despu¨¦s, cinco veladas a teatro lleno en el Sadler¡¯s Wells Theater en mayo (donde la estrella francesa es artista asociada desde 2006) y anteayer la primera funci¨®n de las cuatro en el Teatro Romano de Fourvi¨¨re (Lyon) donde todo est¨¢ vendido y prev¨¦n llegar a los 12.000 espectadores, veladas que abren la aventura global que durar¨¢ hasta fines de diciembre, terminar¨¢ en Jap¨®n y sumar¨¢ m¨¢s de 40 actuaciones, algo heroico en los tiempos que corren. Tambi¨¦n Life in progress se vio en Epidauro (Grecia) y en el Festival Chejov de Mosc¨². Ahora ir¨¢ al Teatro Carlo Felice (G¨¦nova, julio 5); el d¨ªa 24 de este mes, la ¨²nica cita espa?ola en el festival del castillo de Peralada, donde hay algunas entradas disponibles todav¨ªa. Despu¨¦s volver¨¢ al London Coliseum del 28 de julio al 2 de agosto; del 8 al 10 en Edimburgo, y entre otros puntos, el Teatro de los Campos El¨ªseos del 17 al 20 de septiembre (hay una gran expectaci¨®n por el regreso de Guillem a su ciudad madre precisamente para decir adi¨®s). Ya entre octubre y diciembre, Taipei y Tokio. Echado el cierre, no volveremos a ver a esta singular mujer en vivo. Hay cientos de horas de v¨ªdeo, filmes y documentales, pero ha dicho taxativamente ¡°basta¡±, que no se trata de promocionar y vender papeletas, que el adi¨®s va en serio. En lo que se ve vio anteayer por la noche sobre el escenario milenario de Fourvi¨¨re no hay cansancio sino una esplendorosa madurez que engorda el misterio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.