S¨®crates, en pocas palabras

Un ciudadano ejemplar... o un enemigo del pueblo. El palad¨ªn de la verdad, convertido, por detractores perseverantes, en un peligro p¨²blico. S¨®crates, comedia procesal, repasa la vida y el pensamiento del maestro de Plat¨®n a trav¨¦s del juicio donde se le conden¨® a morir envenenado con cicuta. Teatro de ideas, escrito a dos manos por Mario Gas y por Alberto Iglesias, que siguen el texto de la Apolog¨ªamuy de cerca, aunque no se privan de sugerir analog¨ªas entre las fallas de la democracia griega inaugural y las de la nuestra.

Acusado de propagar el descontento, de fastidiar a todos con sus preguntas y de abrumarlos con sus dudas sistem¨¢ticas (¡°solo s¨¦ que no s¨¦ nada¡±), el S¨®crates hist¨®rico prefigura el personaje del doctor Stockmann ibseniano, al que sus convecinos lapidan moralmente por su empe?o en hacer p¨²blico que el agua de su ciudad est¨¢ contaminada, pues para ellos los ingresos del turismo importan m¨¢s que el derecho a la salud. Pero la figura del fil¨®sofo aguijoneador tambi¨¦n resulta moderna por el modo extremo en que representa valores en auge como la austeridad (¡°ning¨²n esclavo querr¨ªa ser tratado como ¨¦l se trata a s¨ª mismo¡±, dijeron de ¨¦l), el autoconocimiento y la fe en la cultura oral: se pas¨® la vida dando conversaci¨®n a qui¨¦n lo desease, en plazas y mercados, y no dej¨® escrita una sola palabra. Lo que sabemos de ¨¦l, es por sus disc¨ªpulos. Bajito y feo, fue un grano en la Grecia del culto al cuerpo.

Resulta dif¨ªcil reconocer de entrada al fil¨®sofo en la figura de Jos¨¦ Mar¨ªa Pou, m¨¢s Welles y m¨¢s Quijote cada d¨ªa, pero aceptamos la convenci¨®n enseguida (la singularidad de Pou, por la de S¨®crates), aunque el actor se salga del papel minuto y medio para recordarnos, m¨¢s Pou que nunca, que la luz de los tel¨¦fonos m¨®viles perturba el ¨¢nimo de los actores y de una parte del p¨²blico...

El espect¨¢culo de Mario Gas es sobrio y est¨¢tico (un mon¨®logo contrapunteado por la acusaci¨®n, por las r¨¦plicas de alg¨²n amigo empe?ado en salvar a S¨®crates y por su esposa, mujer dominante interpretada con humor atinado por Amparo Pamplona), y el texto, expositivo y documental, est¨¢ bien servido por el director y por sus int¨¦rpretes, entre los que destacan Pou, Carles Canut y Borja Espinosa.