La mayor tragedia de Nick Cave

Hace apenas mes y medio, Nick Cave re¨ªa de una forma sorprendente. El m¨²sico australiano, con fama de artista atormentado y conocido como la pesadilla de los periodistas por colegas anglosajones, se mostr¨® encantador en una entrevista con EL PA?S, la ¨²nica que conced¨ªa a un medio espa?ol con motivo de la reciente publicaci¨®n de su libro La canci¨®n de la bolsa para el mareo (Sexto Piso). Incluso desde la editorial avisaban de la fortuna: ¡°Est¨¢ en una ¨¦poca muy dulce¡±. En mitad de su gira de conciertos por Europa, atendi¨® a la llamada telef¨®nica desde Copenhague y alarg¨® la conversaci¨®n m¨¢s all¨¢ de lo estrictamente estipulado mientras charlaba animadamente de su libro o ¡°poema ¨¦pico¡±, sus pr¨®ximas actuaciones en Madrid y Barcelona, el nuevo disco en el que estaba trabajando con The Bad Seeds y el documental 20.000 d¨ªas en la Tierra,que retrata su proceso creativo y la complicidad familiar con su mujer Susie y sus hijos Arthur y Earle. ¡°Estoy en un gran momento¡±, dijo en un tono amable. Ese momento acaba de estallar por los cuatro costados en la vida de Nick Cave. Su hijo Arthur, de 15 a?os, hermano gemelo de Earle, falleci¨® el martes por la tarde despu¨¦s de precipitarse por un acantilado en la ciudad de Brighton, lugar de residencia de Cave y su familia, al sur de Inglaterra.

¡°Era nuestro ni?o, hermoso, feliz y amado¡±, recoge el breve comunicado del m¨²sico y su mujer, que han pedido privacidad para intentar superar ¡°un momento tan dif¨ªcil¡±. Arthur fue encontrado el martes cerca de las 18.00 por un grupo de personas en uno de los acantilados de Ovingdean. Presentaba heridas de gravedad y fue trasladado al hospital Royal Sussex County de Brighton, donde falleci¨® horas despu¨¦s a causa de las lesiones. La polic¨ªa del condado de Sussex, encargada de la investigaci¨®n, especific¨® que la muerte no se est¨¢ tratando como ¡°sospechosa¡±.

S¨®lo aquellos que han perdido a un hijo saben de la clase de dolor irreparable al que se enfrenta ahora Cave. Durante la conversaci¨®n con este peri¨®dico, coment¨® que esperaba saber transmitir su curiosidad e inter¨¦s por la creatividad a sus hijos. ¡°Mis ni?os est¨¢n en esa hermosa ¨¦poca en la que pueden averiguar todo lo bueno que les puede dar la m¨²sica¡±, dijo.

Tormentos y obsesiones

Tal y como se puede ver en 20.000 d¨ªas en la Tierra, su vida en Brighton, ciudad que acoge a artistas y bohemios ingleses, es la un padre de familia convencional, que ha encontrado cierta paz necesaria tras mucho tiempo de lucha consigo mismo. Marcado por m¨¢s de 20 a?os de adicci¨®n a la hero¨ªna y el alcohol, Cave, de 57 a?os, no lo tuvo f¨¢cil hasta llegar a esa paz. ¡°Tengo dos facetas: una es constructiva, la otra tremendamente destructiva¡±, afirm¨® una vez sobre su vena desfasada y visceral, capaz de convertirle en un ser arrollador que tuvo problemas con la justicia por las drogas y, sobre todo, que no ten¨ªa piedad con nadie, ni siquiera consigo mismo. Sus tormentos y obsesiones quedaban plasmados en su fascinante m¨²sica oscura y viciosa, que le mantuvo durante a?os ligado a la vida, actuando a modo de cord¨®n umbilical con la existencia, impidi¨¦ndole caer en la apat¨ªa narcotizada. Fue as¨ª hasta que conoci¨® a su actual mujer. Dej¨® las drogas, form¨® una familia y, de alguna manera, hizo del trabajo su ¨²nica adicci¨®n. ¡°Trabajo siete d¨ªas a la semana. Duermo poco¡±, afirm¨® a este diario.

Esto se comprueba en 20.000 d¨ªas en la Tierra. En ese mismo filme, Cave habla de Brighton como su retiro espiritual tras una vida errante y afirma: ¡°Los lugares te eligen. Pueden hacerse contigo quieras o no¡±. En este sentido, Brighton ya le ha elegido para causarle la mayor de sus tragedias.