Cuando hab¨ªa ¡®indios¡¯ en Par¨ªs
Los apaches dominaron barrios enteros de Par¨ªs. Se enfrentaron en batallas campales multitudinarias a la polic¨ªa. Crearon su propio estilo de lucha y de danza
¡°Si vas a Par¨ªs, pap¨¢, cuidado con los apaches¡¡±, advert¨ªa en la voz de Celia G¨¢mez la letra de un charlest¨®n con ritmo de fox-trot de 1929. ?Qu¨¦ pintaban unos salvajes indios en la ciudad de las luces a principios del siglo XX? Apaches. Los salvajes de Par¨ªs resuelve el enigma y nos desvela una subcultura fascinante en su extrema violencia, en sus c¨®digos ¨¦ticos de lealtad interna, en su revuelta improductiva de lumpen proletario. En una belle ¨¦poque marcada por el contraste entre el esp¨ªritu bon vivant de la bohemia y la explotaci¨®n social de la clase trabajadora, bandas de j¨®venes vagos procedentes de los suburbios del noreste parisiense (Belleville, La Bastilla o Montmartre) sembraban el terror. Una plaga escondida en los callejones sobrevivientes a la higienizaci¨®n haussmaniana de la ciudad. Chusma, racaille, que copaba las portadas de los diarios, autores de su apelativo, seg¨²n algunas teor¨ªas. Amenaza social que surge como construcci¨®n social y mito de los temores reales y amplificados por la prensa, de la alta burgues¨ªa y los nuevos ricos.
Los apaches dominaron barrios enteros de Par¨ªs. Se enfrentaron en batallas campales multitudinarias a la polic¨ªa. Crearon su propio estilo de lucha y de danza. La buena sociedad acud¨ªa a sus tabernas para verles lanzar y arrastrar a sus mujeres en su baile patibulario. Su indumentaria ¡ªfulares al cuello, chaquetas de sat¨¦n negro, pantalones de anchos bolsillos y tatuajes¡ª les describ¨ªa y defin¨ªa. Algunos, los ¨²ltimos, se hicieron bandidos sociales y anarquistas. El Estado hubo de crear brigadas especiales para luchar contra ellos. Y, sin embargo, fue la cruenta Primera Guerra Mundial quien les dio la puntilla. Muchos murieron en ella. Otros comprendieron que por muy crueles que fuesen sus cr¨ªmenes, tras los horrores de esta, ya no podr¨ªan asustar a nadie. La editorial La Felguera, sociedad secreta rendida al homenaje de la vida en los m¨¢rgenes, entrega una obra colectiva y poli¨¦drica de hermosa edici¨®n. Fotograf¨ªas, ilustraciones y recortes de la prensa de la ¨¦poca acompa?an a textos pasados y presentes que recorren en cuatro partes el nacimiento y devenir de los apaches. En la primera de ellas, ¡®La chusma, la peste, la plaga¡¯, se relata la creaci¨®n y bautizo medi¨¢tico de esta subcultura mediante textos period¨ªsticos de principios del siglo XX; la segunda, ¡®Genealog¨ªa apache¡¯, recoge breves ensayos actuales sobre este fen¨®meno; la tercera, ¡®Los ¨²ltimos apaches¡¯, da voz a los representantes finales de este bandolerismo urbano, la banda de Bonot y el apachismo anarquista; por ¨²ltimo, ¡®Traer la guerra a casa¡¯ explora la poco conocida emigraci¨®n apache a Espa?a.
Si algo podr¨ªa echar en falta en este libro un lector ¡ªciudadano de orden¡ª es un pr¨®logo que marque el camino por el que le conducir¨¢ la lectura. Aunque, tal vez, trazar senderos f¨¢ciles de transitar no conjugue con los c¨®digos apaches.
Apaches. Los salvajes de Par¨ªs. Varios autores. La Felguera. Madrid, 2015. 288 p¨¢ginas. 20 euros.
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